ABC PARA UNE

Enfrentarse al pensamiento americano

Ayn Rand y Steve Ditko, la fundadora del Objetivismo y el co-creador de Spider-Man, son dos personajes clave para comprender las conexiones entre el pensamiento americano y la cultura popular, una realidad certeramente reflejada en «La rebelión de Ayn Rand y Steve Ditko. Poder y Responsabilidad», de Héctor Caño Díaz (UC-UCLM, 2019)

José An. Montero

La principal constatación de estas últimas elecciones americanas es que los europeos medios seguimos ignorando muchos de los mecanismos intelectuales de la mente norteamericana. Instalados en nuestra atalaya de sabiduría, gran parte de la intelectualidad europea siempre ha considerado Estados Unidos como un país infantilizado y dibujado en trazo grueso, del que más allá del show business, apenas merece la pena conocer un puñado de nombres como Chomsky, Allen o Auster

De otro modo, es imposible comprender el desconocimiento general y el escaso interés que ha tenido en España el pensamiento de Ayn Rand , no sólo sus ensayos, sino novelas como  «El manantial» «La rebelión de Atlas» , considerada una de las novelas más influyentes del último siglo en Estados Unidos, con más de treinta millones de ejemplares vendidos. Una obra literaria tachada por muchos críticos europeos de mediocre y de un pensamiento filosófico calificado de burdo, en el mejor de los casos, pero que cuyas novelas son tan perdurables e influyentes y han contribuido a la literatura americana del siglo XX como  «El guardián entre el centeno» «El gran Gatsby»  o  «En la carretera»

La obra de Ayn Rand es una magnífica puerta por la que acceder al pensamiento propiamente americano y más radicalmente contrario a cualquier forma de colectivismo, defensor a ultranza del individualismo superlativo, del egoísmo racional y de un capitalismo sin trabas ni barreras, casi un liberalismo utópico. La rebelión de Ayn Rand« y Steve Ditko. Poder y Responsabilidad», de Héctor Caño Díaz editado conjuntamente por la Universidad de Cantabria y la Universidad de Castilla-La Mancha se convierte en la brújula por la que transitar por el universo de Ayn Rand, tanto en su primera etapa literaria como en el pensamiento objetivista que desarrollará desde 1961 hasta su muerte en 1982. 

Un acercamiento a la obra de Rand permite superar la visión reduccionista de una Norteamérica azul y roja sin matices, para descubrir algo tan obvio como que la pluralidad de pensamientos sobre la vida, la economía o la religión convergen necesariamente en una amalgama de intereses bajo la sombra de los gigantescos paraguas de dos partidos dominantes que se alternan en el poder, pero en cuyo interior se refugian multitud de corrientes diversas. 

En esta batalla subterránea por el alma y el pensamiento de la nación americana juega un importante papel la correa de transmisión de la cultura popular. Frente a la tan arraigada tradición europea de separar apocalípticos e integrados y en oposición también al Superman analizado por Eco, sobre el que se apoya «todo un sistema de valores, a su modo bastante estable y universal», el objetivismo bañará con su pensamiento la cultura popular americana. Vestido con un ceñido traje, contorsionista y fibroso, frente a los apolíneos superhéroes de Marvel, Spider-Man nadará en dudas existenciales el rojo republicano y el demócrata azul en el que se transformaron el naranja y morado, colores elegidos originalmente por Steve Ditko co-creador del superhéroe y protagonista de la segunda parte de «La rebelión de Ayn Rand y Steve Ditko. Poder y Responsabilidad». 

Ditko, uno de los grandes del cómic americano, representa como nadie esa punta del iceberg del pensamiento objetivista cambiando con su personaje el paradigma del héroe norteamericano, que hasta entonces tan bien había representado Superman u otros superhéroes cuyo destino inevitable era salvar a la Humanidad. Spider-Man primero necesitará salvarse a sí mismo, esforzándose por elegir el mejor camino ético, comprometiéndose conscientemente, defendiendo su independencia y tratando de conquistar su verdadera libertad individual. Un hombre-araña que se aleja del tipo de heroísmo con tintes marcadamente imperialistas que había imperado en el Universo Marvel. Como afirmaba Neil Musset: «En muchos sentidos, Spider-Man es una alegoría, un cuento de hadas, de lo que Rand llamó la "moralidad del sacrificio", que ella (Ayn Rand) creía lo opuesto a la verdadera ética. Para la moralidad del sacrificio, el bien siempre es el bien de otros».

La filósofa de origen ruso y el dibujante americano que, dándose intelectualmente la mano, son claves para entender la cultura del éxito, que fomenta el ascenso económico de un país que ha ostentando la supremacía política del mundo durante el último siglo. Dos creadores que en palabras de Héctor Caño lanzaron un dardo certero al corazón del pueblo americano, tocando la fibra sensible del ciudadano estadounidense.

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