«Making Africa» o cómo el diseño lleva a un continente al futuro

África vuelve al Museo Guggenheim Bilbao. O éste a África, según se mire. Ocho años después de «100% África», que estaba planteada como una revisión más desde el punto de vista de la historia del arte, el recinto bilbaíno acoge una muestra que busca arrojar una luz nueva y diferente a un continente del que apenas nos separa una porción de agua. Bajo el título «Making Africa», y en colaboración con el Vitra Design Museum de Basilea, se despliega hasta el 21 de febrero la obra de 120 artistas y diseñadores que muestra «cómo el diseño contemporáneo en Áfica acompaña e impulsa el cambio económico, político y cultural», de la mano de otro cambio crucial, el tecnológico, en palabras del director general del museo, Juan Ignacio Vidarte.

«Una visión muy nueva, muy diferente a lo que estamos acostumbrados. Enriquecedora, positiva», se explayaba Vidarte, para recordar cómo la presencia de más de 650 millones de teléfonos móviles en África lo catapultan a una capacidad de acceso a la información y las nuevas tecnologías que se plasma, en la exposición, en la aportación de auténticos «nativos digitales» que abrirán los ojos al visitante. Tremendamente multidisciplinar, la exposición salta de formato en formato, de la fotografía al vídeo y de ahí al diseño y el arte. «África es el continente del futuro», glosaba Vidarte.

Un futuro acompañado de una nueva realidad: «Hoy muchos africanos van y vienen, residen en África, Europa, Estados Unidos. Nos examinamos mutuamente y esto enriquece nuestra visión», a juicio de la comisaria de Guggenheim Bilbao Petra Joos, quien puso en valor que, con 13 obras más que en la muestra de Basilea, han «repensado la exposición, pero se han mantenido las claves», exprimiendo todo el pontencial y espacio del museo vizcaíno.

Con una preparación de casi tres años y un volumen ingente de entrevistas a artistas y diseñadores africanos, tanto en el continente como en la diáspora, y las redes sociales como aliadas en la búsqueda, «Making Africa» busca «trasladar la noción de que no hay un único diseño africano, ni un solo continente africano, sino mil millones de personas», incidía la comisaria Amelie Klein, del Vitra. Frente a las etiquetas, que pide desterrar, el objetivo es mostrar la «diversidad y complejidad del continente, teniendo en cuenta su enormidad y que es imposible cubrirlo todo».

No faltó la crítica en el discurso de Klein al reflexionar sobre la visión que tienen aún los diseñadores europeos de África: «Los diseñadores africanos son perfectamente capaces de llevar los proyectos ellos solos, por su cuenta», afirmaba en una llamada a desterrar un, quizás, cierto paternalismo.

El cambio, empujado por el diseño

La revolución digital ha deparado, a su juicio, «una nueva forma de comunicarse y una nueva actitud, poniendo fin a la comunicación unidireccional» que se daba hasta ahora entre el primer mundo y África. ¿Cómo es, pues, el perfil del artista que expone su obra en «Making Africa», y la propia obra? «Tiene que ver con el cambio, cómo el cambio se ve empujado por el diseño. Muchos son autodidactas y a la mayoría no le importan los medios, sino que los eligen como forma de expresión pensando en lo que encaja mejor con su proyecto. Muchas obras se crearon de manera colectiva, de manera flexible».

«Son jóvenes bien formados, críticos, creativos, emprendedores, libres de la carga del colonialismo, o mucho más libres que anteriores generaciones». Reflexión que matizaba después: «Sí hablan mucho del colonialismo y el neocolonialismo. Sus efectos están muy presentes hoy en día. Se muestran muy críticos, también hacia sus propios gobiernos, que copian lo que vieron en la época colonial». Para concluir, un deseo y una declaración de intenciones de Klein: «Me gustaría que el visitante viniera con unas preguntas y se marchara con otras».