Así afectará la legislación europea a los Derechos de Autor

El Parlamento Europeo somete hoy a votación una reforma de la Directiva sobre el mercado digital

El lobby de las plataformas tecnológicas presiona para que la UE no apruebe la legislación. En la imagen el mensaje de wikipedia, parte de ese lobby ABC

Nacho Serrano

La Comisión Europea ha desarrollado una estrategia para regular los derechos de autor en el mercado único digital, que hoy pasa por una votación clave en el Parlamento Europeo que, según la Unión Fonográfica Independiente (UFI), «determinará la forma en que descubramos y escuchemos la música en los próximos años». Pero, ¿cómo afectará esto en la práctica a los creadores, y a la libertad de difundir y compartir sus obras?

¿Qué se vota?

Se vota el núcleo de la Directiva sobre derechos de autor en el mercado único digital. Es una ley que luego se deberá transponer en los Estados miembros y que contiene un artículo en el que se regula la responsabilidad de los servicios para compartir contenidos de Internet en plataformas como YouTube.

¿Por qué es importante para artistas y creadores?

La Directiva pretende adaptar los derechos de autor al entorno digital, teniendo en cuenta los nuevos comportamientos de los usuarios e introduciendo medidas para corregir los desequilibrios que la aparición de nuevos intermediarios ha provocado en el mercado, conocidos como «brecha de valor». Por ejemplo, cuando un anónimo sube a YouTube un vídeo con música sin permiso de su autor, vulnera su derecho a recibir dinero por ello. La mayoría de plataformas como Spotify, Deezer, Apple Music tienen que pedir permiso antes de obtener los contenidos y en esa negociación se establece el precio que se recibe a cambio. YouTube se ampara en otra directiva del año 2000 para decir que es un mero alojador neutro y por tanto no tiene obligación de licenciar. Pero, como señala la portavoz de la Unión Fonográfica Independiente (colectivo nacional perteneciente a la asociación europea de discográficas independientes, Impala) Noemí Planas, «es patente que hace mucho más que eso: lista, recomienda, y sobre todo pone publicidad en los contenidos y gana millones con ello. Durante varios años ni siquiera pagó a los músicos, y cuando lo hizo fue bajo sus términos, con condiciones mucho peores que estos otros servicios de streaming. Se calcula que paga 16 veces menos, cuando tiene muchísimos más usuarios. La nueva Directiva pretende cambiar esta situación y obligar a estas plataformas a sentarse a negociar».

¿Cuáles son las medidas que impulsa la Directiva?

Las plataformas tendrían que negociar licencias con los titulares de derechos, y adoptar medidas técnicas apropiadas para proteger dichos contenidos y reducir esa «brecha de valor».

¿Por qué se pide que las plataformas sean las responsables de la protección de los contenidos con derechos de autor?

YouTube se ampara en una Directiva del año 2000, según la cual sería un alojador neutral de contenidos. Pero como señala Planas, gana dinero con ellos así que debería responsabilizarse de su protección. «Hay artistas que eligen no tener su repertorio en Spotify o Deezer, ¿y qué sucede? Que lo retiran de esas plataformas. Pero como cualquiera puede subirlo a YouTube sin impedimentos, el creador tiene que estar continuamente vigilando para enviar peticiones de retirada. Es injusto para el artista y una competencia desleal para estas otras plataformas que operan con la autorización de los titulares».

¿Qué ocurre si la reforma no sale adelante?

La Directiva volvería a la Comisión JURY, donde se debería encontrar un nuevo acuerdo con un ponente nuevo, probablemente de un entorno hostil con los derechos de autor.

¿A quién le interesa el rechazo a la reforma?

Las grandes tecnológicas no quieren que se apruebe. Además, desde la UFI aseguran que «se ha demostrado que Google ha estado influenciando a académicos durante años y que financia campañas de desinformación» respecto a las políticas de corrección de la «brecha de valor».

¿Cuáles son los «bandos» en este conflicto?

Se afirman que los contendientes en la lucha por la eliminación o mantenimiento de la «brecha de valor» son las grandes tecnológicas y las multinacionales discográficas. Pero Planas apunta que «se está olvidando que también es la lucha del sector de la música independiente de Europa, que es una constelación de cientos de miles de microempresas y artistas autoeditados que generan más del 80 por ciento de los nuevos lanzamientos musicales, de los empleos y de las inversiones en el sector».

¿Se perderían libertades en la Red?

Un sector de los internautas considera que la reforma supondría una pérdida de libertades en la Red, pues «los contenidos tendrían que pasar un filtro de censura» que podría «suponer la prohibición de portales como Wikipedia, o incluso de los memes». Los defensores de la reforma aseguran que éstos seguirán cubiertos por las excepciones de derechos existentes (parodia, crítica, cita, etc). Además, «las herramientas de filtrados identifican contenidos protegidos por derechos de autor, no usuarios».

¿Qué papel juegan las otras plataformas de streaming?

La falta de regulación les afecta directamente, porque mientras la gente pueda escuchar la música de forma gratuita en YouTube es más difícil que compre una suscripción mensual a Spotify. Sin embargo, no se han manifestado de forma clara al respecto.

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