Cataluña con Ñ de España

En «Otra Cataluña», Sergio Vila-Sanjuán recorre seis siglos de cultura catalana en castellano

Carmen Laforet
Sergi Doria

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El nacionalismo no sabe qué hacer -aparte de ignorarla- con la cultura catalana en castellano. Si el catalán se presenta como «lengua propia», ¿deducimos que el castellano es «lengua impropia»? En «Otra Cataluña» (Destino), el periodista e historiador de la edición Sergio Vila-Sanjuán recorre seis siglos de cultura catalana en castellano, casi un centenar de autores. «El castellano es parte fundamental de la tradición cultural catalana. En las obras de Capmany, Balmes o Feliu de la Peña se reflexiona sobre la catalanidad», advierte.

Corría 1976 cuando la revista « Taula de Canvi » que dirigía Alfons Carles Comín planteó una encuesta sobre la cultura catalana expresada en castellano. La pregunta era sesgada: ¿Debía considerarse a los escritores en castellano como un fenómeno coyuntural a liquidar en la medida que Cataluña asumiera sus propios órganos de gestión política y cultural?

El afán por «liquidar» esa realidad lo refrendó Xavier Bru de Sala , director general en 1990 de Promoción Cultural de la Generalidad: las manifestaciones culturales en castellano, dijo, «no pueden ser consideradas parte integrante de la cultura catalana por un nacionalista… por ser fruto de una anormalidad y una excepcionalidad que no se deberían consolidar». Fenómeno coyuntural, elemento opresor identificado con 1714 y el franquismo, anormalidad, excepcionalidad… «El bilingüismo ‘excepcional’ de Bru de Sala se ampliaba muchos siglos a sus espaldas. Tantos que quizás se parecía sospechosamente a una constante», acota Vila-Sanjuán.

Ese no reconocerse en castellano del nacionalismo lo constató el autor un Sant Jordi del 97 en un encuentro con Jordi Pujol . Al valorar a Eduardo Mendoza , este replicó: «No és el mateix» («No es lo mismo») y zanjó la conversación. «La respuesta del President me inquietaba. ¿La tradición literaria catalana en castellano no era tan buena como la otra? ¿No era tan catalana? ¿Pertenecía a una segunda categoría?».

Una historia que se remonta incluso antes de Juan Boscán, situado en los manuales de literatura como el primer escritor catalán que escogió el castellano: «No arranca en el siglo XVI sino en el XV, tras el Compromiso de Caspe, con figuras como Enrique de Villena o Francisco de Moner», puntualiza Vila-Sanjuán. La primera novela catalana en castellano, « Triste deleytación », data de 1458. Y Boscán no es un caso aislado: «La producción cultural catalana en castellano resulta durante largo tiempo (al menos entre 1550 y 1850) absolutamente central en Cataluña», explica.

La extensa nómina de escritores, impresores, editores, cineastas y cantautores reunidos en «Otra Cataluña» desmiente la teoría de que el castellano se impuso en 1714 con el Decreto de Nueva Planta . «Cuando el Decreto de Nueva Planta la cultura catalana ya estaba castellanizada desde 1550», apunta el autor. De lo ocurrido en 1714 existen diversos puntos de vista, añade: «El del nacionalismo, que lo identifica con la pérdida de libertades, y también el de José Finestres o Ramón Lázaro de Dou que elogia a Felipe V por abatir el feudalismo. En el tricentenario de 2014, solo se escuchó a una parte del debate y no se invitó a especialistas como John Elliott », lamenta Vila-Sanjuán.

Las razones para escribir en castellano en Cataluña son diversas, subraya: «Unos autores porque es su lengua materna o familiar; otros, porque se han educado con ella; porque aspiran a mayor difusión de la que les brindaría la catalana; porque tienen más facilidad en su uso por falta de normativa en catalán; porque se identifican intelectualmente con la tradición hispánica; por razones coyunturales…»

La identificación de cultura y lengua catalana que impuso el Congrés de Cultura Catalana en la Transición se sostuvo con el pujolismo y el Tripartito: Montilla cedió la Cultura a Esquerra. Vila-Sanjuán no cree que el proceso trunque la hegemonía editorial barcelonesa en el libro hispanoamericano: «La coyuntura política no puede borrar seis siglos, aunque no podemos ignorar el cambio de sede de Planeta y la posible marcha de otras editoriales en caso de independencia».

Seis siglos de cultura catalana en castellano

Los siglos XV y XVII son de los cronistas: Antonio Lofrasso y Jerónimo Pujades; en el XVIII, la obra eclesiástica y académica: Francisco de Castellví, Antonio de Capmany, José Finestres; en el XIX, despliegue de la industria editorial y los grandes hombres de letras y polígrafos: Antonio Bergnes de las Casas, Manuel de Cabanyes, Félix Torres Amat, Pablo Piferrer, Jaime Balmes, Buenaventura Aribau, Rivadeneyra, Fernando Patxot, Manuel Milà y Fontanals, Francisco Pi y Margall. El siglo XX eclosiona la novela, la poesía, el teatro, el periodismo y la canción: Eduardo Marquina, Eugenio d’Ors, José Pijoan, Ignacio Agustí, Carmen Laforet, José María Gironella, Carlos Barral, Martín de Riquer… Realidad reafirmada y pujante en un siglo XXI de bestsellers con Carlos Ruiz Zafón o Javier Cercas.

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