Negros, hispanos y mujeres, discriminados por la industria del cine en EE.UU.

Spike Lee, Will Smith y su esposa, Jada Pinkett, lideran el boicot a los Oscar. George Clooney se ha sumado a sus reivindicaciones

Los Ángeles Actualizado: Guardar
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«Por favor, indique su raza en la casilla correspondiente. Afroamericano, asiático, hispano, caucásico, otro». Así te reciben en Estados Unidos en el médico, a la hora de sacar el carné de conducir, de inscribir a los hijos en el colegio, de buscar trabajo y, si bien, esa casilla no existe en la votación de la Academia de los Oscar, es parte integral de la sociedad norteamericana. Cuando en las horas siguientes al anuncio de la nominación al Oscar apareció la portada de «Los Ángeles Times» con una fotografía de los actores elegidos, principales y secundarios, pocos se sorprendieron de no encontrar latinos, afroamericanos o interpretes asiáticos entre ellos.

Jada Pinket Smith se tomó a pecho la afrenta y enarboló la bandera del boicot junto a Spike Lee.

Hasta la fecha su enfrentamiento a la Academia no está secundado por ningún peso pesado de su comunidad. ¿Por qué no dice nada Oprah? ¿Y Samuel L. Jackson? ¿Idris Elba? ¿El director de «Creed»? El único que se ha manifestado ha sido Ice Cube, director y productor de «Straight Outta Compton», quien explicó en un programa de televisión lo harto que estaba del tema: «Yo nunca he ido a los Óscar, no voy a boicotear algo a lo que jamás me invitaron».

Con la intención de romper la invitación, Cube aseguró que él no trabaja para la Academia: «Yo no hago películas para la industria, las hago para el público, para los fans, para la gente. Si te dan o no un premio o una palmadita en la espalda, qué bien, pero no hago un duelo en caso contrario. Tenemos seguidores de todo tipo, gente curiosa que no quería ver nuestro filme y ha terminado rendida ante el resultado. Eso es lo que verdaderamente me importa, no si la Academia decide que yo soy el número uno. Es como llorar porque no te gusta la decoración del pastel que ya te estás comiendo. Es ridículo», aseguró ante un enfervorizado Hugh Laurie que le alabó diciendo: «Es la más sana descripción del proceso de los Oscar que he oído en mi vida»”.

Unos Oscar demasiado blancos

Lo cierto es que los Oscar son demasiado blancos, porque, de existir más diversidad entre los votantes de la Academia (diversidad generacional y por comunidades), tal vez Idris Elba por «Beasts of No Nation», Benicio del Toro por «Sicario», Samuel L. Jackson por «Los odiosos ocho», Oscar Isaac por «Ex Machina», Michael B. Jordan o Tessa Thompson por «Creed», Jason Mitchell por «Straight Outta Compton» o Will Smith por «Concussion», incluso la protagonista de «Tangerine», estarían entre los nominados. Se dice que las películas de Hollywood son un reflejo de la sociedad que representan, pero la falta de diversidad entre los nominados este año, veinte en total, en las categorías de mejor actor, actriz, actor de reparto y actriz de reparto ha dejado con la percepción de dar un paso atrás en el tiempo.

No hay que viajar muy lejos al pasado, basta con ir a 1996, para descubrir un escenario muy parecido al de 2016, sin actores afroamericanos nominados. «No puedo entender la falta de diversidad en los años 90», dijo entonces un sorprendido Marlon Brando. Un actor que socialmente enseñó a sus colegas un nuevo estilo de contratación utilizando su talento, su inteligencia y su figura pública contra la explotación de los estereotipos en el cine. En las películas que él interpretaba revisaba los guiones porque así lo estipulaba su contrato. Él contribuyó al cambio en Hollywood convencido que su papel como artista era más importante que el dinero.

George Clooney apunta en ese sentido, en la entrevista que concedió hace unos días a «Variety». «Tenemos mucho que corregir. Encuentro sorprendente que en la industria de 1939 la mayoría de los protagonistas de las películas eran mujeres. Ahora una mujer de más de cuarenta tiene muy difícil conseguir un papel protagonista. Estamos viviendo un movimiento con Jennifer Lawrence y Patricia Arquette pronunciando declaraciones sobre disparidad a las que debemos prestar atención. Considero que los afroamericanos reclaman con justicia que la industria no les representa lo suficiente. Y pienso que es absolutamente cierto».

¿Es Hollywood machista?

A la falta de diversidad en las nominaciones de los Oscar se suma que los cinco directores nominados y los catorce guionistas son todos hombres. La última vez que ocurrió algo así fue en 1999. Las estadísticas revelan que los Oscar y Hollywood son un escaparate del uno por ciento. Un muestrario de belleza, diseños y joyas sin conexión con la realidad y la sociedad actual. El clamor por el boicot se ha vuelto rugido con Spike Lee, Jada Pinkett Smith y Will Smith liderando una batalla a la que se han sumado Michael Moore, George Clooney y David Oyelowo. La Academia ya ha tomado medidas y ha presentado una batería de propuestas, como retirar el derecho al voto a los miembros no activos durante diez años y doblar el número de mujeres y asociados que pertenezcan a diversas minorías. Otros apuntan que sería bueno entregar un Oscar al mejor elenco, como ocurre en los premios del Sindicato de Actores, una propuesta que lleva sobre la mesa del presidente de la Academia desde hace diez años. «Honestamente, creo que el problema es la falta de oportunidad. Debería haber veinte, treinta o cuarenta películas de calidad para que la gente pudiera votar en los Oscar. Ahora hablamos de afroamericanos, pero para los hispanos es peor. Necesitamos mejorar. Solíamos ser mejor de lo que somos», admitió Clooney.

La membresía de la Academia de las Artes y las Ciencias de Hollywood es parecida a la de esas sociedades secretas donde los afiliados acuden con máscaras a sus reuniones. Según «Los Ángeles Times», hay 6.200 miembros y de ellos únicamente 1.300 pueden votar en las categorías de interpretación. Además, y como en la Corte Suprema de Estados Unidos, los votantes tenían membresía de por vida a este club de elegidos. Pero este último punto ha cambiado con las nuevas reglas. Los socios de la Academia recibieron una carta el viernes pasado anunciándoles que podrán votar durante diez años y solo podrán renovar su capacidad de voto si permanecen en activo. Después de tres términos de diez años podrán alcanzar ese ansiado estatus «para toda la vida». No hay una lista pública de quienes son los individuos de esta sociedad, pero un estudio de «Los Ángeles Times» sugiere que está formado en un 94% de hombres blancos con una media de 77 años.

«No puedes votar a un actor porque sea negro»

En cuanto a Will Smith, lo cierto es que le ocurre un poco como a Brad Pitt, Tom Cruise, Johnny Depp y Leonardo DiCaprio, actores con un cartel impresionante, a los que les cuesta ser tomados en serio por los miembros de la Academia. «No se trata de si es afroamericano o no, para muchos sigue siendo el Príncipe de Bel Air, como Leonardo es el chico de "Titanic"», asegura una directora de casting que prefiere no mencionar su nombre. Para qué engañarnos, conseguir un Oscar no es fácil para nadie, sea blanco, afroamericano o latino. «Hay muchísimos actores negros. Al final, no puedes votar por un actor solo porque sea negro. No puedes decir: "Le voy a votar, no es muy bueno, pero es negro”», declaró Michael Caine. El actor inglés esgrimió que para ser nominado «debes hacer una buena interpretación», al tiempo que comentó que le pareció maravillosa la interpretación del británico Idris Elba en «Beasts Of No Nation». Caine, dos veces oscarizado, recomendó en un mensaje a los actores que sean pacientes y recordó que a él le costó tiempo ganar un Oscar.

Este es el año de DiCaprio, un actor que lleva una década de escalada hacia el Oscar. «Las nominaciones reflejan la Academia. La Academia reflejan la industria y Hollywood es un reflejo de América. Lo que ha sucedido es un espejo de los retos que atraviesa el país en este momento. Hay una regresión al separatismo, hacia la desarmonía racial y religiosa. Esa no es la industria, la América que yo quiero dejar a mis hijos», reconoció Will Smith, defendiendo su causa. Nominado dos veces al Oscar, Smith perdió en ambas ocasiones frente a otros actores negros: Denzel Washington por «Training Day» y Forest Whitaker por «El último rey de Escocia». «Esto no es un berrinche, no se trata de mí. Hay un desencanto que se está gestando en el país y en la industria. Este matrimonio multirracial es disfuncional pero no hay opción para el divorcio. Tenemos que dialogar y encontrar una solución. Tenemos que hacer que funcione». Tal vez retirar la casilla que segrega socialmente al país sería un buen comienzo.

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