Miguel Poveda: «Merece la pena luchar por el flamenco»

Celebra sus 30 años de carrera con «El tiempo pasa volando», doble disco que rinde tributo a todos los artistas que despertaron su pasión

Miguel Poveda Zuma Press

Alejandro Escribano

Miguel Poveda (Badalona, 1973) termina 2018 con un nuevo lanzamiento discográfico. A la edición de «Enlorquecido», su particular homenaje al universo lorquiano, editado el pasado mes de mayo, se une ahora la de « El tiempo pasa volando » (Carta Blanca Records), trabajo que conmemora sus tres décadas de carrera artística. Un disco de cante flamenco tradicional y otro de versiones de artistas que marcaron su juventud (Bambino, Los Chichos, El Pescaílla, Manzanita, Lole y Manuel) configuran un doble trabajo con el que inicia una gira cuya primera parada ha sido el Teatro Real de Madrid.

¿Realmente el tiempo pasa volando?

Sí, porque con las ganas que uno tiene de aprender y de hacer cosas, treinta años es una cifra que da vértigo. Ha pasado volando para todo lo que yo hubiese deseado hacer. A partir de ahora quiero darle valor al tiempo y que no pase tan deprisa para poder desarrollar todo lo que me quedan por hacer.

¿Qué balance hace de estas tres décadas de trayectoria?

He aprendido mucho. Y he crecido mucho también, sobre todo a nivel personal. Además, he tenido mucha suerte de haber podido cantar con infinidad de compañeros. Ha sido un balance de constante evolución, un aprendizaje continuo en el que nunca he dado un paso atrás. Todo ello me motiva para seguir otros treinta años más.

Habrá habido grandes alegrías...

La mayor es sentirme realizado en un escenario. Muchas veces, cuando he tenido una buena noche, la sensación es la de tocar el cielo con las manos, una sensación inexplicable que es la que te hace volver a subirte otra vez al escenario. Sensaciones de este tipo he tenido muchísimas en mi carrera: porque tengo vocación, porque me encanta el escenario y porque he tenido la oportunidad de cantar con artistas que personalmente admiro (Chavela, Serrat...). Por no hablar también de los procesos creativos.

«Si miro muy hacia atrás, cuando soñaba con ser artista e idealizaba esta profesión, y lo veo ahora, cuando me dedico a ello, me doy cuenta de que no es todo tan idílico»

Y habrá habido algún sinsabor...

Si miro muy hacia atrás, cuando soñaba con ser artista e idealizaba esta profesión, y lo veo ahora, cuando me dedico a ello, me doy cuenta de que no es todo tan idílico. De que tus ídolos lo son a veces en lo artístico pero no en lo personal. Y que lo que rodea a veces a este mundo, por mi forma de ser, me desmotiva. Dicho lo cual, compensa más todo lo demás: la vocación que tengo, el poder formar parte de un arte único en el mundo que te hace vibrar... Realmente merece la pena luchar por el flamenco. Es maravilloso.

El disco es un homenaje a sus treinta años de carrera.

Es un disco de celebración y de culminación de una trilogía que quería hacer este año. En el primer disco rescato un ramillete de canciones de Los Chichos, Chunguitos, Tijeritas, Manzanita..., que yo escuchaba de pequeño en mi barrio. Lo que quería era volver a mis inicios, a lo que de verdad me aficionó a mí. El segundo disco es de cante flamenco tradicional, con mucha variedad de estilos, que se ha grabado en estudio pero en directo. Podía haber empezado con el disco de canciones, despues con el de flamenco y terminar con el disco de Lorca, de lo más antiguo a lo más actual. Pero tenía tantas ganas de hacer lo de Federico, lo tenía tan metido en las venas, que empecé editando «Enlorquecido».

La selección de las canciones que marcaron su juventud debió ser complicada...

La selección fue difícil porque de cada artista me gustaban muchas canciones. Me decía a mí mismo: ¿Con cuál me quedo de Tijeritas? ¡Si yo de chico las escuchaba todas y era mi ídolo! O, por ejemplo, con Los Chichos, de los que también me gustaban muchas canciones. He ido eligiendo según me decía mi corazón.

«Alberto Conejero ha escrito unas letras maravillosas porque tiene la capacidad de hacer convivir la poesía popular que tiene el cante con su poesía personal»

En el disco de cante flamenco las letras son de Alberto Conejero.

Ha escrito unas letras maravillosas porque tiene la capacidad de hacer convivir la poesía popular que tiene el cante con su poesía personal. Lo ha hecho desde la sencillez y desde esa forma de escribir que tiene. Unas letras que podían ser antiguas perfectamente. Para mí, las letras tienen que oler también a esa poesía popular, muy sencilla... También yo he aportado alguna letra en ese contexto.

¿Cree que falta renovación y cierta reivindicación en las letras flamencas de ahora, que aborden temas de actualidad?

La idiosincrasia del flamenco es la que es. Si tú estás cantando por alegrías tiene que oler a Cádiz, si lo haces por malagueñas tiene que respirar a Málaga y lo mismo pasa si cantas por Levante. Dentro de eso, sumar temáticas actuales a las letras podría ser una opción, pero siempre desde una poesía popular, desde una ironía que tiene el flamenco y desde una gracia que también tiene el sentir andaluz. Porque si lo haces demasiado serio e intelectual, no sé, a lo mejor le puede quitar la gracia y sonar raro.

Edita el disco con su propia discográfica. ¿Cómo ha sido la experiencia?

Una ruina. Me he gastado un dineral en los tres discos que he sacado. Además he querido hacerlos con libreto, bien presentados. Y he grabado con los mejores músicos y en los mejores estudios. Todo eso cuesta una fortuna. Pero me compensa por lo gratificante que es hacerlo: en mi casa, como yo quiero y con la libertad que necesito. A lo mejor mañana me voy a una multinacional pero ahora mismo estoy a gusto.

«Me arrepiento de no haber aprendido a tocar algún instrumento y de no haber estudiado inglés. Ese tiempo perdido me lo castigo interiormente»

Ya que hablamos de discográficas, ¿alguna novedad que le haya sorprendido últimamente?

La verdad es que últimamente he tenido poco tiempo para escuchar música bien porque he estado metido en el estudio grabando bien porque he estado de gira. Hombre, siempre llevo mis cascos y me pongo mi música. O escucho cosas que me tengo que aprender (risas). Honestamente, hace muchos meses que no escucho la música como antes lo hacía, pero si te tengo que hablar de algún artista te diría el nombre de María Terremoto, que me tiene loco: me encanta su disco, veo sus vídeos de Youtube, si puedo ir a verla la voy a ver...

En estos treinta años, ¿se arrepiente de algo?

Quizá de no haber aprendido a tocar algún instrumento y de no haber estudiado inglés. Ese tiempo perdido me lo castigo interiormente, me riño de no haberlo hecho, porque ahora ya es más difícil.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación