Entrevista

Pau Donés: «Con estar vivo todo merece la pena, incluso la lucha contra el miedo»

Tras un año alejado de los focos, el artista vuelve con un concierto en Barcelona, en el que reunirá a todos los músicos de Jarabe de Palo

Pau Donés, líder de Jarabe de Palo, muere a los 53 años tras una gónica lucha contra el cáncer

Pau Donés Efe
Nacho Serrano

Esta funcionalidad es sólo para registrados

¿Dónde andará Pau Donés ? Y lo más importante: ¿cómo estará? Son las dos preguntas que durante este último año se han estado haciendo los fans de Jarabe de Palo . Y no sólo ellos. Casi todos nos hemos acordado de él en algún momento de este 2019, en el que no se ha sabido absolutamente nada sobre su paradero ni sobre su estado de salud . «Esa era la idea», dice el músico oscense al teléfono, con una voz llena de flagrante vitalismo que da los buenos días a las cinco de la tarde hora española. «Es que estoy en Los Ángeles», explica el autor de «La Flaca», que hará una visita fugaz a nuestro país para dar hoy dos conciertos contra el cáncer en la sala Luz de Gas de Barcelona, y después regresar al refugio que ha escogido para hacer lo que más le gusta: vivir.

¿Cómo está?

Bien, bien. Sólo vuelvo a la acción por una cosa concreta, este concierto contra el cáncer, que va a ser muy especial porque no vamos a ser seis músicos en el escenario sino dieciocho. Voy a reunir a todos los músicos que han pasado por Jarabe de Palo a lo largo de su historia. Los fans que nos hayan seguido desde el principio nos van a ver a todos. He querido ofrecer algo con valor añadido para la gente que se va a dejar el dinero para venir a vernos y ayudar. Tengo unas ganas del copón.

¿A qué institución irá destinada la recaudación?

Eso es lo importante, la pasta. Al Centro de Investigación Oncológica de Vall d’Hebron le va a llegar un dinerito que le va a venir de perlas. ¿Cómo se acaban con las enfermedades? Investigando, no hay otra. Por favor, destaca que hay una fila cero para colaborar (La Caixa ES33 2100 5000 5102 0021 4086 (VHIO)).

¿Cómo le está sentando este regreso efímero a los focos?

Me hace mucha ilusión volver a tocar. Tocar con mis colegas. Pero al mismo tiempo me reafirma en mi idea de que viviendo sin trabajar se está de puta madre. Estoy viviendo con mi hija en Los Ángeles, y yo me levanto por la mañana y me voy a comprar el pan, me hago un bocata, me voy a surfear un ratito, luego cojo la guitarra y el ordenador y compongo un poco… Y así se está muy bien. Me costó un poco entrar en este bucle, pero ahora me encanta.

«La vida del músico es un disparate, me he dado cuenta de ello. A mí me gustaba ese disparate, pero ahora lo que necesito es rutina. Ir al súper, a echar gasolina al coche, o a la playa a echar un rato con mi hija o surfear»

Conseguir una vida así es el éxito, o una de sus formas, desde luego.

Es que la vida del músico es un disparate, me he dado cuenta de ello. A mí me gustaba ese disparate, pero ahora lo que necesito es rutina. Ir al súper, a echar gasolina al coche, o a la playa a echar un rato con mi hija o surfear. Las primeras veces que iba a la playa, a veces veía a los paparazzi haciéndome fotos; y una vez me acerqué a uno y le dije: «¿Pero qué haces, tío?» Y va el fotógrafo y me contesta: «Es que a tu lado está el actor nosequé nosecuántos». No me las hacía a mí (risas), porque en Los Ángeles no tienen ni idea de quién soy. No interesarle a nadie me encanta.

Si está surfeando es que se encuentra bastante bien, ¿no?

Sí. Tengo cáncer y sigo con mi quimio. Pero me voy a surfear a diario, hago vida como otro cualquiera, salvo que de vez en cuando tengo que ir al hospital a meterme la quimio. Voy a volar el sábado a España, llego el domingo, ensayo el lunes por la mañana y por la tarde doy dos conciertos. Tengo cáncer, y lo voy a hacer. Así que tan mal no debo estar. Aunque también te digo una cosa: ya me gustaría no tener cáncer.

«Hace no muchos años, el cáncer era mortal de necesidad. SI lo cogías, te morías. Ahora el cáncer es peligroso, y a veces mortal. Pero dentro de unos años no será ni una cosa ni la otra, será como la gripe. Se están haciendo grandes avances gracias a la investigación. Y la investigación cuesta dinero»

Estará al tanto de las últimas investigaciones y descubrimientos en esta materia. ¿Hay motivos para la esperanza de acabar con la enfermedad?

Muchísimos. Hace no muchos años, el cáncer era mortal de necesidad. SI lo cogías, te morías. Ahora el cáncer es peligroso, y a veces mortal. Pero dentro de unos años no será ni una cosa ni la otra, será como la gripe. Se están haciendo grandes avances gracias a la investigación. Y la investigación cuesta dinero. Por eso seguiré aportando mi granito de arena. Porque hace falta.

Durante este proceso ha tenido detalles con fans, con otros enfermos, con sus enfermeras… la fortaleza con la que lo lleva seguro que ayuda a mucha gente.

Soy como cualquier otro enfermo de cáncer. Lo que pasa es que he intentado que el cáncer tenga una importancia relativa en mi vida, la importancia que se merece. Sí, estoy enfermo, pero hay otras cosas. El cáncer está ahí, e intento vivir el presente lo mejor posible, sin darle muchas vueltas a lo que pueda pasar en el futuro. No me interesa mucho el futuro. Si un enfermo de cáncer dice que le inspira, que le ayuda ver cómo lo llevo yo, tengo que decir que el sentimiento es mutuo.

¿Cómo se contrarresta el miedo?

El cáncer provoca mucho miedo, y ese miedo te hace sufrir mucho. Y cuando sufres dejas de ser libre. El sufrimiento da mucho bajón, pero no debemos dejar que la enfermedad provoque ese sentimiento en nosotros más de la cuenta. Cuando me preguntan qué tal estoy, yo siempre digo: «vivo». Con estar vivo ya merece la pena todo, incluyendo esa pelea contra el miedo. Conciertos como el de este lunes sirven para desestigmatizar, para normalizar todo esto. Es una enfermedad jodida, pero hay muchas más cosas en la vida.

¿Qué pensamientos le ayudan a usted a superar ese miedo?

Con el tiempo vas averiguando cuáles son: tu familia, tus amigos, tus pasiones... Pero al principio... Es muy duro porque no sabes a qué agarrarte. Cuando el médico te dice que tienes cáncer... ¡Uf! Ese momento es muy potente -hace una pausa-. Lo que pasa es que yo tengo una memoria selectiva muy bestia, y tampoco recuerdo muy bien cómo lo viví. Pero fue tremendo. Es como: «A ver, a ver qué me están diciendo... Que tengo cáncer... ¿Me lo están diciendo a mí? ¿En serio me está pasando a mí? ¿Me estoy muriendo? ¿Qué es lo que me pasa? Y después de todo eso... A ver cómo se lo digo a mis padres -larga pausa-. Entonces lo que hay que hacer es tener a un oncólogo que sepa informar muy bien, que te resuelva tus dudas y te deje bien claro qué es lo que se puede hacer. Cuando tienes eso bien amarrado, a partir de ese momento estás tú solo, diciéndote a ti mismo: «Bueno, ¿y ahora qué?» Y ahí es cuando decides cómo vas a vivir con la enfermedad y hasta qué punto te va a condicionar más allá de lo que significa para tu salud física. Yo decidí que lo menos posible. Que pensaría en ello cinco minutos al día como mucho. Y a partir de ahí, a vivir que son dos días, nunca mejor dicho.

«Fernando de France y yo éramos súper amigos, y llegó un momento en el que... No sabría cómo explicarlo, pero nos distanciamos mogollón. Y acabamos por perder el contacto. Sí, si nos viéramos otra vez seguro que el abrazo no saldría así de primeras. Pero después de un par de cañas nos lo daríamos seguro»

Por una casualidad conocí a Fernando de France, amigo suyo que pagó el mítico viaje a Cuba donde se gestó «La Flaca», y que le ayudó mucho en sus primeros pasos en este oficio. Me contó que se habían distanciado mucho, y que si se volvieran a ver, costaría un poco retomar la relación, pero que al final acabarían tomándose unas cervezas.

Es verdad. Éramos súper amigos, y llegó un momento en el que... No sabría cómo explicarlo, pero nos distanciamos mogollón. Y acabamos por perder el contacto. Sí, si nos viéramos otra vez seguro que el abrazo no saldría así de primeras. Pero después de un par de cañas nos lo daríamos seguro. Me ayudó muchísimo; de hecho, él fue quien me descubrió, el que pagó el viaje a Cuba, el que pagó mis primeros videoclips… Esa es la verdad.

Me contó que el viaje a Cuba fue un desastre, por lluvias y alguna enfermedad que cogió gente de su equipo. Pero que en el viaje de vuelta, en el avión le dijo que había escrito una canción, y se la tocó en pleno vuelo.

Así fue, así fue. Tuve momentos muy especiales con él. Y aunque nos hayamos distanciado, no será justo hablar mal de él. No puedo estar cabreado con él, porque fue muy generoso conmigo.

¿Ha estado atento a lo que pasaba en la música española este año?

No, nada. Ni la española ni la de aquí. Y eso que Los Angeles es una ciudad súper musiquera. Hay gente que me viene con el rollo de «te voy a pasar el contacto de un músico que es la leche, o de un productor que es el mejor...» Y yo contesto: «No, tío, pásame el contacto del panadero, del gasolinera, del súper 24 horas, del repartidor de periódicos...»

Lo de Rosalía sí lo ha visto, claro.

Sí, eso sí.

«Lo de la SGAE es una película patética y tenemos que resolvernos desde dentro, o si no que nos ayude el Gobierno interviniendo lo antes posible. Hay que hacerlo ya, porque si no la SGAE se va a acabar»

¿Y de los vaivenes de la SGAE, ha estado al tanto?

A eso sí que estoy atento, porque me interesa. Es patética la película, y tenemos que resolvernos desde dentro, o si no que nos ayude el Gobierno interviniendo lo antes posible. Hay que hacerlo ya, porque si no la SGAE se va a acabar. A los compositores nos ha ayudado mucho, pero es una entidad que factura mucha pasta y el poder acaba corrompiendo a cualquiera. Que intervengan ya, por favor, porque se ve que nosotros no sabemos arreglarnos. Si una pareja tiene un problema va a un terapeuta matrimonial, pues esto es lo mismo. Pero se está negando el problema, que si va mejor, que si esto y lo otro… No, no es verdad.

¿Sabe que se acaban de crear unos premios de la música equivalentes a los Goya en el cine? Se llaman Odeón.

¿En serio? Pero qué buena noticia me da. Si se lo toman tan en serio como los Goya, eso funcionará. La música es tan importante como el cine para darnos a conocer en el mundo. Ojalá pueda ganar uno algún día, o al menos tener una nominación.

Si está componiendo, ¿por qué no?

De momento, no. Pero sí que volveré, y con un disco muy guapo además, muy positivo, luminoso y optimista.

Mientras tanto, a vivir.

Sí, a vivir tranquilo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación