El arquitecto Rafael Moneo
El arquitecto Rafael Moneo - EFE

Moneo no tendrá que pagar dos millones de euros por fallos en la residencia del embajador en Washington

La Audiencia Nacional ha anulado la indemnización que el Ministerio de Exteriores fijó en 2008 por «vicios ruinógenos» en la obra, que costó 8,4 millones de euros, ya que la multa se impuso fuera de plazo

Madrid Actualizado: Guardar
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El arquitecto Rafael Moneo, premio Nacional de Arquitectura 2015, no tendrá que pagar al Gobierno dos millones de euros en concepto de indemnización por los fallos en el diseño del edificio de la residencia oficial del embajador de España en Washington, ya que la multa se le impuso fuera de plazo.

La Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional ha anulado la indemnización que le impuso en 2008 el Ministerio de Asuntos Exteriores por «vicios ruinógenos» en la obra en la residencia del embajador, que costó 8,4 millones de euros a las arcas públicas. Moneo recurrió esa indemnización y ahora ha ganado el recurso porque la Audiencia considera que los hechos están prescritos.

Lo hace estimando que ha transcurrido «con creces» el plazo de prescripción de 5 años desde que se detectaron los fallos en 2003 (un año después de la finalización de las obras) hasta que se puso la multa en 2013.

Según la sentencia, el Gobierno le puso la indemnización porque menos de un año después de acabar las obras «el inmueble comenzó a sufrir un rápido deterioro, que se manifestó en la aparición de numerosos problemas».

El Ministerio fijó la indemnización en base al coste de reparación de los fallos técnicos y la cuantificó en ese momento en 2.772.860 dólares (2.059.142 euros al cambio de entonces) «por los daños derivados de la redacción del proyecto de construcción y la ejecución de los trabajos de dirección facultativa de la obra».

Recurso

En su recurso, además de alegar la prescripción de los hechos, Moneo negó que los defectos de la residencia fueran por el proyecto, sino que se debieron a una «indebida ejecución de las obras por parte de la empresa contratista, Josh J. Doyle Builder & Company, quien no se adecuó a las especificaciones y requisitos del proyecto». La Audiencia no entra, sin embargo, en este aspecto y se ciñe al de la prescripción de los plazos.

El edificio, que fue inaugurado en 2004 por el expresidente José María Aznar, tiene una superficie construida de 1.853 metros cuadrados, sobre un terreno de 10.300 metros cuadrados. El Estado compró el terreno en 1989, aunque luego pensó en deshacerse de él, debido a la dificultad geográfica, pero finalmente, en 1996, encargó al afamado arquitecto el proyecto de la residencia.

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