Luz Casal: «Sé de dónde vienen mis cicatrices, pero ya no me duelen»

Después de 60 conciertos por toda España, la cantante llega a Madrid en una cita con la que cerrará un año lleno de éxitos

La cantante Luz Casal EFE

Nacho Serrano

En marzo, Luz Casal arrancó la gira «Que corra el aire», coincidiendo con el lanzamiento de su álbum homónimo producido por Ricky Falkner. Un disco que, como ella misma dice, «entronca con lo que algunos consideran mi pasado y que para mí es mi presente». Después de 60 conciertos por toda España, llega una de las citas más importantes, el Wizink Center , con la que cerrará un año lleno de éxitos y reconocimientos como el Golden Music Award, la Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid o el Grelo de Oro Fundación amigos de Galicia.

Asegura que este es su «mejor disco, sin duda».

Lo toco de principio a fin en los conciertos. Cuando terminas un disco y empiezas la gira, eliges las más rockeras, las que más suenan… Pero así no estás presentando un disco, sino solo una parte. Esta vez, es distinto.

Tiene canciones muy especiales, como «Volver a comenzar», compuesta por Conchita.

Yo, que tengo experiencia en escoger buenas canciones de otra gente, sé en qué tengo que fijarme. Me pasó lo mismo con «Piensa en mí». No tuve ninguna duda, a pesar de que estaba en las antípodas de lo que yo hacía. Estaba convencida de que podía hacerla, porque era una canción buena. Igual ha ocurrido con «Volver a comenzar», aunque le hice mis cambios. La recorté, invertí las estrofas, y donde ponía «llorar» puse «reír», porque creo que no debe haber ningún drama al hablar de superar situaciones problemáticas, hay que pensar sólo en positivo.

Siempre se dice que las canciones son terapéuticas, pero «Meu pai» es de esas que destrozan tópicos.

Sí. Es como la otra cara de «Entre mis recuerdos». Habla de superar un período de pena y tristeza, de duelo, y de quedarme con la presencia de mi padre, de sentirla un día sí y otro también, pero sin pena. Es como cuando me veo mi cuerpo, y veo las cicatrices que tengo. Sé cuál es el origen de esas cicatrices, pero ya no me duelen. Y si hay alguna que no me gusta mucho, me da igual. Ya forma parte de mi cuerpo, de mi estética, de mi imagen. Esta canción demuestra que sigo queriendo a mi padre y que sigue siendo muy importante en mi vida. Eso puede dar a la gente un mensaje de esperanza.

Como hace también la canción «Lucas», un niño a quien la muerte se llevó de forma injusta.

Esa canción habla de compartir la esperanza y la alegría de haber superado algo que produjo mucho dolor. Ese colorcito verde, cuando se mete en las canciones, las hace muy especiales.

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