MÚSICA

Los diez discos que no te puedes perder este verano

Una selección en los más variados estilos, geografías y colores. Del pop al afro-beat, del jazz al soul, del folk al rock o la electrónica. Y el reguetón. Lo bueno no sabe de etiquetas

Kandace Springs

Álvaro Alonso

1

Don Bryant, «You Make Me Feel» (Fat Possum)

En la órbita del soul sureño, este fascinante cantante comenzó a grabar para HI Records en 1965. El éxito de Al Green propulsó su carrera, hasta grabar un elepé en 1969. Firmó canciones para Anne Peebles y Otis Clay , pero decidió grabar discos de gospel y no cantar fuera de la iglesia. Rescatado para el público general en 2017, acaba de publicar un disco que por sonido podría haber firmado en 1970 los Bar-Keys , gracias al multi-instrumentista Scott Bomar . La voz de Bryant anda fantástica, enorme incluso por momentos. Baladones soul se intercalan con energético R&B de muchos quilates. Quién le iba a decir a sus 72 años que iba a ser mundialmente aclamado.

2

Kandace Springs, «The Woman Who Raised Me» (Blue Note)

Clásico ropaje de seda para una diva pecosa y de pelo afro que en su garganta lleva a Ella Fitzgerald , a Nina Simone y a Billie Holiday . Descubierta por Prince , ha ido sofisticando su estilo vocal hasta llevarlo a un grado de pecaminosidad irresistible. El piano y el contrabajo sostienen a la cantante transportándote a un café-jazz desolado en una tormentosa noche de verano. Se hace acompañar en este peligroso disco por luminarias del jazz de ayer y de hoy, desde Avishai Cohen a David Sanborn , Chris Potter o Christian McBride . Norah Jones la acompaña en «Angel Eyes». Aunque no nos engaña, detrás de esa cara bonita se oculta la perdición. Perfecta para acompañar la lectura de alguna novela negra de David Goodies .

3

Paul Weller, «On Sunset» (Verve forecast)

Recién publicado este mes de julio, el generoso nuevo trabajo del modfather británico retrata al músico en un momento álgido de energía creativa. Hasta llega a recordar al mejor Stevie Wonder de los setenta. En el nº 1 de las listas inglesas, Weller consigue el éxito sin renunciar a ser él mismo. Impera en sus surcos el homenaje a lo que más le gusta, la música negra, algo de lo que ya dio buena cuenta en su etapa con Mick Talbot en The Style Council . Disco pleno, inspirado, con soul por sus venas, aporta cimas como «Baptiste» o «Village». Un compañero fiel, parte indiscutible de este verano, sin duda. Admite múltiples escuchas sin desgastarse.

4

Sonic Boom, «All Things Been Equal» (Carpark)

Treinta años ha tardado en reaparecer, como una resurrección de Kraftwerk , este genio del pop electrónico que es Peter Kember , fundador de The Spacemen 3 y de E.A.R. , donde trabajó con el músico alemán Thomas Köner en 1997. El inglés ha optado siempre por la experimentación sin renunciar al pop colaborando con Stereolab o My Bloody Valentine . Sorprende ahora con un disco de diez largas canciones, como «On A Summer´s Day», que remite a los añorados Ralph y Florian entre láminas y texturas de sonido brillante y colorido. Viaje interestelar ideal para mirar al cielo en las largas noches de verano.

5

Rose City Band, «Summerlong» (Thrill jockey)

La soleada california no ha dejado nunca de sorprendernos con su iluminado country rock desde los tiempos de Laurel Canyon y Grateful Dead . Sin alardes de virtuosismo, casi como quien no quiere la cosa, Erik «Ripley» Johnson ( Wooden Shjips ) ha facturado un disco precioso que llena de luz la penumbra de la habitación y que se antoja ideal para esas horas muertas, cuando afuera el calor golpea con fuerza y hay que esperar la caída de la tarde para salir. Aires taciturnos, perezosos, delicados, que se escuchan con gratitud y sin esfuerzo ninguno. Para seguidores de Gospelbach o Beachwood Sparks .

6

Faber Nostrum, «De Fabrizio de André». Varios artistas (Sony)

Hace ya veintiún años que nos dejó el genovés universal, el gran Fabrizio de André . Sony ha tenido el acierto de doblar el brazo a lo más granado de la nueva hornada de artistas italianos y hacerlos adaptar al presente 15 de las inmortales canciones de Faber. Al ser un disco tributo, los resultados son desiguales, pero sirven para soltar una lagrimita recordando la grandeza de De André en voces tan jóvenes, que llevan su legado a terrenos como el sunshine pop, el folk rock o el hip-hop. Solemos desconocer lo que ocurre en la vecina Italia, tan cerca, tan lejos. Así, se descubren aquí grandes artistas recientes, como Gazzele, Willie Peyote, The Leading Guy, La Municipàl, Zen Circus, Fadi, Artù, Vasco Brondi o tantos otros. Aire fresco para redescubrir a De André.

7

Guaynaa, «BRB Be Right Back» (Universal)

ABC ya se hacía eco en entrevista del caso de este héroe del reguetón clásico, nacido en Puerto Rico en 1992 Jean Carlos Santiago Pérez y que dejó su carrera de ingeniero petroquímico por su pasión, la música. Tras éxitos masivos en redes y colaborar con reinas del género como Mariah Angeliq y, en España, con Mala Rodríguez y Big Freedia , lanza su primer álbum, siete reguetones con apuntes de cumbia y rap subidos de tono pero con alto nivel de sugerencia y hallazgos virales, como «Rompe Rodilla» o la muy sexy «Mara», que abre el disco. No hay verano sin barbacoa y, lejos ya los tiempos de Georgie Dann , el relevo para el «perreo« veraniego viene de la mano de este artista imparable. Dale duro.

8

Bananagun, «The True Story of Bananagun» (Full time hobby)

Cuando crees que nada nuevo bajo el sol puede aparecer, hete aquí que un australiano llamado Nick Van Bakel , apenas conocido por su anterior grupo The Frowning Clouds , monta un combo inclasificable formado por Jimi Gregg, Jack Crook, Charlotte Tobin y Joshua Dans para fusionar afro beat a lo Fela Kuti , el sonido bossa-nova lisérgico de Os Mutantes , Latin Soul afrofilipino a lo Joe Bataan , samba y otras diabluras para la pista de baile en un disco que apunta a todas luces a ser la gran sorpresa del verano y puede que de este año. Espectacular ejecución, bailable y disfrutable por un conjunto de jovencísimos músicos que dejan a Vampire Weekend a la altura del betún y los sitúan en la estela brillante del gran David Byrne .

9

Greyboy Allstars, «Como de Allstars» (Light in the Attic)

Recién salido del horno es el regreso de estos magos de la pista que impresionaron al mundo con Fred Wesley , de los JB´s de James Brown con su West Coast Boogaloo de 1994, lo que nos recuerda que el movimiento denominado acid jazz, que bebía de la fusión en los sesenta del jazz, el soul y el boogaloo , sigue vigente. Se van turnando en los solos la guitarra, el saxo, con un bajo juguetón que propulsa la batería y el órgano a lo Jimmy Smith en piezas como «The Skipper», que bien podía haber firmado el legendario . Representantes de la escena más hedonista del jazz funk de San Diego, su música, aunque claramente noctámbula, se ve inspirada por la Costa Oeste, las playas y el surf. Más veraniego, imposible.

10

Los Estanques, «IV» (Inbophonic records)

Desde Santander, Cantabria, la gran revelación del pop español la firma el grupo capitaneado por Íñigo Bregel . Su fulgurante carrera -graban rápido- suma un nuevo peldaño al lanzar este mes su cuarto y originalísimo disco, cantado en castellano y con una amalgama de estilos que los sitúa en un lugar inclasificable. Concebido como un disco de canciones, centradas cada una en un personaje madrileño, pues esta es su ciudad de adopción, opera al tiempo como una obra conceptual, donde en el último corte se reúne todo el reparto. Por poner una etiqueta, ellos llaman a su música «pop progresivo psicodélico». Eslabón perdido a situar detrás de los últimos Brincos de Fernando Arbex , ellos insisten en que el álbum se pronuncia «iv». ¿Cómo el poema atribuido a Kipling ?

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