Jaime Urrutia: «Si hubiera una oferta cojonuda, sí me plantearía tocar con Gabinete Caligari»
El artista madrileño actúa con su banda el viernes 16 en la capital, dentro del nuevo ciclo de conciertos del Teatro Nuevo Alcalá
Don Jaime Urrutia lleva once años sin sacar disco, pero la inmortalidad de su repertorio hace que nunca queramos dejar de ir a verle sobre un escenario. Tras un 2020 en el que sus actuaciones en directo se pudieron contar con los dedos de una mano, el próximo viernes 16 de abril retoma actividad con un concierto en la capital, dentro de un nuevo ciclo del Teatro Nuevo Alcalá. Estará acompañado por su banda al completo (Los Corsarios), y sacará brillo a canciones de su etapa solista y a viejos himnos de Gabinete Caligari.
¿Cómo ha pasado el año en lo profesional?
Desde que llegó el covid, creo que he hecho cuatro o cinco conciertos. Uno en agosto, en Avilés, que fue con banda, y otros en formato trío. También di uno en El Escorial en enero. La 'ruinaza' total.
¿Qué sensaciones tuvo en esas actuaciones?
Pues lo que dice todo el mundo, la gente sentada, con mascarillas, pero con muchas ganas. En el concierto de Avilés, por ejemplo, nos lo pasamos de puta madre. Lo que pasa es eso, lo de las mascarillas, todo el mundo sentado... pues qué quieres que te diga. Pero también se ve a la gente con ganas. Parece que ya empezamos a salir de esto, pero tampoco me fío... hay que aguantar el tirón.
Y en lo personal, ¿ha pasado ansiedad o prefirió aislarse de la sobreinformación?
Sí, la verdad es que he estado bastante ajeno a todo. Llega un momento en el que la sobredosis de información... He estado en casita, saliendo muy poco. Me informaba algo, pero hace un par de meses he acabado hasta los huevos. He estado leyendo, tocando un poco la guitarra y componiendo. Aunque tampoco tengo muchas ganas de hacer nada nuevo, pero bueno. He estado básicamente aguantando, ya te digo.
No tiene muchas ganas de hacer cosas nuevas, pero me dice que ha estado componiendo...
Más o menos, ¿he dicho componiendo? Me refería a tocar la guitarra. Aunque sí tengo compuestas algunas canciones, porque quiero sacar un disco, no sé cuándo coño será... Estamos en 2021... Pero no tengo ninguna prisa. Con tranquilidad. Sin ansia de estar ahí todo el día en la prensa.
Cuando tiene encuentros con músicos jóvenes, como el que tuvo con María Yfeu, ¿qué suelen decirle? ¿le piden que saque un disco nuevo?
Me sorprendió mucho la versión que hizo de 'Cuatro rosas', muy distinta y bonita. Pero no me pidió nada nuevo, me conformo con que se haya fijado en 'Cuatro rosas', me dijo que su padre la escuchaba, que tenía el disco en casa, y es bonito ver que tu legado sirve de algo a las nuevas generaciones.
Yo veo a muchos músicos jóvenes reivindicar su legado, como por ejemplo la banda Biznaga.
Creo que me lo comentaste tú mismo en la anterior entrevista que hicimos hace unos años. Malagueños, ¿verdad?
Sí, afincados en Madrid.
Qué quieres que te diga. Es un orgullo que pasen estas cosas. Llega un momento en el que tú desapareces, pero lo bueno es que las canciones son el legado que dejas. Y cuando pasan los años, y tus canciones siguen vigentes, y llegan a más gente a través de influencias o versiones, es bonito. Las canciones siguen vivas. Eso es lo que queda. Es como cuando yo me pongo a escuchar a Bowie, o a Dylan o los Rolling Stones, que no sólo son buenos recuerdos de juventud, sino que sigue siendo la música que más me gusta. Lo importante es el legado.
Las provocaciones de Gabinete ahora serían motivo de 'cancelación'.
Gabinete Caligari no habría podido existir ahora. Con la provocación de usar la estética nazi, que a mí me gustaba, o el gusto por los toros... Ahora reivindicas el mundo de los toros y te crujen vivo. Ahora con Twitter todo el mundo tiene su opinión y puede llamarle gilipollas a quien quiera. Hemos llegado a una locura tan absurda que creo que también afecta al rock. Y a la música en general. Si haces una canción que diga algo que no sea políticamente correcto, la gente te cruje. Y yo no sé si hubiera podido aguantar eso. Si en 'La Movida' hubiera habido redes sociales, hubiera sido muy distinta.
Hubiera sido una mierda, si me permite la expresión.
(Risas) Fíjate cómo era el punk, Siniestro Total, las cosas que decían... Eso actualmente sería impensable.
¿Es verdad que se veían crestas punks en Las Ventas?
Sí, había gente moderna. Los toros tuvieron un auge a principios de los ochenta, por un torero que se llamaba Antoñete. De repente se aficionó un montón de gente. En esos años normalmente había media plaza llena, y cuando llegó este tío revolucionó el percal. Y había muchos jóvenes de 'La Movida' que se interesaron por el toreo. Sí, yo en Las Ventas he visto cazadoras de cuero y alguna cresta. No estaba todo el tendido lleno de crestas, pero había mucha gente joven. Tampoco es que lo reivindicáramos, pero nos gustaba y lo decíamos.
¿En el rollo no había gente que os criticaba por eso?
Los animalistas siempre han existido y siempre han estado en contra de los toros. En los sesenta, Brigitte Bardot hizo alguna manifestación. En los ochenta los había, pero no tienen el peso que tienen ahora. Yo entiendo a los animalistas, no me voy a poner ahora a atacarles, pero por lo menos que respeten el gusto de la gente. El mundo de los toros está fatal. Sigo un poco la prensa taurina y los toreros se quejan de que no están haciendo nada, y dicen que de aquí a un tiempo pueden desaparecer. Está en peligro, también porque es un mundo muy cerrado, muy arcaico, muy rancio, que viene de toda la vida, y no están sabiendo responder a esta crisis. Con el covid no hay feria de San Isidro, ni de Valencia ni de Pamplona, y como no se pongan las pilas, van a desaparecer. Los tiempos van cambiando, y estamos en una etapa muy convulsa. Y las redes sociales también influyen muchísimo. No tengo redes porque no me interesa. Todo el mundo se insulta desde el anonimato, todo el mundo es el más listo. También afecta a la prensa deportiva, por ejemplo. A mí me gusta el fútbol, y ahora cuando leo el Marca, sólo veo titulares sobre que alguien ha pegado a nosequién... te venden basura. Antes había buenos escritores deportivos y taurinos.
¿Qué le interesa de la música actual, especialmente en este momento en el que lo latino parece tan unidireccional?
Poco, la verdad. No estoy muy al tanto, y lo poco que veo en la tele, es música muy comercial. Me da mucha pereza, ya tengo mi edad, tengo 62 años, y yo creo que tampoco tengo nada nuevo que aprender. Respeto profundamente a la nueva generación, porque nosotros en el punk también queríamos romper con la generación anterior, la del rock sinfónico. Cada generación tiene que buscarse su espacio y encontrar nuevas formas para expresarse. Pero no tengo ningún artista que te pueda decir: 'este me gusta'.
Tocar con Gabinete sigue sin pasársele por la cabeza.
Hubo algún acercamiento por alguna oferta, pero no. Nosotros ya cumplimos nuestra etapa. Nos separamos en el 99, pero siempre hay grupos que vuelven con buenas ofertas. El dinero lo puede todo. Si llega alguna oferta muy cojonuda, nos lo pensaríamos. Pero conservamos un rollo un poco maldito, y por ejemplo, Héroes del Silencio volvieron porque les hicieron una oferta cojonuda, y eso no nos ha pasado porque no somos un grupo como para llenar un estadio, o el Wizink.
El Wizink ya le digo yo que lo llenarían. Además, con las ganas que va a haber de música...
Las cosas están como están, y están bien. Cumplimos con lo nuestro. Los noventa fueron un poco decadentes, y aguantar manteniendo el tipo... Además hay historias personales, no hay la misma ilusión. Ahora, si hay una buena oferta a lo mejor hablaríamos. Aunque llevamos veinte años sin hablarnos...
