Sidonie, en el Palacio de Santa Bárbara en Madrid
Sidonie, en el Palacio de Santa Bárbara en Madrid - ABC
Entrevista

Sidonie: «Sabemos lo excitante que es nuestra vida, pero también lo peligrosa»

El trío catalán sonríe al presente para narrar un viaje lleno de éxitos y de proyectos; plagado de miedos y de peligros

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Cuando el célebre novelista ruso, León Tolstói, acuñó casi sin querer la base del ombliguismo, pocos fueron los osados que se atrevieron a rebatirle. Trece palabras —«todos quieren cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo»— que a cada vuelta de tuerca, y también casi sin querer, Marc Ros, Axel Pi y Jesús Senra, han convertido en la antítesis de su carrera. Curtidos en carreteras —de las que ahora se sirven para homenajear a lo más granado del pop español—, los tres dan vida a Sidonie, un grupo que tras hacer cumbre en 2009 con «El incendio» decidió apearse de la zona de confort que el propio éxito proporciona. O mejor dicho, «decidimos dar un giro que a día de hoy nos ha llevado a estar donde estamos».

Con voz pausada y fieles a su espontaneidad, el trío catalán está hoy donde está, es decir, con ABC, momentos antes de trasladar su música al espacio Manzana Mahou 330, instalado en el madrileño Palacio de Santa Bárbara. «En septiembre nos vemos, ¿no?», cuestionan a modo de despedida. La pregunta está lanzada; la respuesta, no tanto. Acaban de estrenar su primer single y los rumores sobre el guión de su próximo disco —que saldrá en septiembre— ya están servidos. ¿Serán capaces de mantener el secreto? La pregunta también está lanzada; la respuesta, no tanto.

El pasado 21 de junio, Día de la Música, fue la fecha elegida para sacar «Carreteras Infinitas», una muestra que se aleja de los retales electrónicos, oscuros incluso, que desprendía «Sierra y Canadá».

Marc Ros: Correcto, lo has dicho muy bien. Nosotros descubrimos que «Sierra y Canadá» era oscuro al cabo de casi dos años, pensábamos que era un disco tirando a alegre comparado con «Fluido García» y resulta que no, que tiraba más a lo gris. Por contraste «Carreteras infinitas» se aparta totalmente de aquello y así es como vamos a volver a la luz, al verano, a los chiringuitos y a jugar a las palas en la playa.

Este adelanto, por momentos, devuelve a la memoria «Costa Azul», ¿qué vamos a encontrar en el resto del disco?

Marc Ros: Cuando estábamos hablando del disco nuestros productores —Santos&Fluren y Ricky Falkner—, ya nos dijeron que había momentos de este trabajo que les recordaban a «Costa Azul»... ¿Si nos preguntas a nosotros? Ninguno de los tres tiene ni p... idea de lo que estamos haciendo (se ríen).

Jesús Senra: A mi me sorprende la afirmación de que se parece a «Costa Azul», yo creo que es un disco muy nuevo, muy diferente. Una vuelta de tuerca al sonido, otra vez.

«Es una canción pop que habla de nuestro pop y que sirve de homenaje a todos aquellos que lo dejan todo para lanzarse a la carretera llevándose tan solo unas canciones, una adolescencia inacabada y un inexplicable amor al peligro». Una definición un poco... ¿sexo, drogas y Rock And Roll?

(Se ríen). Marc Ros: En realidad tienes que estar dentro de una banda, en la furgoneta cada fin de semana, camerinos... para ver lo que es. No te das cuenta de lo que estás haciendo hasta que te cruzas con gente que tiene una vida digamos más ordinaria. Cuando ves a gente con hijos y con trabajos más normales, sabes de lo excitante que es tu vida pero también de lo peligrosa, de todas las tentaciones que aparecen cada noche y de lo frío y listo que tienes que estar para no caer en ellas. Es muy complicado gestionar esas emociones.

¿Les asusta el mundo de la música?

Marc Ros: Sí, hombre, sí. Considero que para el bien de la música no podemos terminar un concierto e irnos al hotel a dormir. Al final apetece hablar del bolo en el camerino, conocer gente ...y a partir de ahí pues tienes una serie de aventuras que en otra vida no tendrías. Hemos vivido situaciones un poco 'rarunas', ¿verdad?

¿Qué se le dice a un padre cuando has tomado la decisión de dejarlo todo por la música?

Cuando ves a gente con hijos y con trabajos más normales, sabes lo excitante que es tu vida, pero también lo peligrosa

Jesús Senra: Asusta mucho, obviamente. Estar estudiando una carrera o estar haciendo lo que sea y decir a tus padres que lo dejas todo porque crees o tienes la sensación de que puedes llegar a vivir de la música es muy difícil, les estás asustando. Nosotros lo vivimos cada uno con nuestra historia... por ejemplo en mi caso fue traumático, la familia no confiaba y además ya tenía un precedente en mi hermano, que era músico y no había hecho absolutamente nada. Pero no sé, yo tenía un sentimiento dentro, les conocí a ellos y eso que sentía se amplificó muchísimo, pensé 'ostia, creo que puedo vivir de la música y voy a dedicarme al grupo cien por cien para que realmente funcione'.

Axel Pi: Decir acerca de los padres que cuando echamos la vista atrás y nos acordamos del momento en el que les dijimos que invertíamos en el grupo y que creíamos en ello, es donde vemos que a pesar de todo lo traumático que fue para ellos asumirlo, fue gracias a su apoyo cuando este grupo empezó a funcionar.

¿Alguno tenía novia en esa época?

Marc Ros: ¡Ah! Sí sí... y las novias de aquella época ya no son novias ahora (se ríe). El intentar llevar una vida de pareja teniendo un grupo es el tema más complejo, tienes que encontrar a una persona que lo entienda y que lo comparta porque si no es un lío.

Desde la creación del grupo pasáis cuatro años cosidos a retazos y, de pronto, aparece el éxito con el disco «Sidonie». ¿Quién, con perdón, fue el primero en acojonarse?

Marc Ros: Yo tenía pesadillas... soñaba que subíamos montañas muy altas, con una escalera de estas como de cuerda... era un sueño reiterativo.

Axel Pi: ¿Cuándo el grupo rompe?

Marc Ros: Eso mismo, cuando rompe el grupo y ves que estás creciendo y se te va un poco de las manos todo. Empiezas a ser más popular, tú música tiene un poco de trascendencia y te das cuenta de que esto va en serio. Yo estaba asustado, sinceramente.

Axel Pi: Es curioso porque a nivel muy interno lo que percibía acerca de los tres era que vivíamos sin un objetivo claro, tan solo seguir, seguir y seguir de una forma muy marcada por la ambición. Y creo que eso nos hizo grandes.

¿Nunca hubo dudas?

Axel Pi: No lo sé, al final siempre gana ese entusiasmo, esas ganas de creer en esto. A nivel de grupo nunca hemos tenido miedo a nada, fue muy bestia cuando dijimos 'venga, a por todas, creemos en esto y vamos a demostrar que creemos de verdad'. El compromiso en ese sentido fue vital.

En una entrevista pasada decís que cuando «cantabais en inglés los críticos no se fijaban en vuestras letras». ¿Les molestaba no poder asumir ese riesgo?

Los críticos españoles no valoran las letras de las Hinds, Anni B Sweet o Russian Red porque cantan en inglés

Marc Ros: Es que realmente es curioso que cuando los críticos empezaron a valorar nuestras letras fue cuando empezamos a cantar en castellano, no antes. Y eso sigue pasando, con las Hinds, Anni (B Sweet), Russian Red... En nuestro caso hicimos dos discos en inglés y vimos que al cambiar de idioma con «Fascinado» la aceptación fue enorme. También influyo una versión que hicimos de El Niño Gusano, de la canción «Duerme», que nos quedó muy bien en castellano, o al menos, no nos quedó muy mal (se ríen).

Tras el éxito de «El incendio» (2009) llega «Fluido García» y la gente deja de ir a vuestros conciertos, ¿cómo se vive ahí abajo?

Axel Pi: Aquello fue un ejercicio muy premeditado, evidentemente no queríamos que el nivel de público bajara, pero también es verdad que buscábamos dar un giro que a día de hoy nos ha llevado a estar donde estamos. Un giro que al fin y al cabo responde a una voluntad artística y personal que no es la de renunciar a nada, si no la de seguir explorando nuevos territorios para demostrar que no eres predecible. Y si hubiéramos hecho un disco parecido a de «El incendio» hubiésemos terminado siendo un grupo predecible, y, a lo mejor, nuestra motivación artística hubiese menguado.

Hay una máxima en la vida que dice que si algo funciona, no lo cambies. Pero viendo vuestra carrera parece que el día que os lo contaron, porque seguro que os lo contaron, debió ser «Un día de mierda».

(Se ríen). Jesús Senra: Muchas veces nos han dicho 'no cambiéis...', 'seguid así...', y es todo lo contrario, nosotros queremos cambiar, aprender cosas nuevas, llegar ahí y ver como son... aunque no sepas si vas a triunfar. Admiramos ese tipo de artistas, David Bowie, por ejemplo, conseguía sorprender en cada disco.

¿Qué es lo que les molestó de que el PSOE con Miquel Iceta a la cabeza utilizara vuestra canción «Estáis aquí» en sus mítines?

Axel Pi: Nos molestó que no nos consultaran que lo iban a hacer. Da igual que fuera un partido político o cualquier empresa, se trata de defender nuestro derecho moral como grupo de poder decidir qué ocurre con nuestras canciones.

De todas formas cuánto más suena un tema vuestro, más dinero os lleváis, ¿no les parece un tanto hipócrita?

Axel Pi: Lo que pasa es que tu tienes el derecho de saber donde puede sonar tu canción, más allá de la repercusión económica que pueda tener. La repercusión artística suele ser mucho mayor que la repercusión económica. Cuando dijimos públicamente que nadie nos había consultado si estábamos de acuerdo o no, recibimos disculpas de la agencia que llevaba la campaña del PSOE y al día siguiente dejaron de poner la canción.

¿Se sintieron utilizados?

Axel Pi: No, utilizados no. Al fin y al cabo todo responde a algo muy humano que es sencillamente que Carme Chacón, que era la candidata por el PSC, conoce el grupo, le gustó la canción y ella misma quiso que sonara en la campaña.

¿Y si les hubieran preguntado?

Axel Pi: No les hubiéramos dado permiso, como tampoco lo hubiéramos hecho con ningún otro partido político. En cualquier caso es de agradecer que alguien quiera utilizar tu canción para lo que sea, ¿no?

Marc Ros: Ahí le has dado.

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