LIBROS

Leonardo da Vinci o la infinita curiosidad

En 2019 se cumplirán 500 años de la muerte de Leonardo da Vinci. Una biografía, hoy, aún descubre secretos de su genio

MARINA VALCÁRCEL

Difícil o más que difícil: ¿Cómo adivinar el pensamiento de Leonardo da Vinci (1452-1519) segundos después de descubrir al pájaro carpintero? «Describe su lengua», se pide a sí mismo el pintor en cualesquiera de las líneas perdidas en un margen de su cuaderno... «La lengua del pájaro puede ser tres veces más larga que su pico. Cuando no la utiliza se retrae en el cráneo y se enrosca alrededor de la cabeza: se curva hasta alcanzar los orificios nasales». En la coda de «Leonardo da Vinci, biografía», Walter Isaacson (1952) establece un diálogo imaginario entre Leonardo, y él mismo , en el que nos da una clave: «No existe motivo por el que usted deba saber nada de esto. Sin embargo, he pensado que tal vez tendría usted derecho a saberlo: por mera curiosidad».

Este es el final del libro y también su corazón. La palabra curiosidad, repetida a lo largo de las 584 páginas, es uno de los ejes sobre los que gira la descripción de su genio. Por eso el autor reconoce que la base de su biografía son sus cuadernos, más que sus pinturas. Considera que las 7.200 páginas de apuntes, dibujos y esbozos milagrosamente conservados son los que encierran el enigma del «hombre más curioso de la Historia», como dijo Kenneth Clark.

Fascinación ante el mundo

La cabeza de Leonardo, su imaginación sin límites, estaban dominadas por su fascinación ante el mundo y su observación. Los cuadernos son el recuento de una mente obstinada, audaz, imparable. El autor quiere insuflar todo esto en nosotros, como si, a través de una suerte de gimnasia mental, los lectores pudiéramos también aprehender algo de la estructura neuronal de Leonardo . El genio de uno de los hombres más visionarios nació de habilidades que nosotros poseemos y podemos estimular. Su curiosidad, como la de Einstein , se refería a fenómenos que la mayoría de individuos de más de 10 años no nos planteamos: ¿Cómo se forman las nubes? ¿Por qué nuestros ojos sólo ven en línea recta? ¿Qué es bostezar?

Isaacson, antiguo editor de «Time Magazine», vive obsesionado por el talento. Y esto es lo que llevó a su autor a elegir la figura de Leonardo después de sus anteriores biografías: Einstein, Kissinger, Franklin... Todos hombres que establecían conexiones entre disciplinas: sabían anudar observación y creación.

Este libro retrata, en efecto, a un hombre consumido por el deseo de saber. Hijo ilegítimo, vegetariano, homosexual, aficionado a la moda y en especial a vestirse de rosa y de lino, su amor por los animales le prohibía llevar nada muerto encima.

Pero, ¿llegó a vivir con su madre? ¿A quién amó y, sobre todo, quién lo amó? Hay capítulos dedicados a su infancia y a su muerte en Amboise, sostenido por los brazos de Francisco I . Parecía que 1452 era un buen momento para que naciera un niño con semejantes aptitudes: Gutenberg inventaba la imprenta. Los otomanos estaban a punto de invadir Constantinopla, lo que ocasionó el exilio en masa hacia Italia de eruditos...

El origen de «Mona Lisa»

Leonardo casi no tuvo estudios: autodidacta, desde joven se ató un cuaderno al cinturón cuyas hojas eran enigmáticas y casi siempre sin fecha. Escribía de derecha a izquierda. En ellas acabó confirmando el núcleo de su arte: la interconexión entre la Naturaleza, el ser humano y la Tierra. Acompañaba sus textos de dibujos, al tiempo que en alguna esquina anotaba la fórmula de un tinte para el pelo. Esta torre de Babel, abigarrada en salpicaduras de tinta, nos lleva a asombrarnos ante una mente universal que rastreaba libre y sorprendida las artes y las ciencias, y, al hacerlo, percibía las conexiones que se dan en el universo.

Y así Leonardo se puso a mirar las aves, investigó su vuelo y hasta la posibilidad de diseñar máquinas que permitieran a los humanos volar. Fue pionero en el uso de las flechas. Y corrigió a Aristóteles : entendió no sólo la forma de la dinámica de los fluidos sino que sus ideas antecedían a Newton y Galileo.

Este libro retrata, en efecto, a un hombre consumido por el deseo de saber

Al tiempo estudiaba la Tierra como planeta. En 1508 lo resumió en su «Códice Leicester». Allí se preguntaba: ¿Por qué brotan los manantiales en las montañas? ¿Por qué existen los valles? ¿Qué hace que la luna brille? ¿Cómo llegaron los fósiles a las montañas? Y la más sorprendente: ¿Por qué el cielo es azul? Los estudios del movimiento del agua también le llevaron a comprender el de las olas. Creyó incluso que las emociones podían extenderse también en ondas.

Las páginas de Isaacson también se mezclan de párrafos sobre muchas obras de Leonardo . Sus avances, su técnica y la descripción de sus cuadros, desde «Salvator Mundi» a la «Virgen de las Rocas», el «Hombre de Vitrubio» o la «Última Cena». En el retrato de Ginevra De’Benci, describe a una joven melancólica sobre el fondo de un enebro (ginepro en alusión a Ginevra). Leonardo usa el óleo, no la témpera anticuada , y lo aplica en cientos de capas para que los rizos de Ginevra fueran moldeados por la luz. Sin olvidar la semejanza de los colores del traje y el paisaje.

En 1508, en un hospital de Florencia, entabló conversación con un hombre de más de 100 años que murió horas después. Leonardo diseccionó su cuerpo. En una de las páginas, encima de varios esbozos de músculos y venas de un cadáver parcialmente desollado, hizo un apunte del rostro del centenario. Su rudimentario instrumental de disección lo llevó a descubrir, capa por capa, el cuerpo, mientras éste se descomponía. De todos los músculos y nervios relacionados, los que controlaban el rostro le parecían los más dignos de estudio. Comprobó en un cadáver qué músculos de las mejillas mueven los labios. Fueron los primeros ejemplos que se conocen en anatomía científica de la sonrisa humana. En ese momento trabajaba en la «Mona Lisa».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación