Leonardo da Vinci: el Louvre desvela los misterios del genio y del hombre

La gran exposición conmemorativa del 500 aniversario de su muerte abre mañana al público. Ya hay más de 200.000 entradas reservadas

Una mujer contempla la «Madonna Benois», de Leonardo REUTERS

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Mañana se abre al gran público la magna exposición consagrada en el Louvre a Leonardo da Vinci (1452-1519) , para conmemorar el 500 aniversario de su muerte con una colección única de obras maestras, revisando los más diversos rostros del genio: revolucionario de las técnicas pictóricas, dibujante único, teórico visionario, ingeniero militar, inventor, humanista, homosexual desvergonzado, sospechoso de pedofilia…

Pintor excepcional , Leonardo dejó una obra «mínima»: apenas 20 ó 21 obras , todas capitales. Cinco pertenecen a Francia, depositadas en el Louvre; siete a Italia, repartidas entre el Vaticano y varias colecciones públicas; y nueve se hallan en grandes instituciones europeas y americanas.

El «grueso» de la exposición son las obras propiedad del Louvre: la «Gioconda», «La Belle Ferronière», «La Virgen de las rocas»; «La Virgen, el Niño Jesús y Santa Ana» y «San Juan Bautista». La Reina de Inglaterra, el British Museum, la National Gallery londinense, los Museos Vaticanos, el Metropolitan neoyorquino, la Galería de la Academia veneciana y el Hermitage de San Petersburgo han hecho préstamos excepcionales.

«La Virgen de las rocas», una de las cinco pinturas de Leonardo que atesora el Louvre EFE

Su célebre dibujo «El Hombre de Vitruvio» , bloqueado en un principio y finalmente liberado por la justicia italiana, que terminó autorizando el préstamo, ya cuelga en la exposición. El «Salvator Mundi», de dudosa autoría , propiedad de un Príncipe saudí, cuyo destino final será el Louvre de Abu Dhabi, sigue «en paradero desconocido» antes de la inauguración. Presencias o ausencias que no modificarán en nada la envergadura única de la muestra del Louvre, con la que han culminado diez años de negociaciones al más alto nivel diplomático y museístico, sin olvidar el trabajo personal de Vincent Delieuvin y Louis Frank , comisarios de la exposición, los especialistas que han asumido la tarea muy fuera de lo común de presentar un Leonardo «útil» e «indispensable» para los especialistas y el gran público, que lleva varios meses esperando la inauguración, con más de 200.000 entradas reservadas , antes siquiera de la inauguración, cuando la «Gioconda» sigue recibiendo más de 30.000 visitas diarias.

Más allá de la docena larga de grandes pinturas y esculturas, únicas y excepcionales, quizá sea esencial un «corpus» de 140 obras, con una presencia masiva de dibujos, cuadernos, esculturas y objetos de muy diversa índole. Las grandes pinturas, comenzando por la «Gioconda» y «La Virgen de las rocas», son piezas capitales , con un puesto esencial en la historia de la pintura y las técnicas revolucionarias utilizadas por el genio, comenzando por el «sfumato». La obra pictórica de Leonardo se «resume» en una veintena de obras maestras y un catálogo aleatorio de obras atribuidas a su taller o sus discípulos.

«San Juan Bautista», de Leonardo, propiedad del Louvre REUTERS

Tratándose de Leonardo, cuadernos íntimos y dibujos son indispensables para descubrir y seguir descubriendo, quinientos años más tarde, los insondables laberintos de su creación : el «anatomista» que nos revela en toda su pureza virginal los misterios del cuerpo humano; las locuras geniales de un inventor único; el talento fuera de lo común de un arquitecto no solo militar, cuyas creaciones siguen fascinando… Capítulo aparte y oscuro, también presente en la exposición del Louvre, la tormentosa vida íntima de Leonardo… cuyo comportamiento homosexual , en la Florencia de su juventud, comienza a estudiarse con detenimiento. Algunas obras presentes en el Louvre, como el «San Juan Bautista», pueden «leerse» como homenajes o retratos velados de algún amante, no sabemos si ocasional.

Sophie Chauveau, biógrafa de Leonardo , comenta de este modo esa dimensión de la vida del genio: «Oculta durante mucho tiempo, la homosexualidad de Leonardo ha dejado de ser un tabú. En la Florencia de su tiempo, los hombres vivían entre ellos. Y la homosexualidad no es un secreto. Leonardo frecuentó la colina florentina de Contado, donde es notorio que había prostíbulos masculinos . Leonardo fue un hombre muy bello, a quien no le importaba pagar por dar y recibir placer . Muchas de sus relaciones no tuvieron mañana. Queda el recuerdo de un nombre, Salaï … el nombre auténtico de ese “diablillo” era Gian Giacomo Caprotti, un niño de diez años…». En nuestro tiempo, las relaciones carnales entre un hombre de menos de treinta años y un niño de diez correrían el riesgo del posible delito de pederastia. Leonardo pudo inmortalizar a «Salaï» en alguna de sus obras maestras.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación