ESCULTURA Y VÍDEO

Bandas sonoras de la época actual

La música pop se convierte en hilo conductor de dos muestras en Madrid en El Centro Fernán Gómez y La Casa Encendida

«Simply the Best», de Carles Congost

Francisco Carpio

No deja de ser significativo el hecho de que en las últimas semanas se hayan inaugurado en Madrid diversos proyectos expositivos relacionados con la dimensión sonora . Ahora, en el caso de estas dos nuevas muestras se trata de propuestas vinculadas al sonido reglado y codificado, es decir, a lo que entendemos como música.

This is not a love song. Cruce de caminos entre las artes visuales y la música pop (1965-2020) supone un intento por mostrar las analogías y sinergias entre ambos lenguajes , desde la segunda mitad del siglo XX hasta hoy y dentro de un contexto internacional. El proyecto es la última entrega de una trilogía centrada en el estudio de estos vínculos, y en la manera en que dos esferas de la creación, aparentemente disímiles como la plástica y la música pop , ejercieron una peculiar influencia entre ellas, avanzando y estimulándose mutuamente en el proceso de lo experimental, lo utópico o incluso lo políticamente incorrecto. Nadie que esté interesado en estos dos territorios creativos va a quedar defraudado por un proyecto bien armado, profusamente documentado y cuajado de memorabilia como este.

Mesa y mantel

Así artistas tan referenciales como Warhol, Beuys, Nam June Paik, Barbara Kruger, Baldessari, Oursler o Mike Kelly comparten mesa y mantel expositivo con figuras pop de la talla de John Lennon, Bowie, The Who, Brian Eno, Laurie Anderson, David Byrne, Sonic Youth o REM , a lo largo de siete apartados que engloban conceptos y movimientos seminales de ambos márgenes de un río común, como el Pop, el Conceptual , las performances , el vídeo, el cine experimental o el Situacionismo en las artes visuales; y el rock, el pop, la psicodelia, el glam, el soul, el punk, la música disco o la electrónica en el ámbito musical. Les recomiendo verla, oírla y disfrutarla con la mitómana devoción de un groupie entregado.

Carles Congost ¿Para qué sirven las canciones? representa, por su parte, un planteamiento expositivo diferente dentro de una semejanza en sus objetivos. La muestra presenta cuatro de las últimas obras de Congost (1970): Simply the Best , Wonders , Abans de la casa y Paradigm , así como ¿Para qué sirven las canciones? , un nuevo trabajo realizado para esta cita. Artista polisémico dentro del panorama nacional , emplea en sus obras diversos formatos expresivos para analizar, siempre con generosas proporciones de ironía, el complejo y ambiguo Planeta Adolescente desde una doble óptica que oscila entre la alta y la baja cultura. Todas las obras propuestas se enmarcan, con lógicas divergencias de concepto, dentro de la esfera de la videocreación. De entre ellas me interesan Abans de la casa , Paradigm y, sobre todo, el trabajo que da título a la exposición, una reflexión visual sobre las nuevas generaciones urbanas.

Una propuesta que requiere tiempo y dedicación, totalmente opuesta a esa «mirada distraída» del espectador contemporáneo que ya supo acertadamente diagnosticar Benjamin .

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