ARTE

Bruce Nauman: Ver es hablar

Entre los actos paralelos que dejó tras de sí la última edición de la feria de Basilea, una retrospectiva imprescindible e inclasificable de Bruce Nauman, uno de los grandes del arte contemporáneo

«One Hundred Live and Die» (1984)

José Jiménez

Deslumbrante. Un gran ejercicio, conceptual y plástico, de presentación a los públicos del conjunto de la trayectoria de uno de los artistas más relevantes de nuestro tiempo: Bruce Nauman (Fort Wayne, Indiana, 1941). Se trata de un creador que ha abierto caminos, vías, tanto en temáticas como en soportes, que después han sido seguidos por muchos otros autores. La exposición reúne más de 170 obras de todas las fases y modulaciones artísticas de Nauman, desde la mitad de la década de los sesenta hasta la actualidad: más de medio siglo de intenso trabajo creativo.

Ha sido organizada por el Museo Schaulager (Laurenz Foundation) y el MoMA de Nueva York , donde se instalará a partir del 21 de octubre, después de su presentación en Basilea. El comisariado está a cargo de una de las más cualificadas expertas en Bruce Nauman: la estadounidense Kathy Halbreich, quien -junto a Neal Benezra- ya organizó una amplia retrospectiva entre 1993 y 1995 que pudo verse en el Reina Sofía, el Walker Art Center de Minneapolis, el MoMA y la Kunsthaus de Zúrich.

Con sumo cuidado

La muestra en Suiza se articula en 32 secciones, más las dos pantallas LED en la fachada con las imágenes de la maravillosa Pencil Lift / Mr. Rogers [ Alzado del lápiz / Mr. Rogers ] (2013), una filmación en el taller de Nauman en la que vemos el ensamblaje imposible de los lápices unidos por su punta , suspendidos horizontalmente en el espacio. Junto a ellos pasa Mr. Rogers, su gato. También una pieza musical en la puerta de entrada: For Beginners (Instructed Piano) [ Para principiantes (Piano con instrucciones) ] (2010), en la que se oye tocar al músico y compositor Terry Allen a partir de instrucciones de Bauman.

Lo primero que hay que destacar es el magnífico montaje , en el que se cuida al máximo los detalles en cada obra y sección para su mejor comprensión, y que los sonidos o la vibración de la imagen no contaminen las otras piezas y apartados. Y ello en un tiempo en el que los grandes museos están atravesando una deriva hacia procedimientos acumulativos y superficiales de exposición como vía para alcanzar ecos masivos.

Como complemento, hay tres aportaciones más del artista que pueden verse en el Kunstmuseum. Y, además, todo un conjunto de actividades complementarias : un programa de cine, conferencias, un concierto, performances ... En definitiva, más que nunca, Bruce Nauman.

La exposición reúne sus obras reconocidas como más importantes junto a algunas raramente vistas, y dos que tienen aquí su primera presentación. Una de éstas, Contrapposto Split [ División opuesta ] (2017), es una vídeo-instalación en formato digital 3-D que sigue, ahora en alta resolución, una serie que Bauman comenzó en la segunda mitad de los años sesenta (y que también puede verse en la cita) en la que aparece él mismo, moviéndose, contrapuesto, visto desde delante, desde atrás. La otra, una instalación escultórica, Leaping Foxes [ Zorros saltando ] (2018), es una pirámide de cuerpos animales usados en la taxidermia, suspendidos bocabajo desde el techo.

Estas dos nuevas instalaciones, admirables en su intensidad plástica, expresan con claridad la concepción del trabajo artístico de Bruce Nauman. Abandonó la pintura en los años sesenta, y desde entonces fue utilizando las nuevas tecnologías , según iban apareciendo, pero tomando siempre como punto de partida los núcleos corporales y mentales de la representación sensible: el cuerpo, el lenguaje, el sonido . Y, de ahí, su práctica del dibujo, la síntesis lingüística en los títulos y en las propias obras, así como los ecos y reflejos del cuerpo y la acción en la síntesis multimedia. Todo ello, buscando la comunidad y el contraste entre la naturaleza humana y la naturaleza animal. En ambos casos, cuerpos en movimiento.

En retirada

El título de la exposición, Actos que desaparecen , remite a los motivos de desaparición y a las estrategias de retirada, que la comisaria considera recurrentes en la obra de Nauman. Aspectos próximos a la desaparición, como la ausencia, el vacío, la no existencia, la privación o la omisión. El propio Bauman afirma: «Mi obra sale de estar frustrado acerca de la condición humana» . La desaparición: ir y venir de las formas, dinamismo; nada está quieto, eso es la vida. Y eso es lo que el artista propone, una vez y otra, a lo largo de su trayectoria.

En lugar de frecuentar los ámbitos públicos del arte, para él es importante aislarse, desaparecer… Desde 1979 vive en Nuevo México, primero en Pecos, y después, a partir de 1989, en Galisteo, donde sigue residiendo -aislado socialmente- en un rancho, donde tiene su estudio de arte y desarrolla también una actividad de cría de caballos. Hombres y animales.

La obra de Bruce Nauman es un espejo actualizado de la existencia en la que confluyen, como él mismo afirmó en 1967, los planteamientos dadaístas y surrealistas . Pero también, y de forma decisiva, la noción de juegos de lenguaje de Ludwig Wittgenstein. Y Samuel Beckett, Henry Moore, John Cage... Bruce Nauman: artista total. Para él, llegar a la forma, ver, es hablar.

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