LIBROS

La quintaesencia de Lope de Vega

Cuidada edición de ocho piezas imprescindibles del gran dramaturgo de nuestro Siglo de Oro

Lope de Vega tuvo una vida llena de lances
Carmen R. Santos

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«Más de ciento en horas veincuatro / pasaron de las musas al teatro», escribió Lope de Vega (Madrid, 1562-1635) en referencia a su proverbial fecundidad. ¿Exageraba el Fénix de los Ingenios al señalar la rapidez con la que componía sus piezas? Puede que esto formara parte del «marketing» de sí mismo, pero lo cierto es que muy probablemente nuestro gran dramaturgo del Siglo de Oro llegara a crear mil obras, conservándose más de trescientas. No era fácil, pues, la selección para ofrecer un depurado volumen con ocho títulos.

Esta propuesta de la Biblioteca Castro , en edición del Grupo Prolope a cargo del profesor Agustín Sánchez Aguilar , lo consigue. Apoyándose en el canon lopesco, incluye ocho comedias -recuérdese que el término se aplicaba entonces a toda obra teatral-, que son la quintaesencia de su autor: «Peribáñez y el comendador de Ocaña»; «Fuenteovejuna»; «El villano, en su rincón»; «El mejor alcalde, el Rey»; «La dama boba»; «El perro del hortelano»; «El castigo sin venganza», y «El Caballero de Olmedo» , joya que tocó especialmente el corazón de García Lorca -la puso en escena con La Barraca-, con ese cruce de amor y muerte , muy presente en el propio teatro lorquiano.

Libertad artística

En un momento no falto de geniales dramaturgos, sino todo lo contrario, Lope fue «superstar», ya que, como bien apunta Sánchez Aguilar en su atinado prólogo «Lope era mucho Lope» . Para defenderse de los «exquisitos» que le acusaban de populachero, elaboró su «Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo», verdadero vademécum que reivindica la libertad artística sin la cortapisa de la regla de las tres unidades. Y proclama, para escándalo de muchos, que en las obras «como las paga el vulgo, es justo / hablarle en necio para darle gusto». Pero Lope no se atiene a su consejo. Nunca pierde de vista el conflicto ni descuida el lenguaje.

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