Carles Congost será uno de los artistas españoles presentes en Manifesta 11
Carles Congost será uno de los artistas españoles presentes en Manifesta 11
ARTE

Manifesta(mente) DADA

Manifesta tendrá Zúrich, la ciudad que vio nacer el dadaísmo, como sede de su 11ª edición este verano. Charlamos con algunos de los artistas españoles que participarán en esta importante bienal

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Hace cien años, Zúrich, como ciudad de acogida de artistas que huían de los devastadores efectos de una Europa en guerra, veía nacer el Cabaret Voltaire y los primeros coletazos del dadaísmo. Un siglo después, cuando los flujos migratorios son otros (algunos provocados también por contiendas bélicas, como si de una macabra broma dadá se tratara) otra gran cita artística, Manifesta, volverá a convertir esta urbe en punto de encuentro de creadores venidos de aquí y allá.

La úndecima edición de esta bienal europea (que en España ha recalado en San Sebastián, en 2004, y en Murcia, en 2010), se extenderá del 11 de junio al 18 de septiembre, y llevará en su ADN la firma de otro artista, el alemán Christian Jankowski (1968), que en esta ocasión actúa como comisario principal, y que traslada sus fórmulas de trabajo al «leitmotiv» de la cita, cuyo título será «Qué es lo que hace la gente por dinero».

Artistas y profesionales

En unos días, la lista oficial de participantes se dará a conocer, aunque ya sabemos que tres artistas españoles en activo formarán parte de ella: son el madrileño afincado en México Santiago Sierra (1966), el catalán Carles Congost (1970) y el navarro Fermín Jiménez Landa (1979), autores de tres generaciones diferentes. Ellos, como el resto de convocados, se han sometido al «modus operandi» de Jankowski para la cita, en la que a cada artista se le ha asignado una profesión determinada. Un representante de ese gremio en la ciudad entra en contacto con él para explicarle las peculiaridades de su labor, y proponer desde lo aprendido un proyecto. La idea final, pues, es que todos los artistas trabajen desde el contexto local y que sean otros profesionales, ajenos al mundo del arte, los que desarrollen o completen la obra. Algo, que no le es extraño a Jankowski, famoso por convertir sistemas alejados del mundo del arte en parte integral de su proyectos, donde destaca, por ejemplo, « Telemística» (1999), con el que consultaba a diferentes videntes televisivos sobre su propio devenir en la Bienal de Venecia.

Congost trabaja ya codo con codo con los bomberos de Zúrich. Su propuesta es un vídeo que ha comenzado a grabar esta semana bajo la apariencia de un falso documental: «Lo que en un primer momento parece un estudio sobre el origen de la música negra –explica– se convierte enseguida en el seguimiento de la preparación de un evento benéfico por parte de un grupo de bomberos que incluye un concierto con Tina Turner, retirada en Zúrich [el título de la pieza, «Simply the Best», es un guiño a uno de sus grandes «hits»]». Desde estas premisas, el gerundense reflexiona sobre los trabajos vocacionales, pero también sobre las labores altruistas, «lo que se relaciona con la del artista, también muy vocacional, pero en el que parece que el dinero es lo menos importante», para lanzar a su vez mensajes contradictorios, como las teorías «FI/RE» (cuyas siglas juegan con el término «fuego» en inglés); o lo que es lo mismo: esa filosofía de vida que considera el trabajo como nueva forma de esclavizar al individuo, por lo que defiende amasar mucho dinero («Financial Independence») para retirarse lo antes posible («Retired Early»).

Jankowski, el comisario de Manifesta 11, es artista y eso se notará en su manera de proceder

Por su parte, Jiménez Landa optó por colaborar con un meteorólogo. «Me han puesto en contacto con uno que es además hombre del tiempo. Me gusta la faceta de “showman” que tienen asumida este tipo de personajes», confiesa. «Lo centrífugo es normal en lo mío, de forma que suelo coger un tema y tender a la dispersión máxima. De la metereología me interesa que puede ser origen de una conversación banal de ascensor hasta un tema hoy de primer orden por el cambio climático. Asimismo, esta profesión tiene un punto de oráculo, de acto de fe. Si la fiabilidad que damos al científico es siempre máxima, con el hombre del tiempo se asume que se equivocará».

Landa fue contactado por el comisario en ARCO de 2015, y así cuenta la anécdota que da pie a su inclusión en Manifesta 11: «Él había venido a España con una lista cerrada de artistas con los que quería charlar. Y cuando el tercero le dijo que, por lo que proponía, debía conocerme, me tuvo que llamar». El español, que le pedirá a su anfitrión anomalías de su profesión, como que prediga el tiempo de fechas del pasado, bromea ahora con la posibilidad de que su entrada en la nómina de Jankowski (que nunca incluyó entre las profesiones por asignar la de artista) supusiera la caída de otro nombre.

Toque de atención

En el caso de Congost, este y el comisario se conocían desde hace más de diez años. «Siempre ha mostrado interés por mi trabajo, aunque no contactábamos desde hacía tiempo». El catalán reconoce no haber visitado nunca Manifesta, pero cree que el desconocimiento puede ser una ventaja: «Lo positivo de los viajes realizados hasta hoy a Zúrich ha sido la energía que desprende la cita y el entusiasmo de los que colaboran. Eso y los nombres que manejan denota que se gesta algo grande».

No obstante, este artista aspira a que Manifesta, como Cabaret Voltaire, sirva de toque de atención a su contexto: «Aspiro a que ese mismo contexto sea el que dé sentido final a la propuesta, que incluye ciertas llamadas de atención menos políticamente correctas». Porque, como su vídeo, citas como esta no dejan de transmitir cierto «tufillo de exaltación nacionalista»: «“Simply the Best” funciona como logo de ciudad olímpica, como eslogan turístico. Creo que en la idiosincrasia suiza está la importancia al dinero. Y el coro “gospel” del vídeo está compuesto por hombres blancos de voces negras, una referencia a las suplantaciones, a los “blanqueos”...».

Landa, que sí que vivió como espectador otras Manifestas, la aplaude por ser una bienal diferente: «Que su comisario esta vez sea un artista dice mucho de su filosofía y conecta bien con mi forma de trabajar». Una forma de trabajar que no es ajena al absurdo, al humor a la patafísica. ¿Es Jiménez Landa un DADA?: «No lo creo, pero sí es posible que ciertos rastros de su carmín o huellas lleguen hasta nosotros». Si los dadaístas y demás primeras vanguardias se proponían romper con el orden establecido y liberar al sujeto desde el arte, Landa señala que es difícil recuperar sus estrategias. «Nuestro tiempo es otro, y ahora el gamberrismo y el rupturismo es fagocitado por la institución. Pero sería bueno mantener su espíritu de desear cambiar la sociedad, aunque desde otras estrategias».

Imposibilidad radical

De opinión similar es Congost: «Como hace cien años, vivimos momentos extremos, de grandes desigualdades. Precisamos de un nuevo DADA, aunque estamos tan adocenados que no sé si tendremos las herramientas para volver a ser radicales. Podremos hacer gestos, guiños, pervertir el sistema asumiendo que somos sistema, pero ser absolutamente radicales es imposible».

De Manifesta espera que invite a reflexionar a la sociedad que lo acoge («no hay cuestiones inamovibles y el componente crítico es siempre básico», apostilla). Jiménez Landa también desea que ayude a reflexionar, «y no sólo alimente el mercado y que pocas élites se alegren la vista». De aquí a junio, a ambos les queda mucho por recorrer. También a Santiago Sierra, totalmente incomunicado estos días y embarcado en otro proyecto en India, que colabora en Suiza con un asesor en seguridad privada: «No ha sido fácil –reconoce Congost–. He tenido muchas dudas. Incluso hube de cambiar de planes. Pero ya sólo queda grabar». También estas asaltan a Landa: «Son muchos los flecos que me tientan a realizar cambios. Pero no será un giro de 180 grados». De ser así, su actitud sí que sería muy DADA. Zúrich invita a ello. De forma profesional.

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