DARÁN QUE HABLAR

Paula Valdeón Lemus: «Mi trabajo empezó como un ejercicio de añoranza y búsqueda de un lugar en el que echar raíces»

La memoria atravesada en los espacios, sus restos, antes habitados, son la materia que compone la gramática de esta joven pintora (también escultora, a su manera). Paula Lemus escucha a los materiales. Sus resultados «darán que hablar»

«Selfie» de Paula Lemus para «Darán que Hablar» P. L.
Javier Díaz-Guardiola

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Nombre completo: Paula Valdeón Lemus. Lugar y fecha de nacimiento: Villafranca de los Barros (Badajoz), el 4 de julio de 1992. Residencia actual: Córdoba. Estudios: Grado en Bellas Artes por la USAL y Máster en Investigación en Arte y Creación de la Universidad Complutense de Madrid . Ocupación actual: Artista plástica.

Qué le interesa. Me preocupo por temas relacionados con la vida ordinaria y el habitar: todo lo que tiene que ver con los cuerpos arquitectónicos y los objetos que construyen relaciones, vivencias y comportamientos. A partir de estos intereses voy explorando y reflexionando mediante una práctica sobre todo pictórica e instalativa, aunque también archivística.

Podría decir que mi trabajo empezó siendo un ejercicio de añoranza y búsqueda vana de un lugar en el que encontrar raíces, lo que me dio pie a una inquietud por la materialidad de tales lugares. Me gusta analizar estos espacios y tiempos a través de las construcciones que contienen, su historia (azulejos, pinturas, formas) y lo que reflejan los patrones y diseños decorativos industrializados. De este modo, invito a una reflexión más compleja y menos banal de su apariencia. En suma, me centro en crear entes contenedores de la memoria y los afectos de los materiales utilizados en la práctica de habitar los espacios domésticos y cotidianos, interviniendo en el espacio a partir de una experiencia plástica.

«Calle Ambrosio Morales, 20» Óleo y cerámica sobre lino. 100 x 116 cm. (2019) P. L.

De dónde viene. He pasado por varias exposiciones colectivas en diversos lugares de la Península, pero, por experiencias positivas, destacaría la colectiva del pasado mes de enero: «Políticas de habitar», en ABM Confecciones, donde varios amigos artistas decidimos juntarnos para cuestionarnos desde perspectivas de corte sociopolítico hasta miradas enfocadas en la experiencia, el espacio y su propiedad o el problema arquitectónico de habitar. También la muestra, el pasado septiembre, en la Sala Parés de Barcelona , gracias al premio Art <35. Asimismo, mencionaría alguna participación en ferias como en el programa «Displaced» de Hybrid Art Fair o en Just Mad'16. Además, ahora en junio inauguro una colectiva, «Productos premium al alcance de tus sueños» en el espacio de arte experimental de la hospedería Fonseca de la Universidad de Salamanca .

«Sin título» (2019). Óleo y grafito sobre lino.32 x 25 cm P. L.

Supo que se dedicaría al arte… Creo que lo supe desde siempre, nunca tuve una inquietud y una dedicación tan fuerte por otra cosa. Sí que es cierto que el tomármelo como algo profesional y aceptarlo como lo que realmente quiero y por lo que quiero luchar lo supe hace unos tres años, cuando vi que había dedicado ya mucho tiempo a ello y que es lo único que realmente hago bien. Igualmente influyó el verme realizando una gran cantidad de «curros mierders» únicamente para poder seguir produciendo y pagar el espacio para ello. Ahí me dije: «Paula, te prometo que esto tendrá su recompensa, o, si no… ¡No puede haber un si no!».

P. L.

¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el arte para «sobrevivir»? Dentro del ámbito artístico no he hecho nada raro. He dado clases particulares de dibujo en mi estudio, alguna ilustración que otra para cuentos, y trabajado en museos de arte realizando visitas guiadas y talleres. Sí que lo podrían ser las cosas que he hecho fuera del sector, loque da pie a una amplia lista «random» en la que destacaría el ser figurante en algunas películas, promocionar medicamentos en farmacias o trabajar como vocalista en las típicas orquestas recorriendo las verbenas y las plazas de los pueblos durante los meses de verano; labores para pagar facturas, sobre todo.

«Calle horno del Cristo (otra casa nº 5)» (2019). Óleo y grafito sobre lino P. L.

Su yo «virtual». Tengo un Facebook un poco desolado que utilizo sobre todo para las noticias, un Twitter sin uso desde 2008 que pide un cierre, y, por supuesto, Instagram . Este último es el que realmente utilizo para mostrar mi día a día tanto profesional como personalmente. Al final es una herramienta donde puedes dar a conocer tanto tu trabajo como las tonterías de tu vida diaria. Además, es un portal ilimitado de fuentes y de diferentes perfiles de artistas como tú, donde puedes tener un contacto mucho más directo tanto con su obra como con su persona. Soy una proconsumidora de Instagram. Cada día se contacta incluso profesionalmente a partir de la aplicación y creo que tiene un interés muy jugoso.

«Calle Juan Duque, 4» (Detalle). Acrílico y grafito sobre cartón. 40 x 30 cm. (2018)

Dónde está cuando no hace arte. Como dije antes, suelo dar clases particulares de dibujo por mi cuenta en el estudio donde trabajo; también visitas guiadas y talleres artísticos en el MAC de Conde Duque (Madrid). A parte, tengo un colectivo artístico, (De)construcción del hogar, junto con Alsira Monforte, Karent Justiniano y Yolanda Santamaría, con el que he participado en exposiciones individuales y en ferias de obra gráfica o de libros autoeditados. Hemos realizado algún fanzine y varios libros de artista. Actualmente está en suspensión, pero es algo que seguimos trabajando, aunque lentamente, con entusiasmo. Asimismo, estoy creando alguna pieza que otra con videomapping por el interés que me genera el poder jugar con ese formato y así aprender a manejar una herramienta digital más. Y, por supuesto, soy fan de «perder el tiempo» con la cerámica, inscribiéndome a todos los cursos que puedo permitirme, probablemente para que con el tiempo, esto pueda formar parte de mi proyecto; al igual que la escritura.

Montaje en Sala Parés con motivo de «Art35 2018» P. L.

Le gustará si conoce a... Mis referencias principales son artistas como Laura F. Gibellini, Patricia Esquivias o Lara Almarcegui . Igualmente, y respecto a lo formal, me inclino por los trabajos de Linarejos Moreno, Miki Leal, Belén Rodríguez, Juan Carlos Bracho, Guillermo Mora o Carlos Bunga. También el de Francoise Vanneraud o Alain Urrutia, entre muchos otros.

De mi generación destacaría los trabajos que están haciendo artistas como Federico Miró, Jan Monclús, Javier Rodríguez Lozano , Alsira Monforte Baz, Álvaro Giménez, Yolanda Santamaría, Esther Merinero o Lidia Orán. Y todos los compañeros que me acompañan y luchan contra ese odioso individualismo que tanto daño hace.

«Otra cama de Zamora» (2019). Óleo y acrílico sobre lino

Qué se trae ahora entre manos. Ahora mismo estoy becada en la Fundación Antonio Gala . Aquí realizo un proyecto que es un hilo más del tejido de mi trabajo. En él investigo el inconsciente arquitectónico. Esto es, a partir del encuentro con material doméstico en ruina, ya sea de la ciudad cordobesa como de lo que voy acumulando de «regalos» de gente que se acuerda de mí, reflexiono sobre la propiedad. En este proyecto me estoy cuestionando, entre otras cosas, la idea de confort y, al igual que los trabajos anteriores, viene condicionado por la inestabilidad.

Estoy trabajando con localizaciones, con colores y con formas y motivos vegetales correspondientes a la arquitectura privada, invitando a reflexionar acerca de la afectividad material de los espacios privados desde una posición condicionada por un habitar itinerante.

«Lo importante es no perder la motivación, pensar en grande por supuesto, pero ser paciente»

La recolección de gran cantidad de escombros recuperados en paseos realizados por las distintas calles y ciudades me sirven para elaborar una recuperación del rastro humano. Me seduce que cada pieza acerque a lugares vividos, y el sumergir al espectador en una experiencia de intimidad y refugio, aunque sea a través de los diversos gustos decorativos que emanan de hogares extraños.

Precisamente, es en esta discontinuidad entre el mundo propio y el ajeno donde se encontraría la distancia necesaria para la introspección. Es un proyecto que evoca sobre todo la acumulación de gestos y momentos que construyeron un entorno familiar y un hogar. Y esta atmósfera es la que recojo para ejecutar unas obras pictóricas protagonizadas por un procedimiento muy artesanal donde el margen de error y el azar me ayudan a que expresen la interiorización del espacio y el confort de la huella de sus habitantes.

«Otra restitución» (2018). Cerámica y tranferencia. medidas variables. Instalación en Programa Displaced, de Hibryd 2018 P. L.

Proyecto favorito hasta el momento. La obra que me ha hecho sentir más realizada y madura ha sido la serie compuesta por «C/Juan Duque, 4», «C/Palma, 25»… Aún no se han expuesto todas sus piezas, únicamente 5 de 10 en la anteriormente nombrada muestra «Art>35», pero próximamente las enseñaré en una colectiva. Aun así, el proyecto pictórico que tengo ahora entre manos me genera el mismo orgullo porque creo que va un paso más adelante y que será el principio de un desarrollo más complejo y maduro.

«Otro cuarto (III)». Electrografía sobre seda y transfer sobre pared. 30 x 40 cm P. L.

¿Por qué tenemos que confiar en ella? ¡Qué difícil!… Me sabe mal pedir que confíen en mí, ya que es algo muy subjetivo. Me conformaría con que haya un grupo con las mismas sensibilidades que yo y que comparta mi forma de ver y entender el mundo. En cuanto a aportar algo, puedo decir que he dedicado mucho tiempo al ámbito artístico y sacrificado muchas comodidades por seguir creando. Así, creo que soy fiel a lo que hago, que es lo que mejor se me da y que al ser el camino escogido y definitivo, procuro ir en contra de lo superfluo y, cada día, superarme con nuevos retos y cuestiones para no aburrirme ni a mí misma, ni a los demás.

«Sin Título» (2018). Electrografía sobre papael japonés. 40 x 50 cm. P. L.

¿Dónde se ve de aquí a un año? No me gusta pensar a largo plazo, pero sí ser positiva y verme como mínimo igual que ahora, habiendo adelantado en mi carrera, y con alguna beca más obtenida (ojalá alguna en Latinoamérica. ¡pPor pedi!) que me permita seguir creando y profesionalizando mi carrera. Hoy somos muchos y hay mucha la calidad, por lo tanto, lo importante es no perder la motivación, pensar en grande por supuesto, pero ser paciente y avanzar sin prisas, sinaislarte en ti mismo.

¿A quién cedería el testigo de esta entrevista? Cualquiera de los destacados anteriormente de mi generación son artistas que darán que hablar o que ya lo están haciendo. Pero, por escoger, diría que Alsira Monforte Baz es alguien a quien debéis conocer, ya que aparte de tener un trabajo definido por la honestidad, la sugestión y la delicadeza, es una persona de lo más interesante.

¿Cómo se definiría en un trazo?

P. L.
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