Ian Gibson, fotografiado en Barcelona
Ian Gibson, fotografiado en Barcelona - EFE

Ian Gibson: «Lorca lo hizo todo en veinte años»

En el 80 aniversario de la muerte de Lorca, Gibson revisa estilísticamente la «Vida» lorquiana y revisa su biografía del poeta granadino

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Ian Gibson (Dublín, 1939) tenía dieciocho años cuando dio con el «Romancero gitano» de Lorca en una librería de viejo dublinesa. El «Romance sonámbulo» y los estudios hispanistas en el Trinity College arreciaron su interés por el poeta. A la publicación en 1971 de «La represión nacionalista de Granada en 1936 y la muerte de Federico García Lorca» (Ruedo Ibérico) siguió la biografía «Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca» (1985-1987), «Lorca-Dalí. El amor que no pudo ser» (1999), «El hombre que delató a García Lorca» (semblanza de Ramón Ruiz Alonso), «Luis Buñuel. La forja de un cineasta universal» (2013) y «Poeta en Granada. Paseos con Federico García Lorca» (2015).

En el 80 aniversario de la muerte de Lorca, Gibson revisa estilísticamente la «Vida» lorquiana -«escribo mejor que hace treinta años»- y recoge los «Recuerdos míos» (2002) de Isabel García Lorca.

Ese libro póstumo, complemento de «Federico y su mundo» (1980) de Francisco -el hermano del poeta-, arroja más luz sobre las estancias veraniegas en Asquerosa: «Lástima que su hermana Concha muriera en accidente de coche sin dejar una aportación sobre lo ocurrido en Granada en 1936».

La reedición se enriquece con dos ensayos de Carlos Jerez Farrán acerca de la homosexualidad del poeta: «Un Lorca desconocido. Análisis de un teatro ‘irrepresentable’» (2004) y «La pasión de San Lorca y el placer de morir» (2006); en cuanto al diario de Carlos Morla Lynch «En España con Federico García Lorca» (2008), Gibson lamenta que sólo contemos con una cuarta parte: «el resto permanece guardado sigilosamente por las herederas del diplomático chileno».

Otra fuente -las cartas que Lorca remitió desde Nueva York a Rafael Martínez Nadal- sigue en el limbo: «Cuesta trabajo creer que Martínez Nadal destruyera por razones de pudibundez», añade. El historiador destaca también el «Epistolario completo» de Lorca y las cartas de doña Vicenta a su hijo que publicó Víctor Fernández. Con ocho tomos de notas archivados en Fuentevaqueros, Gibson sigue preguntándose cosas sobre Lorca: «Lo hizo todo en veinte años, entre 1916 y 1936. En sus escritos de juventud ya se manifiesta el sino de toda su obra posterior: el amor que se busca y no se encuentra».

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