Christina Rosenvinge
Christina Rosenvinge - ROCIO RUZ
Entrevista

Christina Rosenvinge: «España es un país con poca autoestima»

La cantante madrileña presenta su más reciente disco, «Lo nuestro», el jueves, 10 de diciembre, en la sala Joy Eslava de Madrid

Madrid Actualizado: Guardar
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Su carrera musical empezó con Álex y Cristina, luego formó Christina y los Subterráneos y en solitario forjó una sólida carrera, primero en inglés y luego en castellano. Hay quiénes la llaman la rubia danesa. Pero no le hace justicia: Christina Rosenvinge es madrileña de padres daneses. Fue pareja de Nacho Vegas y de Ray Loriga. Es madre de dos hijos de 11 y 16 años. Su último disco, «Lo nuestro», editado por El Segell del Primavera, rebosa autenticidad, rugosidad y lírica, después del disco tan personal y excelso que fue «La Joven Dolores» (2011).

—«Lo nuestro» ¿Qué sugiere?

—Me gusta más plantear preguntas, y describir las cosas. Que no dar las respuestas. La arrogancia de creer que sabes es una forma de estupidez.

Es fundamental darse cuenta de que nunca sabes lo suficiente.

—Define el sonido de este disco como romanticismo industrial. ¿Por qué?

—Porque en las letras y en las melodías hay un arrebato, un ansia de vivir. Y en lo sonidos sin embargo hay una frialdad de sintetizadores, mucha orquestación y se busca cierta grandeza.

—¿Acabó saturada de Warner?

—No, tampoco. Las multinacionales lo que quieren es muchas ventas muy rápido. Funcionan con las leyes de la bolsa, que es el beneficio inmediato. Entonces es muy difícil que encaje un proyecto de este tipo. Pero vamos, yo no descarto volver a una multinacional.

—De su época neoyorquina ¿Steve Shelley y Lee Ranaldo (de Sonic Youth) le influyeron en gran medida?

—No tanto en el sonido, sino en la filosofía y en su actitud como músicos. En defender tu independencia férreamente. En tocar mucho, sea en una galería de arte con alguien nuevo o en un escenario con todos los lujos del mundo. Aprendí lo importante de guiar tu dirección y que sea alimento artístico. Sobre cómo situarte, cómo manejar las cosas y tener una ética de trabajo.

—¿Ser músico en España y sobrevivir es muy complicado?

—Sí. Daría para mucho esta conversación, ¿por qué se consume masivamente un tipo de música y no se valora otros estilos? Tiene mucho que ver con la idiosincrasia del país y con su sentido de la autoestima. España es, en general, un país con poca autoestima. La potencia creativa es muy alta y, sin embargo, las infraestructuras son muy básicas y se torpedean constantemente. Si hubiera más autoestima se reconocería el arte español en todas sus formas como algo de lo que estar orgulloso.

—¿Qué le parece el panorama musical español?

—Creo que hay muchísima gente buena. Estamos en un momento de explosión de ideas. Yo voy a muchos conciertos de bandas españolas. De lo que se trata sobre todo es que lo que hagas sea de una manera personal y absoluta. Cualquiera que haga eso ya me interesa, aunque por estilos sea muy distante a lo que me gusta. Sobre todo que sea personal. Que no suene a plagio.

—¿Se siente muy madrileña?

—Sí, y reconozco que existe una ADN madrileño.

—¿En qué consiste ese ADN?

—Los madrileños somos muy abiertos, hay chulería pero la justa. A veces somos demasiado secos, y nos falta amabilidad. Pero la gente aquí es muy resistente. Lo bueno de ser de Madrid es que luego aguantas en cualquier sitio. Y, Madrid es muy alegre.

—¿Cómo ve Madrid ahora?

—Me encanta estar en Madrid en este momento. Hay energía muy positiva, mucha autocrítica. Y eso está muy bien.

—¿Y Christina Rosenvinge está en momento de cambio?

—Todos estamos en momentos de cambio. La clave está en no poner resistencia. Está bien el cambio. Hay que aprender y evolucionar. No hay que anclarse en conceptos que podían tener sentido ayer pero que ya no lo tienen.

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