Patrizia Sandretto: «Creo en Madrid y en este proyecto»
La fundación en la capital de la coleccionista italiana echa a andar con una exposición y un programa de residencia para jóvenes comisarios, aunque sigue en busca de sede
Algo tendrá España cuando coleccionistas de todo el mundo quieren traer sus colecciones a nuestro país. Si dejamos al lado casos como el de Helga de Alvear , cuya colección recaló en Cáceres, o el de Roberto Polo , que desembarcó en Toledo, solo en Madrid hay tres mujeres con muy destacadas colecciones que andan ya desde hace tiempo con el ojo puesto en la capital y con cejan en el empeño. Bien es cierto que son tres casos muy distintos.
La baronesa Thyssen lleva ya más de una década negociando con el Estado español el futuro de su colección, cuyo grueso cedió temporal y gratuitamente y está expuesto en el Museo Thyssen. De hecho, la pinacoteca se amplió con tal fin. Ya hemos perdido la cuenta de los ministros de Cultura con los que se ha reunido (José Manuel Rodríguez Uribes se suma a la larga lista) -más que coleccionar cuadros, parece que Tita colecciona ministros de Cultura- y de las prórrogas que ha habido en las negociaciones.
Quien dio por rotas las suyas con el Ministerio de Cultura hace unas semanas fue Ella Fontanals-Cisneros . Si en 2018, la coleccionista cubana y el entonces Ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo , firmaron un preacuerdo para la creación de un espacio de exposiciones en el complejo de Tabacalera en Madrid (Colección de Arte Contemporáneo de las Américas), que incluía una donación de más de 400 obras y un préstamo a largo plazo de unas 600 más, una carta del entonces ministro de Cultura José Guirao , enviada en octubre del año pasado, dio al traste con aquel viejo sueño. El Gobierno socialista no mantenía el preacuerdo firmado por el Ejecutivo popular. Aun así, Fontanals-Cisneros sigue creyendo que Madrid es el lugar idóneo para albergar sus colección.
Adiós a Matadero
El pasado 25 de febrero era otra destacada coleccionista la que convocaba a la prensa en Madrid: la italiana Patrizia Sandretto Re Rebaudengo . Lo hacía en un espléndido espacio privado del centro de Madrid, la Fundación Fernando de Castro (en el número 15 de la calle San Mateo, junto al Museo del Romanticismo). Y es que, pese a que en 2017 se anunció la creación de su fundación en España y su futura sede en la Nave 9 de Matadero , dos años y medio después la fundación es un sueño cumplido, pero no así su sede. Lo explicaba la propia Sandretto a los periodistas: «Después de muchos estudios por parte de los arquitectos, se vio la imposibilidad de transformar la Nave 9 de Matadero en espacios de exposiciones con un estándar de calidad para mostrar arte contemporáneo. Los problemas estructurales del edificio no pueden ser alterados». Dicha nave había sido cedida a la coleccionista por 50 años por parte del Ayuntamiento de Madrid. La inversión de siete millones de euros prevista para rehabilitar el espacio corría a cargo de Patrizia Sandretto.
Un revés que, sin embargo, no ha desanimado a la coleccionista italiana. Le gusta mucho España , un país donde se siente como en casa y donde tiene buenos amigos. Por cierto, habla un estupendo español. El diálogo con el Ayuntamiento de la capital se mantiene abierto para encontrar sedes alternativas a Matadero. Andrea Levy , delegada de Cultura, Turismo y Deporte, anda en ello. Sandretto no se cierra a que sea un edificio histórico o moderno. Está abierta a estudiar distintas propuestas y confía en que pronto haya resultados satisfactorios: «Llevamos meses cooperando y confiamos que en un futuro próximo dispongamos de un emplazamiento definitivo para nuestros proyectos en Madrid. Seguro que el Ayuntamiento encontrará el mejor lugar. Quiero hacer algo en este país; creo en esta ciudad, en este proyecto ». En cuanto a si se mantendrán o no las condiciones del proyecto de Matadero, advierte que dependerá de la propuesta.
Por el momento, aunque sin sede en la capital, la Fundación Sandretto Re Rebaudengo Madrid ya ha echado a andar, reafirmando así su voluntad de llevar a cabo los proyectos previstos en España, que no ha querido aplazar. Sus dos primeras actividades son una exposición (la primera monográfica del artista norteamericano Ian Cheng en España) y un programa de residencia para jóvenes comisarios, continuación del que ya lleva a cabo en su fundación en Turín. «El equipo de la fundación trabaja para presentar artistas emergentes y generar nuevas oportunidades para los artistas españoles trayendo a comisarios internacionales a la ciudad y en toda España, dos de nuestros objetivos esenciales», advierte Patrizia Sandretto.
«Gimnasio neurológico»
Parte de su colección se ha visto ya en España en exposiciones en el Canal de Isabel II y la Fundación Banco Santander (Madrid), el IVAM (Valencia), la Fundación Godia (Barcelona) y el CAC de Málaga. Ian Cheng, artista que trabaja sobre la inteligencia artificial, es un artista que le interesa mucho. La exposición «Ian Cheng. Emissaries» (hasta el 21 de marzo), comisariada por Hans Ulrich Obrist , director artístico de la Serpentine Gallery de Londres, muestra una trilogía de simulaciones, que Cheng (Los Ángeles, 1984) define como «una especie de gimnasio neurológico, en el que el arte se convierte en un medio para ejercitar los sentimientos de confusión, ansiedad y diseonancia cognitiva que acompañan los momentos de cambio».
La trilogía consta de tres pantallas de gran tamaño en las que se narra tres episodios, situados en el mismo espacio, pero en épocas distintas: miles y millones de años después. «Estos trabajos parten de los videojuegos , pero son ecosistemas virtuales . Cheng inventa, construye mundos futuristas, alternativos, con una flora y una fauna apocalípticas», advierte el comisario, que aprecia capacidad poética en las nuevas tecnologías.
En cuanto al programa de residencia para jóvenes comisarios , que dura de febrero a junio y se lleva a cabo en colaboración con Acción Cultural Española, esta primera edición ha sido coordinada por el comisario Alejandro Alonso Díaz. Un jurado ha seleccionado a Marta Cacciavillani, de Italia; Laura Plant, de Gran Bretaña, y Lxo Cohen (Países Bajos-Gran Bretaña). Durante estos cuatro meses mantendrán encuentros con artistas y galeristas, visitarán museos, centros de arte y fundaciones por toda España. Al final del programa se organizará una exposición colectiva de jóvenes artistas españoles.
