LIBROS
Piedad Bonnett, lo que soy me hace vivir
Poetas de lo cotidiano hay pocos, entre nosotros, que hayan mirado esa experiencia de lo común como lo ha hecho ella
Piedad Bonnett figura de forma muy destacada entre las mejores poetas hispanoamericanas de hoy, por muy reducido y exclusivo que hagamos ese hipotético club. Como la tradición a la que pertenece, la de Garcilaso, Bécquer o Machado , la de Mistral, Blanca Valera o Barba Jacob lo importante en ella es esa descarga emocional tan presente y manifiesta en sus poemas, y la singularidad y eficacia de su lenguaje poético para llevarla a cabo. Poeta de lo cotidiano, hay pocos, entre nosotros, que hayan mirado esa experiencia de lo común como ella lo ha hecho, con esa mezcla de dolor y de perplejidad, con ese gesto de melancolía y de desgarro . Piedad Bonnett ha hecho vivir a la poesía entre las paredes de una casa, entre las calles de una ciudad para preguntarle qué vida y qué memoria hay en ellas, qué sintaxis es capaz de expresar esa construcción vital a la que llamamos individuo.
La cotidianidad de su poesía es una forma de intimidad, una forma de biografía: la infancia y los desarraigos de la infancia, las figuras severas, culpables o avejentadas del padre o de la madre, la presencia del amor y el erotismo, el fantasma tenaz del suicidio de su hijo… Y sin embargo lo cotidiano y lo íntimo nacen aquí, además, de ese punto de intersección entre la tragedia del yo y la tragedia o el sinsentido del mundo, entre la sensibilidad acosada por la incertidumbre de la vida y el abismo de los otros.
Campo de batalla
Los abismos de Bonnett tienen su símbolo máximo en la vivencia y la reflexión sobre la familia, esa reunión de biografías en conflicto, ese campo de batalla de identidades que se repelen y se buscan. Como dice en uno de sus versos mirar a la familia es «una extraña forma de amor» , es decir, una forma de comprensión. Tal vez ese hecho de intentar comprender sea uno de los temas que atraviesan toda su obra. Y tal vez todo el esfuerzo, la aventura de esta poesía no sea tanto una mirada hacia los derrumbes de la vida sino hacia el hecho de su comprensión. Por eso la necesidad de la autenticidad de la experiencia, hablar desde la verdad.
Concentración expresiva, poemas breves que guardan la electricidad de la vida
La poesía de Bonnet es sencilla por destino, porque sabe que solo desde esa sencillez la verdad puede ser expresada , la verdad y la emoción de esa verdad. Para Bonnett la poesía es un acto de comunicación emocional, el esfuerzo por crear un territorio donde compartir un extravío, esto es, una pasión. Como en Borges, la sencillez expresiva es una estrategia, por eso en cualquier lectura atenta reconocemos hasta qué punto la imaginación simbólica o metafórica, incluso cultural, forman parte de ella. Lo mismo que esa manera sutil de ironía. Ante lo desmesurado de la experiencia, ella opta por una escritura de alta concentración expresiva, de poemas breves que guardan la electricidad de la vida para hacer su descarga en el lector.
Últimos inéditos
Hay muchas Piedad Bonnett dentro de Piedad Bonnett y todas ellas están recogidas aquí por Malola Romero . Una antología de momentos estelares que es algo más que una mera recopilación: un puñado de retratos de una mujer siempre al borde de sí misma, en diálogo con sus fantasmas. Por eso este libro señala muy fielmente los caminos por los que ha transitado esta poesía desde 1989 hasta los últimos inéditos y se lee como un todo orgánico. Unos caminos que, contemplados con una óptica nueva, no apuntan tanto a la visión de apocalipsis vitales, sino a un vitalismo lúcido y que pueden resumirse en aquel verso de Shakespeare que tanto gustaba a Borges: «Lo que soy me hace vivir».
