Robert Frank: el ojo de América

Resulta curioso, o cuando menos digno de reflexión, que alguien nacido fuera de Estados Unidos tuviera que ser quien enseñara a ver cómo era ese país , y la pluralidad de las gentes que lo habitaban, y que lo hiciera, además, con la magia de una nueva forma de mirar.

Nacido en Zurich en 1924, Robert Frank se trasladó a ese país en 1947, desarrollando allí gran parte de su carrera profesional, fundamentalmente enfocada en el mundo de la fotografía, aunque trabajando también dentro del ámbito cinematográfico. En 1955, con la ayuda de una Beca Guggenheim recorrerá Estados Unidos durante dos años, fijando con el ojo de su cámara, y el de su peculiar sensibilidad artística, otra forma de ver la sociedad americana, sus gentes, sus triunfos y sus miserias .

El resultado, «The Americans» («Los Americanos»), publicado inicialmente en París en 1957, con un espléndido prologo de Jack Kerouac , es una selección de 83 fotografías de las más de 28.000 tomadas durante ese período , y, muy posiblemente, el libro más importante de la historia de la fotografía del siglo XX. Según sus propias palabras: «Hay una cosa que la fotografía debe contener: la humanidad del momento…». Ese fue en síntesis su credo y su ideología como creador.

A partir de entonces, la fotografía, como documento y, sobre todo, como otra manera de observar y reflejar la vida y sus diferentes visiones, ya no volvería a ser igual que antes. Su personal estilo, signado por la voluntaria falta de una perfección formal, una visión libre de cualquier juicio preestablecido, y por el empleo de una estética «sucia» y subjetiva , tanto en sus composiciones como en sus temas, tendría una enorme influencia en la fotografía, e incluso en el cine, de un gran número de generaciones posteriores. El ojo de América, y de una singular forma de mirar el mundo ha cerrado definitivamente sus párpados. Su herencia permanecerá para siempre entre nosotros.

Francisco Carpio es crítico de ABC Cultural.