Novedad editorial
La Fundación Lara presenta una biografía sobre Moratín y una obra sobre poetas cuyos padres fueron a la guerra
David Félix Fernández Díaz (Premio Antonio Domínguez Ortiz de Biogrfías 2021) y José Jurado Morales (Premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos 2021) dan a conocer sus obras
La Fundación José Manuel Lara ha presentado este lunes en la sede de la Fundación Cajasol las obras ‘Leandro Fernández de Moratín. El ilustrado errante’ , de David Félix Fernández Díaz (Premio Antonio Domínguez Ortiz de Biogrfías 2021) y ‘Soldados y padres. De guerra, memoria y poesía’, de José Jurado Morales (Premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos 2021).
Según ha comentado el editor de ambos ensayos, Ignacio F. Garmendia , «son dos libros excelentes en su género». «El de David Félix Fernández Díaz es la biografía más completa hasta la fecha sobre Moratín . Está dedicada a Anna Caballé , que es la gran historiodora biográfica de España». Asimismo comenta que esta obra « aporta una visión de Moratín muy alejada de los estereotipos del dramaturgo neoclásico y nos lleva al personaje real, todo muy ligado con el texto histórico (Aranda, Jovellanos, Goya, Godoy, etc.)». Igualmente, el editor de la Fundación Lara dice que esta obra habla también «sobre el drama de los emigrados a Francia . Esa generación del siglo XVIII es muy actual. Por eso el libro traza muy bien el contexto y el personaje sin estereotipos».
Garmendia ha destacado también ‘Soldados y padres. De guerra, memoria y poesía’, de José Jurado Morales, al describirlo como «un libro esclarecedor que analiza la obra que nueve poetas le dedicaron a sus padres, que combatieron en la guerra civil». Igualmente ha subrayado que «la imagen de la cubierta es una foto inédita del padre de Jacobo Cortines, Jacobo Cortines Pacheco . Es un libro extraordinario con un apéndice fotográfico excelente y una obra necesaria con un excelente análisis de poemas. De hecho, los poetas Jorge Urrutia y Miguel d'Ors han valorado esa mirada limpia y sosegada que ofrece esta obra en un momento como este tan tóxico y envenenado».
Durante su intervención, David Félix Fernández Díaz ha resaltado que en el caso de Leandro Fernández de Moratín, « vida y obra van de la mano . La obra de Moratín se suele reducir al teatro neoclásico, que tiene que ver poco con su vida. Fue un ilustrado convencido con esperanza. Pensó que España se podría enderezar en la segunda mitad del siglo XVIII». Además, ha destacado que este autor fue «un grandísimo observador y prosista. En la ‘Comedia nueva’ y en ‘El sí de las niñas’ se ve a un escritor que fue uno de los grandes prosistas de la literatura española ». También ha subrayado que «la ilustración ha quedado olvidadada entre el barroco y el romanticismo. Fue un periodo menos original que otros y lleno de prejucios, pero gracias a autores como Domínguez Ortiz o Julián Marías se ha valorado más la ilustración ».
Moratín, un amante de la vía moderada
Preguntado sobre qué lugar de la política actual ocuparía Moratín, Fernández Díaz indica que «era un conservador moderado». «Hoy en día no sé por qué camino hubiera tirado, pero él detestaba los extremos y cultivó la vía moderada» .
Por su parte, José Jurado Morales ha comentado que «mi libro parece que trata de la guerra civil, pero en verdad trata sobre cada uno de nosotros, que ha heredado una historia de la guerra civil. Es una obra sobre la memoria heredada que cuentan los hijos de los protagonistas. No podemos saber quiénes somos sin saber quiénes fueron nuestros abuelos ».
Entre los poetas que ofrecen retratos de sus padres, que combatieron tanto en el bando nacional como en republicano, destaca la presencia de Joan Margarit , Jane Durán , Jorge Urrutia, Jacobo Cortines, Miguel d'Ors, Pere Rovira , Andrés Trapiello , Antonio Jiménez Millán y Julio Llamazares . «Muchos herederos de la guerra han escrito novelas y ensayos sobre sus padres, pero a mí me interesaban más los poemas que se han escrito porque un poema exige una selección por parte del poeta, que elegirá la gran batalla en la que participó su padre. La poesía reduce la memoria a lo esencial, mientras que novela y ensayo abren ramas. En un poema lo que importa es el impacto, lo simbólico y lo emocional. De ahí que todas las palabras que se usan estén muy medidas. Esos poemas descubre algo dentro de mí que yo no sabía que tenía».
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