Michael Fabiano: «La carrera de Plácido Domingo es un ejemplo»

Es una de las nuevas luminarias del mundo de la lírica. Este curso cantó por vez primera «Eugene Onegin» en Londres, en abril y mayo estuvo en el «Rigoletto» de París, en junio debutó «Don Carlo» en San Francisco y ahora regresa al Teatro Real, esta vez como Jacopo Foscari de «I due Foscari» (de Verdi, en versión de concierto). «Nunca olvidaré la calidez del público de Madrid cuando canté aquí por primera vez, en “Cyrano de Bergerac”» (2012), afirmó a ABC Michael Fabiano, uno de los tenores con más proyección del momento. Con solo 32 años, ya conoce lo que es el triunfo en los teatros más importantes del mundo, y en el Real vuelve a coincidir con uno de sus ídolos, Plácido Domingo.

«Es la segunda vez que canto con esta leyenda viva de la ópera, aunque también me ha dirigido. Le tengo mucha admiración y respeto; su carrera es un ejemplo».

En Madrid, y bajo la batuta de Pablo Heras-Casado, también compartirá escenario, entre otros, con su compañera de estudios, la soprano Angela Meade. «Es genial coincidir con ella. Dos americanos en el Real. Estudiamos juntos, en la escuela cantamos “Lucia di Lammermoor”, y desde entonces somos muy amigos». Ambos forman parte de una generación de jóvenes y bien preparados músicos estadounidenses. «Tenemos muchos cantantes nuevos con talento y bien formados. En Estados Unidos tenemos la suerte de contar con grandes profesores y grandes escuelas. El nuevo mercado de tenores también es muy grande, una competencia que estimula».

Aplaudido sobre todo por su Rodolfo de «La bohème» y por su Alfredo de «La Traviata», la voz de este tenor estadounidense (Montclair, Nueva Jersey, 1984) recuerda a muchos la de un joven Luciano Pavarotti. Le encanta el deporte: corre cada mañana para mantenerse en forma. A su talento une golpes de suerte, como cuando en 2015, en el Met de Nueva York, reemplazó solo siete horas antes del estreno al tenor previsto en «Lucia», obteniendo un éxito rotundo; eso sucedió al año siguiente de recibir los codiciados Richard Tucker Award y Met’s Beverly Sills Award.

Conocedor de la obra verdiana, considera que «I due Foscari» es una de las óperas de Verdi «más experimentales. Es como un “patchwork” de diferentes estilos... Hay escenas que te recuerdan otros títulos y tiene grandes momentos, pero definitivamente es como una caja de experimentación. En todo caso, es puro genio verdiano».

Después de su compromiso en Madrid, le esperan actuaciones en San Francisco y en los Proms de Londres, antes de comenzar una temporada que lo llevará varias veces al Met de Nueva York y que, además, le depara un nuevo debut que le ilusiona: «Cantaré mi primer Don José, de “Carmen”, en Aix-en-Provence (Francia), precisamente bajo la dirección de Pablo Heras, un director que es excelente y además tiene un trato encantador». Por el momento tiene en carpeta varios proyectos para regresar al Teatro Real, pero nada en Barcelona. «Estuve a punto de cantar allí “La Traviata”, y no pude hacerlo por un problema de agenda. Es una asignatura pendiente».