Arte

Pepe Barragán, el pintor al que no le gusta exponer

El artista sevillano expone en la galería La Caja China veintiuna piezas, tras cinco años de silencio

El artista Pepe Barragán, en la galería La Caja China de Sevilla Juan José Úbeda

Marta Carrasco

El pintor Pepe Barragán (Sevilla, 1956) hace veinte años inició una nueva aventura: abrir una galería, La Caja China, la misma que desde hoy alberga su exposición de 21 obras titulada, «Ritmos y variaciones».

A caballo entre las generaciones de los 70 y los 80 del pasado siglo, Barragán es una «rara avis» en el mundo del arte. «Abrí la galería porque en un momento dado pensé que había pintores muy interesantes o jóvenes que no tenían dónde exponer. Esa era la filosofía de la Caja China. Fue como una especie de rebeldía..., y de eso hace ya veinte años. Pero yo soy pintor, no galerista », asevera.

Hacía cinco años que no mostraba su obra, «porque soy un pintor raro, lo reconozco, un pintor al que no le gusta exponer . Me impone mucho y no es cuestión de miedo, en absoluto. Es algo innato en mí. Yo disfruto más pintando en mi estudio de lunes a domingo, que exponiendo. Todo lo contrario que el resto de la gente».

Pero se ha embarcado en esta exposición, «porque mi mujer Mercedes me ha empujado», y como está en los dos «mundos», galerista y artista, « sí, me ha costado muchísimo trabajo colgar mi obra. Cuando cuelgo la de los demás, estoy más libre. Con la mía me siento más agarrotado».

Y como suele pasar, todo ha llegado junto, primero una exposición en Valladolid, después ésta de Sevilla y próximamente en Madrid, «estoy cinco años callado, y de repente tres de golpe. Eso sí, he participado en colectivas, pero nada más».

A pesar de todo, no se siente galerista, «esto es como llevar un saco de piedras sobre mí. Me consuela que gracias a mis exposiciones se le han abierto las puertas a muchos artistas en otras galerías». Pero esa actividad sabe que ha perjudicado su creación como pintor, «lo he intentado diferenciar, pero es difícil. Yo no abrí la galería como negocio, no soy como los otros galeristas », afirma..., un galerista romántico, le pregunto, «bueno, podría decirse así».

En esta exposición nueve cuadros conforman una «orquesta», «y el resto parecen hacer música, están en movimiento, por eso el título». Su pintura evolucionó desde el expresionismo figurativo hasta la geometría pura , «mi estilo desde hace más de veinte años». Nunca se ha apartado de esa geometría que impone a su creación, «y ya no voy a cambiar, eso seguro».

Compartía estudio con el desaparecido Pepe Soto , y lo sigue haciendo con Manolo Salinas , «con Pepe era distinto, Manolo tiene otra forma de entender la pintura. Tener un estudio común es poder compartir criterios e intercambiar opiniones. Pero sí, Manolo y yo hacemos una pintura muy diferente».

Hace poco en la Caja China le hizo una exposición a José Ramón Sierra, «yo conocía a José Ramón, pero no éramos amigos. Ahora sí. Lo bueno que tiene hacer de galerista es que acabas siendo amigo de todo los pintores, y ellos como soy pintor, también confían más en mí, eso es una ventaja».

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