ARTE
Martínez Bellido: «Mi trabajo puede definirse como metafotográfico»
El creador gaditano presenta en la galería Birimbao una exposición de catorce obras con el título de 'Flora'
Martínez Bellido, sin José Manuel (Chiclana de la Frontera, Cádiz, 1992), nació cuando la Exposición Universal abría sus puertas en Sevilla. Es de la generación post-Expo, de los que comenzaron a pintar y a estudiar Bellas Artes, como es su caso, cuando los de la famosa Generación de los 80 eran ya unos veteranos.
Estos días presenta en la galería Birimbao la exposición titulada 'Flora', compuesta por catorce piezas, una muestra en la que desarrolla su creatividad a través de la fotografía.
«Normalmente parto de fotografías vernáculas que colecciono y compro en mercadillos y tiendas de segunda mano. Este proyecto surgió en el estudio, mirando unas fotos esteroscópicas que representaban zonas boscosas y de arboleda, y una imagen me llamó la atención porque estaba llena de hongos y parecía que el hongo replicaba la forma del bosque. Me pareció poético y desarrollé el proyecto».
Empezó dibujando en clase y a partir de ahí fue aficionándose y decidió estudiar Bellas Artes. Se graduó en 2014 y recibió en seguida la beca Rodríguez Acosta y luego la de Iniciarte . «No me planteo en este trabajo sobre si tendré o no futuro, lo que hago es algo que me apasiona, me gusta y me dedico a ello».
Su primera exposición fue en una colectiva en Santa Inés , dentro del programa Iniciarte, y posteriormente en otra colectiva, seleccionado por un jurado de comisarios y críticos de arte, en el CAAC, titulada 'Entre las formas que van hacia la sierpe y las formas que buscan el cristal' , donde compartía sala con artistas de su generación como Álvaro Albaladejo, Ana Barriga, Pablo Capitán del Río, Álvaro Escalona, Valle Galera, Irene Infantes, Christian Lagata, Manuel M. Romero, Moreno & Grau, Mercedes Pimiento y Florencia Rojas.
«Mi trabajo quizás puede definirse como metafotográfico porque tiene un punto de experimentación con la fotografía y la creación fotográfica, pero me es complicado definirlo en una palabra», reflexiona. No cree que su generación esté alejándose de otras disciplinas más tradicionales como la pintura o la escultura, «no creo, y tampoco que estén desapareciendo, ni mucho menos. La escultura en particular goza de muy buena salud en nuestros días y hay gente haciendo muy buenas obras».
Pero vivir de la creación, sea la disciplina que sea, ya es otra cosa, sobre todo con la enorme cantidad de artistas existentes en la actualidad, «no sé si somos muchos o pocos, quizá somos muchos para las pocas oportunidades de supervivencia que hay a nuestra disposición. En todo caso, nunca me he planteado la situación en estos términos», asegura.
Las referencias
Tiene clara sus referencias, aunque son más cercanas que históricas, en general, «me interesan artistas que trabajan sobre la imagen, que relacionan la ciencia con el arte y que hacen un uso abstracto y experimental del medio fotográfico. Alguno de mis referentes son, por ejemplo, Moholy Nagy, Hiroshi Sugimoto, Aldo Tambellini, Tillmans, Fontcuberta, Lempert, Allora & Calzadilla o Alfredo Rodríguez. También hay otros, que sin considerarse propiamente artistas, fueron precursores del uso abstracto del medio y confundieron arte y ciencia, como los casos de Darget y Striendberg», indica. Y en cuanto a los más cercanos, «me interesan artistas como Pablo Capitán del Río , por el uso alquímico que hace de la materia, o Moreno y Grau , por la aproximación a la naturaleza, o Florencia Rojas , por la profundidad poética con que usa la fotografía».
La exposición en la galería Birimbao, estará abierta al público hasta el próximo once de junio.
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