CULTURA

Mari-Liis Velberg: «Es un sueño hecho realidad el poder experimentar el flamenco en Cádiz»

La bailora es profesora en una escuela de Estonia y actualmente se encuentra en la capital gaditana aprendiendo en el estudio de Lydia Cabello y en el curso de María José Franco San José

Mari-Liss Velberg, bailaora flamenca en Estonia. Barış Demirci (Espectáculo 'Lenguajes del Amor')
Esther Macías

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La pasada semana, con motivo del Día del Flamenco, la plaza de la Catedral de Cádiz se llenaba de compás, palmas y mucho arte. Gaditanas -de todas las edades- se concentraban para bailar la coreografía que preparó el artista El Junco. Más de dos centenares de bailaoras dispuestas a celebrar y reivindicar la cultura del flamenco con camisetas negras y claveles rojos en el pelo.

Las fotografías que se sacaron aquel sábado ponían muy difícil con cual quedarse. «Es muy importante no perderse de la tradición porque ahí es donde está la esencia, el mensaje, la base», que diría aquel.

Lo curioso llega entre la multitud de claveles y labios rojos. Ella es Mari-Liis Velberg, bailaora flamenca que llega desde Estonia. Porque ya sabemos que las culturas traspasan fronteras y, sin duda, el flamenco de Cádiz o de Jerez también navega por el Mar Báltico. Y viceversa.

«Siempre me ha gustado el movimiento y el baile, desde pequeña. En el caso del flamenco, al principio me fascinaron las maravillosas posiciones de las manos y los círculos de los dedos, me preguntaba cuál era su significado, cuál es la historia que están contando, esta expresión parecía poderoso y hermoso», confiesa la profesora de flamenco. Su punto de partida en el flamenco fue cuando vio a dos bailarines bailando en Estonia. Entonces tenía veintitantos años. Una de ellas también se convirtió en su primer maestro.

En cuanto s sus estudios, Mari-Liis Velberg se ha formando principalmente con profesores estonios, pero también ha participado en varios cursos de máster y cursos de verano con profesores extranjeros, en su mayoría profesores españoles. «En Estonia los profesores de flamenco son buenos y las escuelas están activas», apunta. Posteriormente se fue a estudiar una corta temporada a Granada y asistió a cursos del Festival de Jerez durante tres años.

Con un fluido español, la bailaora continua contando su experiencia: «estudié coreografía en la Universidad durante cuatro años y también hice mi tesis, en la que, entre otras cosas, también incorporé el flamenco. Escribí lo que pensé que eran los pensamientos y sentimientos de Carmen y lo titulé 'Cartas inéditas de Carmen: una confesión a través de los ojos de una mujer'. Quería que Carmen sobreviviera e hice lo que llamé mi versión o interpretación personal. Posteriormente he creado un programa de poesía y danza 'Lenguajes del Amor', que tiene un diálogo entre el estonio y el español y también entre un hombre y una mujer. Tradujimos los poemas de la poeta española Sara Búho y fueron interpretados en ambos idiomas por una estonia y un español. También hubo baile y música flamenca».

Una amplia formación, que la artista describe como el esqueleto de su vida profesional. Además, fue organizadora de actividades educativas en el teatro y organizaba talleres tanto para estudiantes como para adultos durante 16 años. Pero tenía un sueño en suspenso y ahora se está haciendo realidad.

Todos tenemos una figura de referencia en nuestro camino. Para Velberg, uno de esos profesores es, por ejemplo, Andrés Peña, artista y profesor de flamenco gaditano: «No sólo es un muy buen profesor y un artista talentoso, sino que también es una persona amable y servicial que me inspira». Lo conoció en el curso de profesores del Festival de Jerez, donde Peña era su profesor, y para ella es un placer hablar de su profesionalidad.

«El año pasado estudié flamenco durante tres meses en Jerez con diferentes profesores a los que admiro y respeto mucho. Esta vez estoy estudiando flamenco en Cádiz, en el estudio de Lydia Cabello y en el curso de María José Franco San José. También asistí a la clase de Andrés Peña en el Centro de Formación de Flamenco de Pilar Ogalla», especifica.

El flamenco de Cádiz como fuente inspiradora

«Es un sueño hecho realidad, no sólo poder caminar junto al océano que adoro, y por una hermosa ciudad, sino también experimentar de esta manera el flamenco y el idioma local, la cultura en toda su diversidad. Sé lo que significa el flamenco en este país y es muy interesante aprender sobre este país y su cultura», ella dice agradecida.

Actualmente, la estonia vive en Cádiz con una familia gaditana que la acoge como a una más. «Me siento muy bien en esta casa, me cuidan muy bien», dice agradecida. En principio sólo estará dos meses, aunque no descarta quedarse más tiempo. «Me gustaría vivir aquí y experimentar aún más, pero ya veremos. Ahora intento disfrutar de cada rincón de Cádiz, del sol y de la buena gente que me rodea», admite con una sonrisa.

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