Manuel de la Calva y Ramón Arcusa posando para ABC
Manuel de la Calva y Ramón Arcusa posando para ABC - San Bernardo

El Dúo Dinámico: «Nosotros fuimos los primeros indies de España»

Después de 58 años en los escenarios, hoy inauguran el festival Sonorama compartiendo cartel con grupos como Love of Lesbian, The Hives o Supersubmarina

Madrid Actualizado: Guardar
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Hoy su uso está demasiado extendido, pero el término indie hace referencia a aquellos estilos artísticos independientes que no se ciñen a los cánones de la cultura imperante. «Nosotros fuimos los primeros indies de España, porque no había nada. Ni las calles ni las aceras estaban puestas, no había compañías de discos como ahora, ni nadie como nosotros», explica Ramón Arcusa, el más mayor del Dúo Dinámico, que cuenta ya con 79 años. Y es que tanto Ramón, como su compañero, Manuel de la Calva, aún se muestran lo bastante jóvenes para compartir cartel en el festival Sonorama con lo último del panorama musical nacional e internacional.

Si algo merecen estos dos veteranos del pop es admiración, porque al fin y al cabo ellos fueron los que hace 58 años abrieron la brecha en la música española para que grupos como los que actuarán junto a ellos este fin de semana pudieran existir.

Cuentan entre risas que en una de sus primeras críticas musicales la queja principal era que utilizaban micrófono. «Claro, era un crítico de ópera. En esa época no existían críticos para la música que nosotros hacíamos», explica Ramón. Más de medio siglo después de esa crítica continúan subidos al escenario y se han convertido en historia viva del pop español.

—¿Qué esperan del Sonorama?

—Ramón Arcusa: Beber un Ribera y comer buen cordero... (risas)

—Manuel de la Calva: Ser uno más entre todos los grupos con los que compartiremos escenario. Queremos conocer a la gente y sobre todo disfrutar del ambiente, pasarlo muy bien y hacer que el público lo pase en grande.

—El público en este tipo de festivales es de de una generación muy distinta a la suya. ¿Cómo creen que la gente joven va a asimilar su música?

—M.C : En nuestros conciertos el rango de edad entre el público es muy amplio. A la gente de nuestra edad les acompañan sus hijos y lo que estos nos suelen decir es que, aunque no somos el grupo que más les gusta, tienen que felicitarnos porque nos ven como unos profesionales. Les hemos hecho disfrutar durante una hora y media y al final eso se agradece.

—R.A. : El público ha ido variando pero en los conciertos que hacemos procuramos llevar un repertorio para todas las personas. Los jóvenes conocen nuestras canciones, porque han salido en concursos de la televisión, en la radio o las han escuchado en el coche con sus padres. Existe un gran respeto hacia nuestras canciones, que ya casi son patrimonio español. Como las coplas. (Risas)

—Al tocar como veteranos en un festival como Sonorama, ¿no se sienten de algún modo los mentores de los otros grupos?

—R.A. : La verdad es que nosotros nunca nos hemos propuesto crear escuela ni abrir caminos para nadie. Siempre hemos hecho lo mejor que hemos podido todo aquello que hemos querido. Pero es indudable que toda la música que se hace en un país sirve para que los demás aprendan, copien o sigan el camino. En nuestro caso, al principio imitábamos la música de cantantes americanos como los Everly Brothers y esos eran nuestros referentes. 

—M.C : En España no había música como la nuestra, pero teníamos la suerte de contar con algunos amigos que trabajaban en aerolíneas y cuando viajaban nos traían discos de Estados Unidos, Londres o París.

—¿Qué saben de los grupos que les acompañarán en el festival?

—R.A. : Bueno, hay casi cien grupos en el festival, así que obviamente no los conocemos a todos. Pero hay muchos a los que sí. Quique González, Love of Lesbian, Supersubmarina... son grupos que nos gustan mucho. Hay incluso uno de ellos que quiere cantar una canción con nosotros.

—¿Se plantean adaptar de algún modo su música para no desentonar?

—R.A. : Nosotros en directo sonamos muy bien y algunas de nuestras canciones son muy potentes, así que no hay necesidad de eso. Además, vamos con un equipo de músicos con mucho talento y, por si fuera poco, casi tenemos al público ganado con eso de ser los invitados especiales.

—¿Qué supone a estas alturas de su carrera esta invitación?

—R.A. : Para nosotros es un honor que nos hayan invitado, pero de alguna forma tiene sentido, al fin y al cabo nosotros somos los primeros indies de España. Cuando empezamos no había nada, ni las calles estaban puestas, ni había compañías de discos, ni existía música como la nuestra en este país. Así que estamos encantados de compartir escenario con grupos como 091, Love of Lesbian o Molotov.

—M.C :  Son grupos distintos a nosotros, eso está claro.  Cuando empezamos, teníamos otras limitaciones como la censura o la tecnología, que era mucho más rudimentaria. La forma de hacer música era otra, pero precisamente por eso muchas de nuestras canciones son hoy tan originales y eso es lo que aportamos al festival.

—¿Cómo fueron sus inicios en la música allá por el 58? 

—R.A. : En esos tiempos todo era muy distinto. Nosotros grabábamos los primeros discos en mono, aún no existía el estéreo. Así que grabábamos en directo y todos los músicos al mismo tiempo. Grabábamos las cuatro canciones de un EP en tres horas y media. Eso hoy en día es impensable. Tuvimos que esperar hasta el 64 para tener una mesa de grabación con cuatro pistas, que era la que los Beatles ya no usaban porque se habían hecho con una ocho pistas. 

—M.C : Con esas limitaciones hay algunas canciones que habrían podido quedar mejor, pero muchas otras quedaron fantásticas. «Quince años tiene mi amor» quedó fenomenal.

—¿Cómo cambió todo eso cuando llegó la fama?

—M.C : Cuando empezamos a vender ya podíamos exigirle más a la compañía.

—R.A. : Estábamos por delante de la compañía discográfica. Cuando íbamos a sacar el primer disco nos dijeron que no había presupuesto para una portada en color, así que nosotros mismos contratamos a un fotógrafo para que nos las hiciese como queríamos. Le pagamos mil pesetas, que en 1959 era mucho dinero. Nos habíamos comprado para aquella portada unos jerséis rojos, así que la imagen no podía salir sin color. Después de eso compramos una cámara y nos sacábamos las fotos de las portadas nosotros. ¿Hay algo más indie que eso?

—Además de los primeros indies –como dicen– también fueron los pioneros del fenómeno fan en España

—R.A. : Fuimos oportunos. En ese momento estaba la noticia de todos los fans a los que movía Elvis Presley en Estados Unidos, Cliff Richard en Inglaterra o Johnny Hallyday en Francia, y aquí no había nadie que aglutinase ese interés de la gente. Además, era un tiempo de cambio y los jóvenes tenían ganas de apuntarse a algo. Nosotros trajimos color y alegría a la música.

—M.C : Llegamos a tener una revista propia que se llamaba «Las confidencias del Dúo Dinámico», que se publicó semanalmente durante tres años con tiradas de noventa mil ejemplares. Aquello era muy grande, pero esa época ya pasó y ahora es inconcebible.

—Después de tanto tiempo, ¿cómo han hecho ustedes para mantenerse juntos?

—M.C : Para trabajar nos juntamos y codo con codo lo hacemos lo mejor posible, pero luego cada uno vive su vida. Hay muchos grupos que tienen una relación muy íntima y pasan todo el tiempo unidos pero nosotros nunca hemos sido así.

—R.A. : Indudablemente somos amigos, somos como hermanos, pero desde el primer momento hemos sido independientes el uno del otro. Cada uno tiene su vida y su propia personalidad, así que, sin quererlo, hemos mantenido la distancia para ciertas cosas.

—Con toda la experiencia que tienen, y considerando sus logros, ¿cuál dirían que es la clave de su éxito?

—R.A. : Es muy importante tener talento, pero, como siempre, no se sabe por qué hay grupos muy buenos que no triunfan y otros que tienen más suerte. A pesar de todo, lo fundamental es la canción. Es la clave para triunfar.

—M.C : Sin una canción realmente buena y que a la gente le guste, no tienes nada que hacer. ¿Por qué hay tanta gente de Operación Triunfo que no ha llegado a nada? Porque no tenían canción. Sabían cantar las de otros pero no tenían algo suyo.

—R.A. : Nosotros siempre hemos procurado tener nuestro propio repertorio. Creamos nuestro estilo concreto con canciones inéditas. «Amor de verano», «Quisiera ser» o «Quince años tiene mi amor» son canciones buenas que, después de 56 años, se siguen cantando y recordando. Para nosotros es el mejor premio que podemos tener.

—¿Se ven como para seguir sacando discos?

—R.A. : Lo que pasa ahora es que los estímulos son distintos. La mejor inspiración llega cuando te viene la factura de la luz y no tienes para pagar. La necesidad es un acicate para la inspiración. Ahora las cosas son distintas. Hay épocas para todo.

—M.C : ¡Yo, si tuviéramos que hacer un nuevo disco, sí que tendría canciones! Sí que lo grabaría.

—R.A. : Hay que ser pragmático. Hoy en día hacer que la gente joven compre nuestros discos, o ganar un disco de oro, es casi imposible. Pero, si algún día tenemos una buena idea y el mercado está dispuesto, los dos tenemos canciones para seguir adelante.

—M.C : Yo solo digo una cosa: diez años más. (Risas)

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