Poesía

Javier Salvago: «No tengo la necesidad de escribir más poesía»

El autor sevillano recopila toda su producción poética de versos en «Variaciones y reincidencias», publicado por Renacimiento

El escritor sevillano Javier Salvago Vanessa Gómez

Jesús Morillo

A Javier Salvago (Paradas, 1950) le sale la sonrisa irónica cuando se le recuerda su inclusión como uno de los autores destacados de la que se denominó « poesía de la experiencia ». «¿Experiencia?, claro que sí, cómo vas a escribir poesía sin experiencia», afirma mientras disfruta de un té. Porque más que esa etiqueta, que hacía referencia a la vuelta en los años 70 a una poesía más directa, coloquial y centrada en la subjetividad, a este autor lo define mucho mejor la cita de Juan Ramón Jiménez que sirve de pórtico a sus poesías completas, editadas bajo el título «Variaciones y reincidencias (Poesía 1978-2018)», por la editorial sevillana Renacimiento .

«No se trata de decir cosas chocantes, sino de decir la verdad sencillamente, la mayor verdad y del modo más claro posible y más directo», escribió el de Moguer. «Eso resume mi poética », explica este autor, que entiende la poesía como «alquimia» , como un «proceso que, al igual que los alquimistas, pretende convertir los viles metales en oro. Un proceso de descubrir la esencia de lo que hay detrás, la esencia de lo mío, de la vida, del mundo... a base de repetir y repetir. Como decía Juan Ramón Jiménez, la depuración constante de lo mismo. No decía más lejos, sino más hondo ».

Por esa depuración constante de los mismos temas, los ocho libros de poemas publicados que recopila este volumen, al que se suma el inédito «La vejez del poeta» con versos de los últimos años, los ve Javier Salvago como «capítulos de un solo libro. El título no está ahí porque sí, sino porque este es un libro de reincidencias y variaciones, porque la vida es reincidente, hay unas cuantas experiencias que se repiten continuamente, y de variaciones, que son las que aportan el paso del tiempo. El libro permite ver toda la evolución del pers onaje, las variaciones a lo largo de cuarenta años».

Esa evolución se aprecia en la poesía de un autor que reconoce también como sus referentes, como cita en algunos de sus poemas, a Manuel Machado , Jorge Luis Borges ... «Son los poetas en los que más me reconozco y en los que yo reconozco mi voz. Pero, como todo el mundo, he tenido etapas, de Rimbaud , de Walt Whitman , de dadaístas... y de alguna forma todo eso está dentro de mi poesía. Esos poetas a los que cito me sirven no tanto para descubrir mi voz sino para que la acepte, por ese prurito de modernidad, de querer ser distinto y, sobre todo en 1968, por ser una época en que todo eran cambios, progresía, vanguardismo ... Uno escribía entonces y decía: “esto suena a Manuel Machado, a poesía clásica”. De algún modo lo rechazaba, pero después decía que eso no era antiguo, sino muy bueno. De hecho, muchos de esos experimentos de vanguardia se han quedado antiguos, cuando Antonio Machado no va a ser antiguo nunca».

«La poesía me ha servido a mí para curarme de la poesía, de la fantasía, de la mala palabrería...»

A partir de ahí, Javier Salvago fue cimentando su propia voz poética, dentro de una generación de autores con los que comparte temas y poéticas, y a la que el propio autor cita por sus nombres de pila en otro de sus poemas: Abelardo (Linares), Juan Luis (Panero), Paco (Brines), Fernando (Ortiz) y Eloy (Sánchez Rosillo) .

Generación

«Esa es la generación en la que me reconozco, con matices y diferencias. Es la poesía en la que yo me siento a gusto, que entiendo, que leo, que comprendo y me gusta».

A partir de ahí, el escritor de Paradas inició una carrera poética que tuvo su debut en «La destrucción o el humor» (1980), al que fueron siguiendo poemarios de forma más o menos regular, hasta «Ulises» (1996), al que siguió un silencio de más de una década, hasta que publicó «Nada importa nada» en 2011.

Ese silencio responde a que «estaba muy centrado en el trabajo de guionista . Estaba tan metido escribiendo por obligación que no me quedaba tiempo para hacerlo por necesidad interior. Coincidió cuando recopilé por primera vez todas mis poesías en 1997 en un volumen. Me quedé bastante tranquilo y no tenía una gran necesidad de seguir escribiendo. Además, al mismo tiempo estaba el trabajo de guionista para un personaje como Jesús Quintero , quien exigía una cierta poética en los textos. Yo machacaba cuestiones en el trabajo que podrían ser para mí, pero que luego no volvía sobre ellas porque volver a usarlas no me parecía leal ni elegante».

Más allá de ese paréntesis, la evolución de la poesía de Javier Salvago puede trazarse desde unos inicios más líricos, centrados en la poesía amorosa... pero sin renunciar nunca a un cierto escepticismo , que se irá intensificando con los años hasta convertirse en un poeta más sentencioso y reflexivo , que encuentra en el paso del tiempo el centro de unas preocupaciones que pasan también por la propia reflexión sobre la obra. «Ay, poesía,/cómo me he complicado/por ti la vida», resume ilustrativamente en uno de sus últimos poemas.

«Este verano me di un año para escribir una novela y al mes y medio ya tenía un borrador de 180 páginas»

«Para mí la poesía ha sido un proceso de despoetización . Me he ido despoetizando a medida que he ido ejerciendo de poeta y practicando la poesía. La poesía me ha servido a mí, y lo digo en uno de los poemas finales , para curarme de la poesía, de la fantasía, de la mala palabrería...».

Porque la producción poética de Javier Salvago parece haber llegado prácticamente a su fin con la publicación de estas poesías completas , según reconoce. «Yo creo que he llegado al final de mi vida poética, porque, lo digo sin ningún dramatismo, he dejado de creer en la vida o, por lo menos, en el juego de la vida . Y si no crees en el juego de la vida difícilmente vas a poder escribir poesía que, al fin y al cabo es expresión de la vida, con lo bello y lo feo, lo bueno y lo malo».

Último libro de poemas

Por ese motivo, este autor afirma que «este es mi libro de poemas, al que puedo añadir dos o tres poemas más... pero no voy a publicar más libros de poesía, no tengo la necesidad de escribir más poesía . O hay un cambio o no creo que escriba mucha más poesía o escribiré poemas de descreimiento, pero ese tipo de poemas son muy poco poéticos. La poesía se me está agotando , se me está agotando el tema, el interés, la emoción...».

En consecuencia, Javier Salvago se ha centrado en los últimos años más en la narrativa, con la publicación de un libro de aforismos y tres de relatos . Además el pasado verano se embarcó en «algo que pensaba que nunca iba a escribir, porque en prosa soy un escritor muy impaciente y al que le gusta escribir en corto, porque cuando comienzo una historia necesito saber inmediatamente cómo termina. Pero este verano me dije que me iba a dar un año para escribir una novela y al mes y medio ya tenía terminado el borrador de 180 páginas. Ahora estoy corrigiéndola. Voy mandarla a un premio , que no voy a ganar, pero con idea de que la puedan publicar, porque tiene la opción de hacerlo con las novelas que les interese. Me interesa una editorial potente , porque, si no, no se entera nadie».

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