NOVELA

Fernández Mallo: «Escribo para desarrollar mi poética, el lector me da igual»

El escritor presentó en Sevilla «Trilogía de la guerra», con la que ganó el Biblioteca Breve

El escritor Agustín Fernández Mallo fotografiado en la Alameda de Hércules M. J. LÓPEZ OLMEDO

JESÚS MORILLO

Dos posibles autores que pueden ofrecer pistas a los que no conozcan aún a Agustín Fernández Mallo —paradigma de la llamada generación Nocilla o Afterpop — pueden ser Jorge Luis Borges y Enrique Vila-Matas . A ambos ha rendido homenajes explícitos en «El hacedor (de Borges), Remake», que María Koda ma consiguió retirar de la circulación y por el que se pagan sumas astronómicas en internet, y en «Nocilla Lab» , donde introduce una conversación con el autor de «El viaje vertical» en una plataforma petrolífera.

Con estos autores y con otros que van del francés Georges Perec al argentino Rodrigo Fresán , Fernández Mallo comparte una escritura que se caracteriza por la huida del realismo y la linealidad en el relato, el uso de la cita culta , apócrifa o no, y con referencias que van de la filosofía a la ciencia , así como su combinación con apropiaciones de la cultura popular , fragmentación, intertextualidad ... Todos estos rasgos dan cuerpo a una de las obras literarias de un autor español que más han dado que hablar en los últimos años.

Esas citas y referencias meta y extraliterarias le permiten a este autor trazar mapas literarios que cristalizan ensayos, poemas y narraciones. «Yo pongo la literatura en contacto con otros muchos lugares y cuestiones de la sociedad contemporánea y de consumo . Ahí es donde está el supuesto hallazgo, el colocar esas citas cultas o no en conexión con algo que no tiene nada que ver con la literatura y de un modo natural, no forzado».

Ese estilo de Fernández Mallo que cristalizó en la trilogía del «Proyecto Nocilla» evoluciona hacia una mayor ambición en «Trilogía de la guerra» (Seix Barral), con el que ha entrado en la nómina de autores que han ganado el premio Biblioteca Breve , entre los que se encuentran Luis Goytisolo , Vargas Llosa y Juan Marsé , entre otros.

«Es un premio que viene a apuntalar algo, a consolidar toda una poética. Ricardo Menéndez Salmón que estuvo en el jurado, dijo que se premiaba una poética que una persona inició hace veinte años sola y que crea un mundo propio . Pero, además, es otro tipo de novela. Cuando escribí el “Proyecto Nocilla” yo no sabía escribirlo, lo aprendí escribiéndolo. Cuando termino, podría seguir esa fórmula, pero ya no quiero, porque ya sé hacerlo , ya no me dice nada. Durante estos cinco o seis años he estado desarrollando esta novela, porque tampoco sabía escribirla. Ahora ya sé y lo que haga ahora será otra cosa».

«La red social más grande que ha existido no es la red de internautas, sino la que tenemos los vivos con los muertos»

Porque este autor parece compartir esa necesidad de cambio continuo que David Bowie , convirtió en una constante en su obra. «Es una ética poética. Cuando lo has aprendido y escrito, si te ha salido bien, ya te aburre repetir. Yo escribo para desarrollar mi propia poética, mi mundo , no pensando en el lector. A mí el lector me da igual .Si le gusta, bien, y si no, mala suerte».

De Sebald a Bowie

«Trilogía de la guerra» hace referencia a tres conflictos: la Guerra Civil española, a través de la isla penal de San Simón ; la guerra de Vietnam , vista a través de los ojos alucinados de un astronauta que es una metáfora monstruosa y «lynchiana» de la decadencia de Estados Unidos ; y las playas de Normandía que recorre una mujer en un trayecto paralelo al de W. G. Sebald en «Los anillos de Saturno» y donde la llegada de refugiados se superpone a las huellas del desembarco protagonizado por los aliados en la II Guerra Mundial .

Un puzzle de casi 500 páginas con piezas como Dalí , el Turín de Nietzsche , «Las Meninas» , el grupo «indie» Sparklehorse , el poeta Carlos Oroza , David Lynch , el propio Bowie...

Más allá de la guerra, el hilo que une las tres partes de la novela es la idea de que la mayor red social que existe es la que une a los vivos con los muertos. «Esa idea , aunque no está verbalizada, ya está en San Simón: que los muertos nunca se han muerto del todo y que los vivos no lo estamos del todo, y que la red social más grande que ha existido no es la red de internautas, sino la que tenemos con los muertos».

«Es inseparable del ser humano. Cuando no hacemos la guerra, la trasladamos a una especie de secularización, como los juegos, del fútbol al ajedrez»

El recorrido incluye otras líneas de fuerza, que van desde la decadencia de Estados Unidos desde la II Guerra Mundial o el hecho de que el conflicto sea « inseparable del ser humano , porque cuando no hacemos la guerra, la trasladamos a una especie de secularización, como los juegos, del fútbol al ajedrez. La reciente crisis económica que hemos pasado y de la que no hemos salido en Europa, vuelve a representar la lucha del protestantismo del norte con el catolicismo del sur ».

Este recorrido por la historia del siglo XX parece trazarlo este autor en paralelo al ángel de la historia de Walter Benjamin , quien proponía revolver entre los escombros del pasado para narrar un relato diferente al de los vencedores.

«De la excelencia, que hay que conocerla, nada se puede obtener por definición. Lo que me interesa de leer otros autores, de ver cuadros o ver películas son los flecos, los residuos, los escombros , lo que no llegó a entenderse, lo que parecía basura... pero ahí hay algo y eso tiene que ver con el ángel de la historia de Benjamin en un sentido, porque son los escombros de un intento de construcción que no llegó a culminar y eso es lo interesante».

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