Emma Peña Tojo: «El amor siempre hiere»

La periodista de ABC recorre sus profundas cicatrices a través del tiempo en 'Herido', su primera novela

Emma Peña Tojo, periodista de ABC Matías Nieto Koenig

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Más de 14.000 desapariciones ocurren cada año en España. unas son intencionadas y se resuelven; otras, no. En el preciso instante en el ocurre una de ellas comienza 'Herido ' (a la venta en Amazon), la primera novela de la periodista de ABC Emma Peña Tojo . «Se trata de la guinda de la tarta, de una forma de atrapar al lector, porque hasta que te metes en la historia no se sabe muy bien por dónde va a salir», explica la autora.

El sopetón es incluso mayor para aquellos que siguen las desternillantes aventuras cotidianas que ella relata en su blog, 'Mi marido, mi familia y otros animales' ( https://mimaridomifamiliayotrosanimales.blogspot.com/ ). «Llegó un punto en el que me apetecía crear algo que se quedara, que perdurase. Así fue como me lancé a la novela», afirma la periodista, que asegura que el salto ha sido como una «montaña rusa de emociones. Tiene mucha complejidad. Pero bueno, ahí entré y de ahí ha salido 'Herido'».

Portada de 'Herido'

El doloroso adjetivo va unido a Martín , un administrativo sin aspiraciones laborales que navega entre un matrimonio que hace aguas, una ardiente aventura, los recuerdos de su primer amor fallido y su vecina de arriba. Porque la elección de un protagonista masculino tiene truco: «Es el más débil de toda la novela. En su vida son las mujeres las que tienen carácter. Son ellas las que le dirigen, las que tienen el poder y la fuerza. Las que le hacen disfrutar de la vida y las que le hieren , porque Martín tiene unas cicatrices terroríficas ya desde ese primer amor. Esa primera herida es la que marca realmente el resto de su vida porque le destroza », asevera Peña.

De cada una de esas muescas en la culata que recibe Martín sale una línea argumental y de tiempo , que Peña, acostumbrada a estructurar informaciones, entreteje hábilmente en sucesivos 'flashbacks' que recorren desde los años ochenta hasta la añorada normalidad prepandémica. «Son esenciales para ir viendo cómo varía su forma de ser , porque no tiene nada que ver», apunta la autora. A través de ellos se cuela la vida misma: amor, desamor, pasión, sexo, familia, amistad, dolor, muerte...

Lectora empedernida desde muy temprana edad («mis padres también leen muchísimo y ya en la adolescencia me colaba en su biblioteca e iba robando, que si Bukowski , que si los libros de 'La Sonrisa Vertical', que si Stephen King...», confiesa divertida), la escritora reconoce que cada uno de esos elementos está ligado a unos autores diferentes: «La muerte, a los de novela negra, como Fred Vargas o Pierre Lemaitre; en los sentimientos, pues a lo mejor hay más mujeres autoras como Isabel Allende, Dolores Redondo o Clara Sánchez, que saben definir más a los personajes».

En paralelo a los distintos Martines, se aprecia la evolución y las épocas de la otra gran protagonista de 'Herido': Madrid . «Soy muy gata y solo podía desarrollar esta novela en el entorno que yo conozco y más cuando hay esos viajes al pasado . La vida ha cambiado mucho, pero yo solo puedo ver esa evolución en Madrid, solo así lo puedo describir. Para mí es fundamental la ciudad. Hay muchos guiños, se recorre la Plaza de Olavide, el Parque de El Capricho ...», indica Peña.

Madrid

La novela salta de una época en la que solo existían teléfonos fijos, los niños jugaban en la calle y había una gran unión entre vecinos, hasta la actualidad, marcada por los móviles, la saturación del tráfico y unas urbanizaciones y parques en los que lo más sencillo es pasar desapercibido. «Cuando lee 'Herido', la gente de aquí se reconoce y se siente identificada con los lugares y con los tiempos », aclara la periodista.

Dos enclaves destacados, que se corresponden a otras dos debilidades de la autora, marcan la diferencia en ese entorno cosmopolita que acompaña a Martín a lo largo de los años: los bares y los cines. Con respecto a los primeros, «Madrid ha cambiado muchísimo y solo queda algún reducto de bar antiguo. Pero antes sí era habitual que la gente se acodara en la barra, se comiera un boquerón y que con la servilleta hiciera una pelotilla y la tirara al suelo . Esta ciudad siempre ha sido muy de tapas, de mucho comadreo y de moverse mucho. Tenía que salir reflejado y más en la época del 'flashback' de los ochenta y los noventa. No se entiende un joven que se mueva sin que tenga ese entorno», explica Peña.

Con respecto al Séptimo Arte, «en aquellos años ir al cine marcaba. No es como ahora que se estrenan muchas películas. Cuando llegaba a las salas ' El silencio de los corderos ' o 'Cuando Harry encontró a Sally', todo el mundo iba a verlas. Son filmes que quedan en la memoria de todos nosotros. Madrid además tenía la Gran Vía y Fuencarral con esos carteles enormes. Es cierto que soy muy cinéfila, pero también que marcó mucho en aquella época. Ir al cine se convirtió en toda una ceremonia ».

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