LIBROS

«Verhoeven», en contrapicado

Las historias de Pierre Lemaitre, más que plantear enigmas, descienden al infierno de las bajas pasiones

El último maestro de la novela policiaca francesa, Pierre Lemaitre Inés Baucells

MARINA SANMARTÍN

Fue un conflicto internacional, la Primera Guerra Mundial, el que inspiró a Pierre Lemaitre para escribir «Nos vemos allí arriba», la novela con la que en 2013 ganó el Goncourt . Cuando este premio «sancionó» la calidad literaria de su bibliografía, Lemaitre ya llevaba años triunfando como autor de novela policiaca y sus lectores se contaban por millones. De entre toda su producción, las peripecias del comandante de la brigada criminal Camille Verhoeven , que Alfaguara acaba de publicar en un único volumen, conforman un universo independiente y más que recomendable para los que deseen adentrarse en el mundo del considerado por muchos el Stieg Larsson francés .

Y eso que las comparaciones son odiosas y, en este caso, inaceptables… porque Lemaitre ha logrado en Francia para el «noir» mucho más de lo que Larsson logró en Suecia: ha roto con él barreras comerciales y geográficas, con numerosas traducciones y semanas en los primeros puestos de las listas de ventas -como en su momento el periodista sueco-, pero también ha sabido conquistar a la crítica y dotar sus libros de algo que la mayoría de «best sellers» persiguen sin éxito: el reconocimiento de su valor literario .

Misterios sin resolver

Las historias de Verhoeven tienen nombre propio -Irene, Alex, Rosy & John y Camille- y también una marca inconfundible: están bañadas en sangre y en algunos párrafos rozan lo «gore », el verismo morboso de los sucesos que llenan minutos en los malos telediarios; no son aptas para los amantes de los enigmas de salón, pero sí para quienes no teman descender a los infiernos de las bajas pasiones y alejarse de las cosas bonitas.

El mismo protagonista es feo y, debido a su baja estatura, observa el mundo en contrapicado, con una atrayente resignación.

Sea como sea, Lemaitre, que es más hábil en el desarrollo de la acción y la construcción de personajes que a la hora de resolver los misterios que plantea, ha contribuido con su fama al final del encasillamiento del género negro. En 2016, tres años después de que «Nos vemos allí arriba» se llevara el premio, Leïla Slimani ganó el Goncourt con «Canción dulce» , que sigue en sus primeras páginas la estela de «Crónica de una muerte anunciada» e inicia la trama con la descripción de un crimen atroz.

La buena literatura está en todas partes y en este caso merece la pena dejar a un lado los prejuicios, porque leerla es, sin duda, el mejor regalo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación