Música

Monkey Week, un milagro organizativo en la feria de las oportunidades

El festival ha inundado Sevilla de música de todos los estilos durante tres días, ofreciendo un inmejorable escaparate para cerca de 200 bandas

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Una ciudad tomada por la música, casi 200 grupos (la inmensa mayoría, nacionales) presentándose ante público, promotores, productores, managers y discográficas, en un total de 18 escenarios diferentes por los que han pasado más de 8.000 personas. Parece una Torre de Babel imposible de organizar, pero el festival Monkey Week ha vuelto a obrar el milagro y nada importante ha fallado durante sus tres días de duración. Una eficiencia especialmente reseñable este año, en el que además se asumía el reto del cambio de ubicación, de El Puerto de Santamaría a Sevilla.

La cita comenzó el pasado jueves con la esperada actuación de «En el nombre de», el nuevo proyecto de Niño de Elche junto a Los Voluble, dúo de remezcladores visuales formado por Pablo Peña y Raúl Cantizano, pero el grueso de las actividades lo conformó una serie de conferencias de gran interés para todo trabajador de esta industria (con títulos como «Precaución, amigo conductor: bandas en la carretera» o «Música y marcas», con invitados como Víctor Mantiñán, Product Manager de SON Estrella Galicia o Joaquín Ruiz, de Low Festival y Fuzzville), además de sesiones de «networking», «speedmeetings» y otros talleres.

El viernes y el sábado, todo el barrio de La Alameda de Hércules vibró con los directos de los músicos en salas de conciertos, espacios culturales, escenarios al aire libre, parkings y hasta una pista de coches de choque, a los que el público acudía programa en mano para no perderse en el océano de propuestas. Y no es fácil ver todo lo que uno quiere, teniendo en cuenta que de camino a otro escenario vas encontrándote con sorpresas musicales inesperadas, fotogénicos brindis entre artistas amigos en las terrazas de los bares de tapas, y cómo no, sevillanos con muchas ganas de departir amigablemente aunque no sean asistentes al festival.

Hay algún escenario al que cuesta animarse a ir a ciertas horas, por los casi veinte minutos de paseo, pero en general todo está a tiro de piedra en la sede sevillana del Monkey. El viernes, uno de los primeros puntos de encuentro masivo fue el escenario grande de la Alameda, donde actuaron formaciones como Le Voyeur Méndez o Agoraphobia, mientras la música de la carpa de choques de choque The Happy Place mutaba del oscuro rock'n'roll instrumental de Pelo Mono al pop luminoso de Vera Fauna. En los dos escenarios principales SON Estrella Galicia (el Teatro Central y el Teatro Alameda), I am Dive y Nothing Places inyectaron energía a la noche para después recibir al legendario Michael Rother y a la renovadora flamenca Soleá Morente. Más tarde, algunos tuvieron la mala suerte de encontrarse aforo completo para ver a Capsula, y la jornada terminó con la adrenalina a flor de piel de King Khan & The Shrines y Bala.

Al haber tanta oferta algunas bandas que aspiran a ser emergentes tuvieron que lidiar con el hecho de estar tocando ante no más de diez personas, pero casi todas se encontraron con audiencias numerosas y muy agradecidas, como la que el sábado recibió a uno de los referentes de la nueva psicodelia nacional, Solo Astra, en el escenario más bello del festival, ubicado a los pies de la Torre de Don Fadrique. Por allí también desfilaron los siempre divertidos Los Wallas y unos impresionantes Crò!, que más que tocar, pintaron música para todos los asistentes. Mientras, los infalibles Los Bengala volvían a provocar el baile colectivo en un garaje subterráneo, Perlita conquistaban nuevos fans con su desparpajo, y Melange hipnotizaba con las canciones de su celebrado primer disco.

El broche de oro lo puso el soul de categoría de Lee Fields & The Expressions en el Teatro Central, pero los más valientes aún tuvieron fuerzas de acercarse a ver los arrolladores shows de Los Nastys y Juventud Juché (en una sala La Calle que no tuvo el mejor sonido) y a Perro y Futuro Terror, que abarrotaron la Sala X antes de la gran traca final, la Fiesta Estrella Galicia que cerró en la sala Holiday tres días extenuantes, pero de los que se sale con fe renovada en la escena musical de nuestro país.

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