Camilo Sesto

El primer artista español que conquistó América

En toda la América de habla hispana, que incluye el potente mercado estadounidense, ningún otro cantante español ha dominado durante tanto tiempo y con tantos éxitos los corazones de los fans

Largas colas en la SGAE para despedir a Camilo Sesto

Camilo Sesto, en su casa de Torrelodones 8Madrid), en noviembre de 1997 CIPRIANO PASTRANO / Vídeo: EuropaPress

José Ramón Pardo

Cuando se hace recuento de los cantantes españoles que han triunfado rotundamente fuera de nuestras fronteras, hay tres nombres que destacan sobre todos: Julio Iglesias, Raphael y Camilo Sesto. Este ultimo suele ser menos citado porque se retiró de los escenarios hace algún tiempo y porque su desmesura ha sido pasto, muchas veces, de programas de televisión que no buscaban precisamente sus mejores virtudes. Pero hay que recordar que en toda la América de habla hispana, que incluye el potente mercado estadounidense, ningún otro cantante español ha dominado durante tanto tiempo y con tantos éxitos los corazones de los fans.

Hacer un repaso a su carrera es hablar de números superlativos. Pero comencemos desde aquel 16 de septiembre de 1946 en que nació en Alcoy, provincia de Alicante. Sus padres fueron Eliseo Blanes y Joaquina Cortés y de ahí que su identificación personal sea la de Camilo Blanes Cortés. Como tantos otros niños de la época, dio sus primeros pasos musicales en el coro de su colegio, en Alcoy, en el que estuvo hasta los 16 años. Para entonces, empezaba a pensar que podía ser artista y formó un grupo efímero que se bautizan como Los Dayson y con los que cantaba los éxitos del momento en fiestas populares y celebraciones locales. Es con Los Dayson con los que empieza a cantar sus primeras composiciones propias, que no pasan a la historia. Incluso puede que llegaran a grabar un disco, en 1965, del que no queda rastro (por ahora).

Se puede decir que su carrera «profesional» empieza en ese 1965 cuando participan en el programa «Salto a la fama» de Televisión Española, interpretando su propia versión del «Flamenco» de Los Brincos. No ganaron, pero a Camilo le entró el gusanillo y decidió quedarse en Madrid, donde se había celebrado el concurso televisivo para ganarse la vida. Tenía, entonces, 19 años y consiguió unirse a algunos grupos para tocar guitarra e incluso hacer voces. Y poco más. Un año después, Manolo Pelayo, cantante de Los Botines, deja el grupo para empezar carrera como solista y su puesto es ocupado por Camilo Blanes, ya como primera voz del grupo. Con los Botines graba su primer disco oficial, un single con dos canciones. Su voz y su aspecto le permiten acercarse al incipiente cine pop que se hacía en España. Con Los Botines participa en la película «El flautista de Hamelin» que protagonizó Miguel Ríos. Y de ahí, un papel más importante en «Los chicos del preu» con Karina como protagonista y dirigida por Pedro Lazaga. A finales del año 1970 publicó su primer sencillo todavía con el nombre de Camilo Sexto, con una equis en su apellido que no tuvo excesiva repercusión entre los medios y el público, aunque le sirvió para ganar el Premio Revelación de los Olés de la Canción, de Pepe Antequera, en Barcelona. Y pudo participar en el programa de televisión «Canción 71», donde defendió una adaptación de la «Canción de cuna» de Brahms, producida por Juan Pardo y con el título de «Buenas noches».

Primer éxito

Pese a la categoría del autor, la canción no ganó el programa concurso, pero le valió a Camilo un general reconocimiento que se plasmó en su primer álbum, producido también por Juan Pardo, y con el título «Algo de mí» que también era el de su principal canción. Consagrado con una sola canción, «Algo de mí», que sigue entre los grandes éxitos de su carrera, comienza una etapa vertiginosa con constantes grabaciones, al ritmo de un disco por año. Sin dejar de lado actuaciones y festivales de la canción, como el de Tenerife, donde defendió «Mendigo de amor», uno de los temas de su primer álbum, que le valió el segundo puesto. Al año siguiente edita ya su segundo disco y hace su primer viaje a América, con gran acogida, especialmente en Buenos Aires. El álbum se titula «Solo un hombre» y llevaba también producción de Juan Pardo. Una de sus canciones, «To be a man» estuvo nominada a los Grammy de ese año como mejor tema internacional.

América

Para 1973 la carrera de Camilo se muestra imparable. Televisión Española le selecciona como nuestro representante en el festival de la OTI, que celebraba su segunda edición en Brasil, en la ciudad de Belo Horizonte. Camilo Sesto lleva una composición propia, «Algo de mí», que le otorga tan solo el quinto puesto. Y es curioso, porque luego fue número uno en todos los países iberoamericanos, que son los que participan en el festival OTI. Camilo regresó al festival de Tenerife, donde le dieron el premio al mejor show del año. Y un montón de distinciones más, coronadas por la edición de su tercer álbum, titulado simplemente «Camilo Sesto», aunque en ediciones posteriores se titulara como su canción estrella: «Algo más».

A partir de ese momento, su proyección en América es gigantesca. Se le invita al Festival de Viña del Mar de 1974 como auténtica estrella. Y se atreve a editar un disco grande con la portada totalmente en blanco y tan solo una palabra: CAMILO. Así, sin apellido, demostrando que está entre los grandes y todo el mundo va a reconocerlo como suyo. El disco, y una gran gira por Hispanoamérica, le permite alcanzar el disco de oro en Venezuela, Chile, México y, naturalmente, España, sobre todo por la canción «¿Quieres ser mi amante?», que también resultó nominada para los Grammy.

«Jesucristo Superstar»

El año 1975 fue clave para la carrera de Camilo Sesto. Primero, porque edita un nuevo álbum que contiene éxitos fulminantes como «Jamás» o «Melina». Y, después, por el estreno de «Jesucristo Superstar», un auténtico espaldarazo a su carrera. Se trataba de un musical creado por Tim Rice y Andrew Lloyd Webber pensado inicialmente tan solo como disco, luego como musical en el West End londinense y posteriormente como película. Camilo compró los derechos para España y lo llevó al Teatro Alcalá Palace de Madrid, como productor. Un desafío que le costó 12 millones de pesetas de las de entonces. Una auténtica fortuna y una apuesta económica arriesgada.

La obra se estrenó el 6 de noviembre del 75 con Camilo como Jesucristo, Angela Carrasco como María Magdalena y Teddy Bautista como Judas. Quedaban tan solo catorce días para que muriera Franco y la obra estuvo a punto de suspenderse por los ataques ultras, que la veían como un posible sacrilegio. Pero fue un éxito indiscutible y Camilo, pese a sus compromisos profesionales, la representó durante cuatro meses consecutivos con llenos totales.

Al año siguiente, 1976, Camilo reinicia su carrera propia y edita el álbum «Memorias», que produce personalmente, con la colaboración de Teddy Bautista, que busca un enfoque más rockero para alguna de las canciones como «Solo tú», con unos registros agudos que envidiarían las mejores voces del heavy rock universal. Ese mismo año Camilo, que había compuesto algunas canciones como «Amor… amar» con la colaboración de Lucía Bosé, compone dos canciones para su hijo Miguel Bosé, al que produce su primer disco.

Retirada

Los éxitos continúan, pero en 1987, ante la general sorpresa, Camilo Sesto anuncia su retirada. Y da un motivo humano que todo el mundo comprende: quiere ver crecer a su hijo y esa vida de giras constantes, televisiones y estudios de grabación no le permite dedicarse a ser padre, que es lo que más deseaba. Su club de fans había calculado que Camilo Sesto había realizado más de 5.000 conciertos a lo largo de su carrera y había dado montones de veces la vuelta al mundo. Conocedor de su enorme popularidad en España, que no le iba a permitir llevar una vida retirada, decide instalarse en Miami. En esos primeros años de retirada, alterna Miami con su casa en el pueblo madrileño de Torrelodones y apenas aparece en público.

Los siguientes años los alterna con giras por América y períodos de retirada. Es perseguido por la prensa y los fans de todo el mundo. Recibe homenajes y distinciones, pero sigue semirecluído en su casa y sus apariciones públicas son fugaces. Ayer nos dejó para siempre y lo ha hecho sin hacer ruido. Aunque será imposible contener la emoción, los mensajes, las oraciones y los llantos que se elevarán en estos días recordando tantas y tan buena canciones.

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