HISTORIA

Los corresponsales que contaron la Guerra Civil española

Una mesa redonda de expertos rememora las jornadas de periodismo (y juergas) en el Hotel Florida, con Hemingway como imán para lo uno y lo otro

Ernest Hemingway y Martha Gellhorn

Manuel Camacho

Durante la Guerra Civil española llegó a haber más de 170 corresponsales en Madrid. Algunos de los hoteles más prestigiosos de la capital como el Ritz o el Palace fueron convertidos en hospitales. Otros, entre ellos el Florida , alojaron a periodistas extranjeros que vinieron a contar la historia de una guerra que dejó alrededor de 500.000 muertos.

Del legendario hotel ya no queda nada. Se derribó en 1964 para construir Galerías Preciados y en su lugar ahora se encuentra un edificio de El Corte Inglés. Con motivo del 55 aniversario de su destrucción, la revista Fronterad y el Ámbito Cultural de El Corte Inglés han recordado su historia con eventos como la lectura de la pieza teatral La quinta columna de Hemingway y mesas redondas sobre la figura del corresponsal durante la guerra.

Desde la terraza del Florida los corresponsales eran capaces de ver al enemigo en el frente . Sin embargo, no todos se alojaban allí. Muchos acudían para enterarse de lo que ocurría. «Si querían trabajar iban al Hotel Victoria y si querían jaleo, al Florida . Tenían que estar ahí porque Hemingway -uno de los inquilinos más famosos- era un imán para la información», explica Martin Minchom , historiador y autor de varios libros sobre la Guerra Civil española.

Además de la situación estratégica del hotel por sus vistas privilegiadas, cabe señalar la cercanía al edificio de Telefónica . Entonces solo existían tres líneas para enviar telegramas al extranjero y una de ellas se encontraba allí. «Muchos corresponsales llegaron a dormir en el bloque», cuenta el experto.

Los integrantes de la mesa redonda producida en lo que fue el antiguo Hotel Florida. De izquieda a derecha: Martin Minchom, Carlos García Santa Cecilia, Ramón Buckley e Ignacio Martínez María Lozano

Según Minchom, en el otoño de 1937 un periódico fue a entrevistar a Hemingway. En el Florida quedaban solo tres huéspedes. «En 1938 ya ningún periodista quiere venir a Madrid» por la gran ofensiva de Franco hacia la capital.

Durante la guerra el hotel sufrió daños que fueron reparados cuando terminó el conflicto. Continuó alojando personas hasta el día en que Galerías Preciados compró el edificio. Uno de los asistentes a la mesa redonda definió como una «salvajada» que no respetaran la fachada del edificio construido por el arquitecto Antonio Palacios en 1924.

La estancia de los corresponsales en Madrid

Ramón Buckley y Martin Minchom contaron cómo transcurrió la guerra desde la perspectiva de los corresponsales de guerra, en concreto los que se afincaron en el Hotel Florida. El primero en tomar la palabra fue hijo del corresponsal inglés Henry Buckley . Su padre residía en Madrid durante la década comprendida entre 1929 y 1939, años decisivos para la reciente historia de España. Buckley, a diferencia de muchos corresponsales, no residía ni en el Hotel Florida ni en ningún otro. El hecho de ser extranjero le supuso una ventaja ante el avance de las tropas nacionales: ante la inminente llegada de Franco a Madrid, corresponsales extranjeros como Buckley acudían a la embajada inglesa para dormir y poder protegerse.

Su hijo resume el papel de su padre en la guerra con las palabras «historia, memoria histórica y memoria propia», con esos tres conceptos, un inglés llega a un país desconocido, que vive un hecho histórico con unos momentos convulsos que terminarán por afectarle. Otro aspecto que da un valor añadido a Henry Buckley es que «no hay una etapa tan decisiva en la historia de España que se pueda comparar con esta».

En su intervención, contaba con una ventaja respecto al resto: poder vivir desde cerca el oficio del periodismo. Buckley debe de conocer un sinfín de anécdotas que transcurrieron en su casa relacionadas con los corresponsales de guerra. Una de las que destaca es la presencia de un «hombre desgarbado inglés» que solía comer con ellos y no se separaba de su bloc de notas para conocer las batallas al detalle: se trataba del historiador británico Hugh Thomas .

Uno de los ponentes dio a conocer «un acuerdo de Hemingway con Franco para poder disfrutar de España»

Otra figura que apareció fue la de Hemingway , que llegó a España en 1923 y en 1936 «ya era todo un experto del país», lo que le permitió cubrir la Guerra Civil a partir de 1937. Desde ese momento, el escritor estadounidense visitaría España de forma ininterrumpida hasta su muerte en 1961. Buckley dio a conocer «un acuerdo de Hemingway con Franco para poder disfrutar de España, a cambio de no publicar nada que fuese contrario a la línea que marcaba el caudillo».

Martin Minchom explicó la importancia de España durante la década de los años 30. La novedad del acontecimiento que asolaba al país era noticia en todo el mundo, por lo que el interés se centraba sobre el día a día de la guerra, como podía ser el interés de Francia en la frontera. Pero, al final de la guerra, por represión del régimen o por otras circunstancias no quedaba casi ningún corresponsal en España. De los pocos que quedaban eran el periodista irlandés de origen sudafricano, Gallagher , y el ya mencionado Henry Buckley.

Los expertos relataron un hecho que refleja lo que podía ser la antesala de los cuarenta años de dictadura que habría en España después de la guerra. A medida que el bando nacional iba avanzando por la Península, Franco expulsaba, amenazaba y encarcelaba a periodistas que no eran afines a sus ideas. Geoffrey Cox , del News Chronicle , encarcelado durante meses por el bando nacional, es un ejemplo de esto último.

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