México revive la entrada de Hernán Cortés en Tenochtitlán bajo el pincel de Ferrer-Dalmau

El pintor ha presentado en en el Instituto Oviedo en León, la ciudad más grande del estado de Guanajuato, su cuadro «La llegada»

Cuadro «La Llegada», de Augusto Ferrer-Dalmau

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El 8 de noviembre de 1519 unos extraterrestres entraron en Tenochtitlán , capital del imperio mexica. No portaban pistolas láser ni llegaron en nave espacial. Se trataba de un grupo de barbudos, repletos de acero, que montaban esbeltos caballos y asían robustos perros alanos. Los locales jamás habían visto cosa parecida. Y, para más inri, estos alienígenas caminaban impunemente por las calles de la ciudad acompañados de los tlaxcaltecas, enemigos acérrimos de los mexicas. La tensión flotaba en el aire.

Augusto Ferrer-Dalmau (Barcelona, 1964) ha presentado en México su cuadro « La llegada », sobre la entrada de Hernán Cortés a Tenochtitlán, una instantánea del pasado en la que el pintor de batallas recrea cómo fue la llegada de la empresa liderada por el extremeño que desembocó en la caída del imperio azteca en 1521. «Es como si vieras una nave espacial en La Castellana. Es un mundo desconocido; el encuentro de dos culturas, dos mundos», dijo Ferrer-Dalmau en declaraciones a ABC antes de que su cuadro fuera presentado ayer en el Instituto Oviedo en León, la ciudad más grande del estado de Guanajuato.

«Era cosa de maravillar porque jamás habían visto caballos ni hombres como nosotros. Vimos cosas tan admirables, no sabíamos qué nos decir», relata el cronista Bernal Díaz del Castillo , uno de los hombres que acompañó a Cortés durante la Conquista de México (1519-1521), cuando describe brevemente cómo fue el momento que recoge «La llegada». Y es que la fotografía que propone Ferrer-Dalmau alberga multitud de detalles que captan la mezcla de fascinación, curiosidad y tensión cuando centenares de españoles llegaron a la ciudad en la que Cortés se reunió con el emperador Moctezuma.

En el margen izquierdo, un indígena se tapa la boca al ver la llegada de los marcianos. A pocos metros, un soldado español saluda a una abuela en un gesto de amabilidad. Del lado derecho, otro solado camina erguido con un mandoble posado en su hombro. Y, en el centro, Cortés avanza a lomos de un caballo guiado por un guerrero tlaxcalteca . «Cortés es un hombre que entra en una ciudad desconocida. No sabe qué va a pasar y entra con unos aliados que desconocían hasta hace dos días. Camina sin perder la compostura, no desafiante. Es una persona serena ante la situación», explica Ferrer-Dalmau.

Ferrer-Dalmau

«Sí que hay un desafío en el tlaxcalteca, entre los indígenas sí que hay más tensión», dice el maestro al desgranar los detalles del cuadro. La obra fue encargada por el Instituto Oviedo hace dos años para conmemorar el encuentro entre dos culturas que ocurrió hace 500 años, un momento histórico trascendental para comprender el México contemporáneo. «Piezas como está son sumamente importantes para transmitir juicio histórico crítico y no asumir aseveraciones fundamentalistas», dice Paola Rebollo , directora del Centro Cultural Sor Juana Inés de la Cruz, ligado al Instituto Oviedo.

La presentación de «La llegada» en México se produce casi un año después de que el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador , envió una polémica carta al Rey Felipe VI para exigirle que España se disculpe por los supuestos «abusos» cometidos por los conquistadores. Esa disculpa no se ha producido. En ese contexto de cierta tensión, Ferrer-Dalmau considera que su trabajo se limita a ser una « fotografía del pasado » con la que pretende plasmar cómo fue un momento histórico. «Es historia, no es si fue bueno o malo. No puedo juzgar a hombres de hace 500 años», explica el pintor.

Para realizar el cuadro, el artista se ha servido de varios asesores entre los que destaca el historiador David Nievas Muñoz , especializado en la Europa Barroca. El pintor catalán define como un periodo «intenso y sin descansar» a los cuatro meses que ha dedicado para elaborar esta obra en la que ha buscado romper «moldes estéticos y los clichés» que rodean a los conquistadores.

Rebollo no descarta que «La llegada» sea expuesta en Ciudad de México, capital del país y urbe asentada en la ubicación donde estaba Tenochtitlán. «Ahora mismo no hay nada cerrado, pero existe esta posibilidad», comenta sobre el hipotético caso en el que la pintura sea exhibida en la icónica ciudad en la que hace cinco siglos un millar de españoles, junto con una alianza con tlaxcaltecas y totonacas, llegaron a México-Tenochtitlan ciudad para propiciar su caída en 1521.

«La llegada» fue presentada en Madrid el 19 de diciembre de 2019 en un acto que presidido por Fernando Alejandre, Jefe Mayor de la Defensa de España. El cuadro quedará expuesto en una sala del Instituto Oviedo, centro educativo en el que Ferrer-Dalmau descubrió una placa con su nombre.

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