Feria del Libro de Sevilla: un arranque con buenas previsiones

Afirma un librero sevillano que su gremio con el tiempo es como el de los agricultores: nunca están contentos con él. Porque tanto para el campo como para la Feria del Libro el pronóstico meteorológico es una preocupación, ya que, en el segundo de los casos, puede influir determinantemente en una mayor o menor afluencia de público a la Plaza Nueva, que hasta el 28 de mayo se convierte en el epicentro de la fiesta del libro en Sevilla. Ayer los libreros y editores estaban contentos: el tiempo era fresco y parece que continuará así en los próximos días, un hecho que garantiza público y que puede traducirse en ventas en un sector especialmente castigado durante la crisis.

«Durante los últimos diez años los libreros han visto una caída de las ventas del 40%», explica el director de la Feria del Libro, Javier López, quien señala que al menos las ventas han ido remontando desde el año pasado, cuando el certamen cerró con un incremento de ventas de entre el 2 y el 3%. Esta subida «no compensa» esa bajada, reconoce, pero se está viendo luz al final del túnel. Esa luz, explica López, tiene que ver con la creación de nuevas librerías tras algunos cierres tan sonoros como el de la cadena Beta. Son establecimientos como Isla de Siltolá, Casa Tomada y la Botica de Lectores, los tres con expositores entre los 39 que componen la Feria, y otras como Caótica, surgida tras el cierre de la Extravagante, y Un Gato en Bicicleta, con nueva vida en la calle Pérez Galdós. «Se ha abierto el abanico. No es lo mismo una librería que otra.Como lector prefiero esta situación con librerías independientes con modelos muy diferentes», señala López.

Rafael Rodríguez es uno de los tres exempleados de Beta que ha abierto la Botica de Lectores en Los Remedios y que se estrena con su nuevo establecimiento en la feria. «Venimos con mucha ilusión», explica Rodríguez mientras desembala libros y da los últimos retoques a su expositor en la mañana de ayer.

«Hemos traído una selección de libros que muestra lo que somos: una librería generalista. Además, tenemos numerosas firmas de autores en la feria», explica el librero. Hoy, sin ir más lejos, la de Santi Balmes, el cantante de Love of Lesbian que firmará libros a las seis de la tarde, antes de actuar por la noche en el Interestelar.

Esperanza Alcaide, de la librería El gusanito lector de la calle Feria, es una veterana del certamen y ahora es presidenta de la Asociación Feria del Libro de Sevilla. Esta librera también está pendiente de los últimos envíos que le han llegado, mientras muestra muy satisfecha el volumen de «Microrrelatos» que acaba de editar con la editorial sevillana Triskel y que recoge los distinguidos en las tres ediciones del concurso de su librería.

Libreros y editores

Defiende que pese a la cantidad de horas que implica llevar una librería, que requiere esfuerzo físico —con el trasiego habitual de cajas— y mental, este es uno de los «gremios más felices». Por ello y pese a las dificultades de los últimos años, esta librera encara la feria con «expectativas», por cuanto presenta una programación «muy potente, como hacía mucho tiempo».

Otros veteranos de la feria pero que en esta ocasión concurren como debutantes son Manuel Rosal, que trabajó en la Fundación José Manuel Lara y ahora es uno de los editores de Athenaica; y David González Romero, con trayectoria en Almuzara y Berenice, y desde hace un año está el frente de El Paseo. Ambos sellos comparten expositor.

Athenaica publica textos universitarios y ensayos sobre filosofía, filología, economía, cine, flamenco... La feria les ha permitido, señala Rosal, que de repente «veas todos tus libros juntos, algo difícil de ver en una librería, y ves la reacción del público ante ellos. Nosotros tenemos muchas líneas y al ensayo pueden ser sensible cualquier lector culto».

Por su parte, El Paseo combina literatura popular, como las obras de Julio Muñoz Gijón o los cómics de Jeffrey Brown, con alta literatura como Washington Irving y Silverio Lanza. «No creo ni en crisis ni en burbujas, que no son más que definiciones macroeconómicas. Lo importante es hacer un proyecto el que puedas creer», explica González Romero.

Porque, sobre todo, se trata de libros se sea editor, librero, escritor o lector. Muchos de estos últimos comenzaban ayer a darse cita pasadas las siete de la tarde en la Plaza Nueva, un lugar estos días para curiosear, mirar y comprar en los expositores, pero, sobre todo, para hacer bueno el lema de una edición dedicada al fomento de la lectura: «Leer es ver más allá de las páginas».