LIBROS

Figuraciones y fulguraciones en Louise Glück

«Una vida de pueblo» es su último poemario publicado en España por Pre-Textos

Barack Obama distingue a Louise Glück con la Medalla Nacional de Humanidades en una ceremonia en la Casa Blanca EFE
Jaime Siles

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Entre los pintores tal vez sea Balthus el que más ha insistido en la vibración del tiempo captada por la lentitud de Giotto , la exactitud de Masaccio y la precisión de Poussin : la misma que sabe ralentizar en su escritura Louise Glück , con su práctica de instantáneas demoradas, que objetivan tanto como profundizan cotidianas escenas del vivir, que, unas veces, son como pintura al aire libre y, otras, acaso las más, pintura de interior de los móviles espacios del espíritu, cuando no de las figuraciones y fulguraciones del alma. Sus poemas tienen algo de fotogramas con subtítulo o de emblemas con su correspondiente inscripción, que refleja tanto como analiza y explica una fugaz impronta a la que, descrita, sigue o acompaña a lo largo de su sorprendente recorrido una penetrante reflexión.

La aparente sencillez de sus temas y la compleja manera de tratarlos constituyen la esencia del arte poético de Glück , que sabe cómo inmovilizar situaciones y darles a su modo movimiento, meditar sobre los ciclos de la naturaleza y convertirlos en espejo de una crónica vital no exenta de experiencia y voluntad de investigación. Una vida de pueblo , publicado en 2009 y traducido en 2020 con pericia y cuidado por Adalber Salas, supone la madurez y maestría de su autora, que muestra aquí, transparentados, sus recursos y su técnica de focalizaciones prolongadas, mediante la que lleva el poema por caminos que podríamos llamar rurales, en los que los seres humanos se nos presentan en la inmanencia y transcendencia de su propio y natural vivir.

Lo que su ventana nos ofrece «no es el mundo, sino un paisaje enmarcado que -como la «taboletta» de Brunelleschi - representa el mundo» y no sólo nos permite verlo sino también llegarlo a escuchar. De hecho aquí lo que se ve es tanto como lo que se escucha y, al revés, lo que escucha es tanto como lo que se ve. Su representación del mundo es visual, pero su lenguaje, acústico. El casi puntillismo con que están anotados los paisajes, las apariciones y desapariciones de los seres que los habitan, el oleaje temporal de las cosas , la azoriniana y nietzscheana circularidad con que las estaciones de la naturaleza y de los seres humanos vuelven y regresan, la continuación siempre nueva de la realidad, lo reiterado y lo cambiante de ésta funcionan aquí como un libro abierto, aceptando así el carácter cíclico de todo lo existencial y, en concreto, el del amor, del matrimonio y de las relaciones de pareja , que constituyen la mayor parte de la materia tratada aquí y que demuestran que uno se retira del mundo, aun cuando siga actuando en él.

Ritos de iniciación y ritos de pasos son poetizados con rigor y con una mirada tan serena como estoica y crítica, que no excluye ni la piedad ni tampoco, cuando es necesaria, la crudeza. Ningún idealismo se permite este nihilismo que no lo llega por completo a ser. Y aunque afirma que «Cuando miras un cuerpo, ves una historia./ Una vez que ese cuerpo ya no es visto/ se pierde la historia que trataba de contar, también dice: alégrate de haber estado en la cama,/ donde los gritos del amor ahogan los gritos de los cadáveres». Pactos con el tiempo para hacerle trampas a la muerte, pactos con el yo para comprender la propia identidad, los poemas de Louise Glück nos ponen en contacto con lo que denomina la infinitud : aquello que no puede ser medido y que la poesía intenta representar. En este libro el olor del pasado está por todas partes, pero el del futuro de los lectores también.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación