Obras del Hipódromo de la Zarzuela en 1941, antes de su inauguración
Obras del Hipódromo de la Zarzuela en 1941, antes de su inauguración - Virgilio Muro
ARQUITECTURA

Patrimonio al galope en el Hipódromo de la Zarzuela

El Hipódromo de la Zarzuela pretende convertirse en el primer edificio de la ciudad de Madrid en ser declarado Patrimonio Mundial por la Unesco

MADRID Actualizado: Guardar
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España es uno de los países –sólo superado por Italia y China– que cuenta con más bienes incluidos en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. Sin embargo, se da la paradoja de que Madrid es una de las pocas capitales europeas que no cuenta con ningún lugar que haya recibido esta distinción. Sí hay varios en sus alrededores, por supuesto (en El Escorial, Aranjuez y Alcalá de Henares), pero ninguno en la propia capital. Eso es algo que se va intentando remediar; el año pasado, el conjunto formado por el Retiro y el Prado se sumó a la lista tentativa que España presenta a la Unesco para su consideración. Ahora, una iniciativa pretende añadir un nuevo sitio a esa lista: el Hipódromo de la Zarzuela.

El Hipódromo, que este año celebra su 75 aniversario, es un ilustre desconocido para muchos madrileños. Salvo los amantes de la equitación, no son demasiados los que se acercan habitualmente hasta él. Pero tiene otros devotos: los arquitectos e ingenieros, que lo admiran como una obra reconocida internacionalmente. Situado en un recinto de 110 hectáreas que supone un auténtico pulmón verde, destaca por sus tribunas obra de los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez y el ingeniero Eduardo Torroja. Entre los tres lograron soluciones innovadoras en uno de los campos más distintivos de la arquitectura del siglo XX, los recintos deportivos.

El Hipódromo sería el primer recinto deportivo en la lista de la Unesco y la segunda entrada española construida en el siglo XX

La principal impulsora de la candidatura del Hipódromo para ser Patrimonio Mundial es la AEPPAS20 (Asociación Española para la Protección del Patromonio Arquitectónico del Siglo XX). Para conseguir el reconocimiento de la Unesco, un sitio debe poseer «un valor universal reconocido y un significado cultural importante. Además, debe estar bien conservado y tener un plan de gestión adecuado, que garantice la supervivencia del sitio como patrimonio cultural», explica Fernando Espinosa de los Monteros, presidente de la asociación.

Para este arquitecto –que es, además, vicepresidente del comité científico dedicado al siglo XX en el órgano consultor de la Unesco sobre patrimonio– el Hipódromo de la Zarzuela cumple todos estos requisitos y más: «nunca ha cambiado de uso, ha permanecido intacto, todos los años vienen multitud de estudiantes de todas partes del mundo para visitarlo, es un sitio que tiene un significado cultural importante dentro de la ciudad». Y la reciente restauración a cargo de Jerónimo Junquera le ha devuelto todo su brillo, algo apagado en años anteriores.

El gran desconocido

Si se llega a lograr el objetivo, el Hipódromo de la Zarzuela marcaría varios hitos. Además del primer Patrimonio Mundial madrileño, sería el primer recinto deportivo (de la era moderna, al menos) en la lista de la Unesco, un homenaje a una de las actividades socialmente más importantes en el último siglo. Y sería la segunda vez, tras el conjunto de la obra de Gaudí, que ese organismo reconoce un monumento español del pasado siglo.

Algo muy importante para Espinosa de los Monteros, para quien el patrimonio nacional del siglo XX es «el gran desconocido. Es el patrimonio más numeroso de todos, el que está más en uso y usamos a diario, el peor tratado, el menos protegido y el menos valorado». El tiempo dirá si eso empieza a cambiar. De momento, el siguente paso para subsanar ese desconocimiento se dará al galope.

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