El selfie que Pilar Adón dedica a ABC Cultural
El selfie que Pilar Adón dedica a ABC Cultural - P. A.
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Pilar Adón: «Para escribir sólo necesitaba un bolígrafo, un papel y leer mucho»

La última «criatura» de esta autora que menciona a Turgueniev como referente se titula «Las efímeras» y es tan hermosa que hará que el resto de su obra (poemarios, libros de relatos y otra novela) siga dando que hablar

MADRID Actualizado: Guardar
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- ¿Cuáles son sus intereses como escritora?

- Vivir en el mundo de mis personajes durante el mayor tiempo posible. En sus ambientes, en sus casas, con sus reflexiones y sus obsesiones. Intento prolongar ese estado de existencia paralelo, estirarlo al máximo, y por eso pienso y vivo en la siguiente novela antes de haber terminado la que esté escribiendo. Llevo toda la vida haciendo lo mismo.

- ¿Y como lectora?

- No sé vivir sin leer. Cuando voy a hacer un viaje o cuando tengo que romper con lo cotidiano por cualquier motivo, sólo me tranquilizo cuando sé que llevo el libro que va a estar conmigo. Y si estoy a punto de terminarlo, llevo otro más. Aunque se nos dice desde todos los foros que no debemos depender de nada ni de nadie, yo dependo de los libros.

- ¿Sobre qué temas suele escribir?

- El aislamiento, la huida y los lugares en que se aíslan los personajes. Sus casas, sus habitaciones llenas de libros, y el miedo que les ha llevado a aislarse. También de la ira y los deseos de venganza al descubrir qué fue lo que desencadenó en ellos ese miedo.

- ¿Dónde ha publicado hasta el momento?

Una novela en Alianza, otra en Galaxia Gutenberg. Un libro de relatos en Páginas de espuma, otro en Impedimenta. Y dos poemarios en La Bella Varsovia.

- ¿Con cuáles de sus «criaturas» se queda?

- Nada. Imposible elegir. Recuerdo aquello que nos decía mi madre acerca de qué dedo le dolería más si tuviera que cortarse alguno, para asegurarnos que quería a sus dos hijos igual. No puedo elegir entre ninguna de mis «criaturas».

- Supo que se dedicaría a esto desde el momento en que…

- Siempre supe que no quería relacionarme con los demás en ningún trabajo y que no quería tener jefes. Quería aprender, descubrir, viajar y conocer gente interesante, pero no quería depender de nadie para hacer todo eso. Así que pensé en qué profesiones cumplirían esos requisitos. Para escribir sólo necesitaba un bolígrafo, un papel y leer mucho. Así que empecé a escribir a una edad bastante temprana y de una manera que ahora, con el paso de los años, me parece natural ya que siempre fui muy lectora.

- ¿Cómo se mueve en redes sociales?

- Tengo perfil en Facebook y es una red social que cada vez me interesa más. Me gusta ver lo que escriben mis amigos. Me anima saber que están ahí.

- ¿Qué perfiles tiene?

- También tengo Instagram, pero lo uso poco.

- ¿Cuenta con un blog personal?

- Sí, aunque está totalmente abandonado. Durante un tiempo lo cultivé de forma constante, pero lo dejé desde que soy más activa en Facebook. Y he descubierto hace poco que alguien ha mejorado mi entrada en la Wikipedia, lo que me ha sorprendido. Me ha parecido muy generoso que alguien haya empleado parte de su tiempo en ordenar y ampliar la información.

- ¿Qué otras actividades relacionadas con la literatura practica?

- Soy traductora y asesora literaria en la editorial Impedimenta.

- ¿Forma parte de algún colectivo/asociación/club?

- Soy miembro de Acett.

- ¿En qué está trabajando justamente ahora?

- Estoy tomando notas para lo que querría que fuera una próxima novela.

- ¿Cuáles son sus referentes?

- El primer autor al que recuerdo haber admirado enormemente fue Turgueniev. Leí «Primer amor y humo» en unas vacaciones, en una edición de Bruguera, y aquel fue el primer libro que me hizo llorar de pura emoción. Paul Bowles es uno de los inspiradores de «Las hijas de Sara», que transcurre en el norte de África. Y luego vinieron otros: Marguerite Duras, E. M. Forster, Virginia Woolf, Iris Murdoch. En cualquier caso, hay autores poderosísimos de los que hay que huir a la hora de escribir, como la propia Duras, con su estilo tan personal. Para escribir como Duras hay que ser Duras.

- ¿Y a qué otros colegas de generación (o no) destacaría?

- Elena Medel, Marta Sanz, Carlos Pardo, Silvia Terrón, Sara Mesa, Elvira Navarro, Eloy Tizón, Óscar Esquivias… También pienso en Fernando Aramburu, Manuel Longares, Luis Mateo Díez, Juan Eduardo Zúñiga…

- ¿Qué es lo que aporta de nuevo a un ámbito tan saturado como el literario?

- No creo que el ámbito literario esté especialmente saturado. Y si lo estuviera, no me parecería una situación desfavorable o criticable. Al contrario, creo que estaríamos de enhorabuena. Sí que veo que hay una oferta variadísima y me resulta estimulante que sea así y poder entrar en una librería y querer llevarme varios libros cada vez. Lo que espero aportar es mi idea de lo que ha de ser una buena obra literaria que enriquezca al lector y que le haga querer seguir leyendo otros libros. Que mantenga la emoción de la lectura a través de una prosa y una historia incitantes.

- ¿Qué es lo más raro que ha tenido que hacer como escritor para sobrevivir?

- He procurado tener trabajos alimenticios que me dejaran tiempo para escribir. Intento armonizar la actividad literaria con la actividad laboral. Y si tengo que hacer cosas raras para pagar el alquiler, prefiero que no tengan nada que ver con la literatura.

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