MÚSICA

Fernado Trueba: «Bebo juró no volver a Cuba hasta que cambiara el régimen. Y lo cumplió»

El cineasta y productor Fernando Trueba recupera seis álbumes más un disco de temas inéditos de su amigo y músico cubano Bebo Valdés. En esta entrevista recuerda su magisterio al piano y recrea sus años de exilio

Fernando Trueba Isabel Permuy

Álvaro Alonso

Difícil imaginar un homenaje mejor al genial músico cubano Bebo Valdés que esta caja conmemorativa de su centenario. Para hablar de todo ello, Fernando Trueba , que acaba de terminar los últimos retoques de su nueva película, El olvido que seremos , nos recibe en su casa de Madrid.

Bebo de Cuba es un box set que incluye seis álbumes de la discografía de Bebo Valdés en Calle 54 Records - El arte del sabor , Suite cubana , El solar de Bebo , Beautiful Music , Bebo , Juntos para siempre (con Chucho Valdés)-, un disco de temas inéditos - El cajón de Bebo -, un DVD con el documental Old Man Bebo (+extras) y un DVD audio con las mezclas 5.1 del álbum Suite cubana realizadas por Nat Chediak en 2019. Todo ello acompañado por un libro de 100 páginas con textos y fotos del archivo de Fernando Trueba y alojado en una caja con diseño de Estudio Mariscal.

¿Cuándo se produce el flechazo suyo con la música afrocubana?

Yo tengo un flechazo más bien con músicos en concreto: con Bebo, con Bill Evans, Wayne Shorter o Hank Mobley.

Pero hace «Calle 54»…

Claro, hago Calle 54 en un momento -ahora me doy cuenta- en el que estábamos haciendo una cruzada a favor de los músicos latinos. Y eso se había reflejado antes en el Diccionario del jazz latino que habíamos hecho Nat Chediak y yo. Luego hicimos Manteca, en Radio 3, él desde Miami y yo en Madrid. Y en esa época empecé a soñar en hacer una película, que fue Calle 54 , donde rodamos con los músicos del jazz latino que considero que son reyes y que me apetece filmarlos. Esto desencadena un cambio en mi vida. A otros ya los conocía, a Paquito de Rivera, a Michel Camilo, a Chano Domínguez... De Bebo, me hago amigo cuando lo invito a participar en la película. Y a partir de ahí se me complica la vida porque esa amistad fraternal y maravillosa con Bebo va a resultar en un montón de discos y películas. O sea que es un viaje que empieza en Calle 54 y llega hasta Chico y Rita , además de estos discos, como nueve que hacemos juntos. Además, Bebo participa en El Milagro de Candeal , en El embrujo de Shangai , estamos enredados disfrutando de nuestra amistad, inventándonos discos, primero para enseñar a Bebo la belleza de que era capaz cada vez que tocaba. Y luego, por el puro disfrute egoísta de pasárnoslo bien y estar juntos.

Bebo tenía una orquesta, antes de salir de Cuba, con Beny Moré…

No, Beny Moré hizo su orquesta imitando la orquesta de Bebo. Los primeros éxitos son ritmos Batanga que había inventado Bebo. Compay Segundo era voz segunda en la orquesta de Bebo. Era un monstruo, tocaba en Tropicana, tocaba en la radio. Hacía películas y se iba a México, tocaba con Lucho Gatica, con Rolando Laserie sobre todo. Como cantante, por encima incluso de Beny Moré, estaba Laserie. Pero le ocurre lo que a Bebo: salen de Cuba juntos en 1959. Y los dos se juran no volver a pisar Cuba hasta que cambie el régimen. Y lo cumple. Él pensaba que la aventura castrista iba a ser de seis meses.

¿Y la eclosión en Nueva York del Harlem hispano?

Él tenía muchos amigos que se habían ido antes de la revolución. Chano Pozo se había ido. Cándido estaba tocando percusión con Charlie Parker. Chombo Silva, un saxofonista buenísimo. Y Bebo, en un momento pensó que lo lógico para un músico como él era Estados Unidos, pero se había casado con una joven sueca, con Rose Marie, y entonces ocurren las protestas y el asesinato de Kennedy, y Bebo piensa: «Con esta rubia, no podemos salir a la calle». Decide irse a Suecia. Y allí, de alguna manera, sepultó su carrera: cuarenta años tocando en el lobby de un hotel. Eso sale en Old Man Bebo , de Carlos Carcas.

Dice que Ned Sublette, que escribe «Cuba and its Music», el gran libro sobre la música cubana, considera que el disco que le produce en Madrid, solo al piano, «Bebo», es el mejor grabado nunca. ¿Cómo fue esto de grabar solo?

Le dije que todo gran pianista tiene que hacer un disco de piano solo. Es la gloria cuando le oyes solo el piano. Me protestó, pero no mucho. Paseando por Argüelles vimos unos locales, alquilamos una habitación y estuvimos horas hablando hasta que decidimos media docena de temas. Al día siguiente me fui al estudio con él y lo grabamos. Al otro día tenía que volver a Suecia y volvió un mes después, hicimos lo mismo y lo grabamos. Solo nosotros y Pepe, que era el técnico. Y era la felicidad, una sensación de libertad plena. Y, fíjate, ahí estaba el alma de Bebo en estado puro. Se quedaron fuera joyas como «Laura» o la obra maestra de Bebo que es para mí «Old Man River». Esos temas están en El Cajón de Bebo , joyitas que yo me ponía muchas veces y pensaba: «Caray, esto la gente lo tiene que oír»”.

Bebo Valdés y el Cigala grabaron «Lágrimas negras» en 2003. Arriba, el cantaor flamenco y el pianista durante un concierto de la gira

La música que escuchaba Bebo, además de la música cubana…

Sobre todo, la música americana. Tiene su Ignacio Cervantes, Robredo y Ernesto Lecuona, que son intocables, sagrados. Pero a él le fascina Jerome Kern, Cole Porter, Gershwin, Irving Berlin, toda esa generación, lo que llamamos la edad de oro. Y está presente cada vez que toca, lo oyes. Él, en ese sentido, era bilingüe.

Y el jazz…

Bueno, claro. Él para calentar las manos, se sentaba y lo primero que hacía al piano era tocar «Waltz for Debby», de Bill Evans. Lo que le gustaba a Bebo de Bill Evans es que compartía con él esa cosa que yo llamo «la delicadeza». Bebo lo llamaba light touch , yo diría el toque ligero, luminoso. Las notas bailaban en el piano. Cuando escuchas a Bill Evans te pone en paz con el mundo; y con Bebo te pasa lo mismo.

Hay en la caja una serie de discos, como «El arte del sabor», que es el trío de oro…

Sí, ese disco es un viejo proyecto de Nat, que quería hacer un trío con los maestros tocando estándares cubanos. Y fue un disco que ganó el Grammy latino y el Grammy americano. Y eso también contribuyó a animarnos a seguir. Habíamos creado un sello para sacar la banda sonora de Calle 54. Y luego ya sacamos Lágrimas negras .

Y pega un bombazo…

Sí, a nivel mundial. Tengo recuerdos preciosos, por ejemplo, en una fiesta en México, en un sitio, debía ser un festival de cine, con mínimo cien personas, Mia Farrow por ahí, directores, y entonces veo a alguien gritando y es Gabriel García Márquez: «¡Trueba, menuda has liado!». Me da un abrazo y me dice: «Es el disco que más veces he comprado y que más veces he regalado».

Luego «Suite cubana» es su obra magna…

Hicimos la versión definitiva de esa suite para big band con un dream team de la música latina. Es una banda de ensueño. Para un músico que ha escrito una obra orquestal, ese momento en el que la oye por primera vez es lo más cercano al orgasmo. Bebo, yo le vi y dije: «Dios mío, está en el cielo».

Y así hasta siete discos…

Sí, está Bebo en todos los formatos, hay dúos, tríos, nonetos, big band , solo piano. Uno es a dúo con el violinista Federico Britos, uruguayo pero que ha tocado mucho en Cuba con Cachao, y que tocó con Piazzola en Argentina.

Hay un momento en Cuba en que mencionan su nombre…

Eso fue en el teatro Carl Marx, le pasó a Chucho Valdés, cuando, al mencionar el nombre de su padre, las mil quinientas personas se pusieron de pie y rompieron a aplaudir. Ocurrió después de Lágrimas negras , que es el gran éxito de Bebo en Cuba. Un día, me subo a un taxi y el taxista lleva Lágrimas negras . Yo no digo nada, y empieza a contarme el disco. Y yo, «Ah, sí, sí». Y sigue todo el trayecto. Entonces llega un momento en que ya no podía más y le digo: «Mira, déjalo ya, soy el productor». Se gira, me mira así: «¿Está usted hablando en serio?». Entonces, en vez de decirme «qué bien», me suelta: «¿Usted conoce a Bebo?» (risas). Digo: «Hombre, claro, si soy el productor». Ah, y me dice: «Yo entiendo que no quiera venir a Cuba. Pero dígale que aquí le queremos mucho y le esperamos con los brazos abiertos».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación