Yosi: «Yo quería cantar como Bon Scott»

Dos son las cosas que conducen a la fama y a la inmortalidad: las acciones y las obras. Obras son infinitas las que pasaron a la inmortalidad, pero de Bon Scott tengo que decir que pasó a la inmortalidad por las acciones. Una en particular. Al menos en lo que a mi experiencia respecta. Porque de las acciones es inmortal el recuerdo y las obras son en sí mismas inmortales. Pero vayamos a la acción de Bonn Scott.

Estaba con Miguel «El Rata» y «Pipo» en El Black, el local más «pijo» de Santiago, pasándolo bien con algo que en aquella época, los años setenta, era la diversión máxima: bailar tocando guitarras virtuales. Y sonó AC/DC. De repente escuché unas guitarras brutales.

Pero entonces me olvidé de las guitarras -sobre todo de la virtual-, y escuché la voz. Y descubrí cómo me hubiera gustado cantar a mí. En aquel momento me di cuenta de que quería cantar como Bon Scott. A partir de entonces empecé a seguir al grupo. Su voz era lo máximo. Pero volvamos a las acciones… Cayó en mis manos una grabación de un concierto en París, Bon Scott se comía todo; su voz se comía todo. Sonaba «Let there Be Rock». ¡¡¡Hasta que se le rompen los pantalones!!! Al poco tiempo leí que se había matado: no anduvo con mariconadas, se mató con alcohol.

Después de esto y de ver a un chavalito como loco correteando por el escenario y colgándose de los equipos de cabreo me compré una Gibson SG, me empecé a colgar yo también de los equipos pero, en lugar de alcohol, opté por llevar un pantalón de repuesto a cada uno de mis conciertos. Es que yo quería cantar como Bon Scott… Luz, sonido, batería, guitarras: rock and roll.