LIBROS
Lecturas para no dormir
La literatura de terror goza de excelente salud, tanto en la reedición de autores clásicos -Lovecraft, Poe, Bradbury- como en la aparición de nuevos talentos. Nos gusta pasar miedo
«La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso es el miedo a lo desconocido». La frase de H. P. Lovecraft no solo resume su ideario -la inquietante hipótesis de que criaturas de otros mundos vivieron en nuestro planeta en épocas remotas, como nos cuenta en algunas de sus obras maestras, La sombra fuera del tiempo y La llamada de Cthulhu -, sino la morbosa razón por la que una legión de lectores se enfrenta a estos libros: si el corazón martillea, es que estamos vivos. Y, en última instancia, son los otros, los que habitan la ficción, los que tienen un problema. Podemos por tanto desoír la advertencia de otro grande, Edgar Allan Poe : «Para nada me asusta el peligro, pero sí la consecuencia última: el terror».
Esta literatura -en todas sus vertientes, desde lo gótico a lo pulp , desde los penny dreadful victorianos hasta los cómics que ponen al día a los monstruos de siempre- goza de una excelente salud, con permanentes reediciones de autores clásicos y aparición de nuevos talentos, y con profusión de títulos que tientan al público juvenil, porque hay que cuidar la cantera. Los catálogos tienden al infinito, y lo que sigue es solo una muestra de títulos recientes.
Alianza acaba de recuperar, por ejemplo, En las montañas de la locura , de Lovecraft, título imprescindible del creador del «horror cósmico» que inspiró a todo un círculo literario que publicaba en revistas pulp estadounidenses que triunfaron hace un siglo -con cabeceras como Argosy , Amazing Stories o Weird Tales que podían llegar a vender un millón de ejemplares- y tenía al escritor de Providence como líder espiritual. «El lugar lógico para encontrar una voz de otros tiempos es un cementerio de otros tiempos» , escribe Lovecraft. Y ese mal latente puede estar en el confín del mundo, sepultado en la Antártida. Otros relatos pertenecientes al ciclo de los Mitos de Cthulhu o que beben en el esoterismo y la tradición fantasmal se disfrutan en En la cripta , El horror de Dunwich o D agón y otros cuentos macabros .
Vampiros
También en Alianza encontramos antologías del género, por supuesto de Poe o Bram Stoker , pero también de autores que, sin ser especialistas, explotaron con brillantez esa veta, como Ambrose Bierce ( Cuentos inquietantes ) o Charles Dickens ( Cuentos de miedo ). Bajo el título Vampiros se agrupan historias de Tolstói , de John Polidori -médico personal de Lord Byron y participante en aquel mítico reto de escritores en Villa Diodati que propició el nacimiento de Frankenstein , de Mary Shelley - y del irlandés Sheridan Le Fanu , cuya habilidad para provocar escalofríos no tiene nada que envidiar a la de su paisano Stoker; de hecho, su novela Carmilla , incluida en este volumen y protagonizada por una vampira, influyó notablemente al autor de Drácula .
No podía faltar en este elenco Ray Bradbury , autor de culto para los amantes de la ciencia ficción - Crónicas marcianas , Fahrenheit 451 -, que cultivó con acierto el terror , convenientemente aderezado con elementos del fantasy . Minotauro ha publicado recientemente dos de sus novelas más impactantes en este terreno, El árbol de las brujas y La feria de las tinieblas . En la primera se exploran los orígenes de la fiesta de Halloween ; en la segunda, dos adolescentes descubren un carrusel que puede acelerar o retrasar el tiempo , y así salvar (o condenar) su pequeña ciudad.
Casas encantadas
En este mismo sello encontramos La casa infernal , de Richard Matheson , a quien debemos clásicos como Soy leyenda y El hombre menguante , llevados con gran éxito al cine. Es, además, autor del guion de El diablo sobre ruedas , la primera película de Spielberg . Matheson es citado como maestro por Stephen King , para quien La casa infernal es «la más aterradora de las novelas sobre casas encantadas que se ha escrito jamás».
Juicio a Satán , de Ray Russell (Alba Rara Avis) es una novela que se anticipa a La semilla del diablo , de Ira Levin , y El exorcista , de William Peter Blatty . Seguro que la historia les suena: el padre Gregory, después de administrar borracho una extremaunción, es trasladado a una pequeña parroquia. Allí tendrá que enfrentarse a un caso de «histeria sexual»: Susan Garth, de 16 años, ha empezado a soltar obscenidades y a desnudarse frente al antiguo párroco, al que intenta estrangular; además, se muestra alérgica a los crucifijos. Urge un exorcismo.
Ángel Gómez Rivero siente una pasión desbordante por la literatura de terror. Profesor de la Escuela Politécnica Superior de Algeciras, se asoma aquí por otra faceta: es autor de numerosos ensayos y relatos que exploran nuestros miedos. La editorial Calamar ha lanzado sendas antologías coordinadas por él, La huella de Drácula y La huella del hombre lobo , y un volumen de microrrelatos llamado Quimera donde demuestra que en las distancias (muy) cortas es capaz de mantener en vilo al lector. Revela que los escritores que aceptaron su encargo para inventar historias de licántropos juntaron sus letras en horas nocturnas... pero evitaron hacerlo durante los plenilunios.
En realidad, los tres grandes - Frankenstein, el hombre lobo y Drácula - siempre vuelven. Planeta Cómic los recrea en Vlad Drácula ( Roy Thomas y Esteban Maroto ) y Frankenstein ¡Está vivo! ( Steve Niles y Bernie Wrightson ).
Uno de los autores españoles de mayor éxito en este género es Carlos Sisí (Madrid, 1971). Ganador del premio Minotauro en 2013 con su obra Panteón , es autor de la saga Los Caminantes , cuya historia transcurre en una Málaga post apocalíptica donde los zombis atormentan a los supervivientes; según avanzan los libros, la Alhambra de Granada se convierte en un fortín. Sisí ha estado enfrascado en la Trilogía de los Vampiros (Minotauro), cuyo último volumen verá la luz en abril.
Terror joven
Dice Neil Gaiman que «si no hay un lado oscuro, no tienes historia, o tienes una historia que nadie se va a tomar en serio, sobre todo los niños, que son mucho más perspicaces en lo que se refiere al mal que nosotros». Blackie Books fomenta el rito iniciático con Cuentos de fantasmas del abuelo , de James Flora , Los fantasmas favoritos de Roald Dahl (una antología de cuentos del autor de Charlie y la fábrica de chocolate ) y Thornhill. Orfanato para chicas , de Pam Smy , profusamente ilustrado y del que responde el mismísimo J. A. Bayona . En Roca encontramos a Manlio Castagna y su saga La piedra del demonio : adolescentes y puertas que llevan a misteriosos mundos paralelos.
