«Todo el mundo le pedía a Juan carteles y él era incapaz de decir que no»

«Sevilla pierde una gran persona y un gran artista». Así de rotunda es Julia Echevarría quien junto a su marido han sido los galeristas de referencia de Juan Roldán, fallecido este domingo en Sevilla a los 74 años de edad. En su recuerdo se mezclan lo personal -«nuestros hijos eran de la misma edad, hacíamos piña en Sevilla con él»- y lo profesional -«es un referente de la pintura sevillana»-. El cariño de los Echevarría con Roldán es tan largo como su relación, que ha durado casi 30 años.

El matrimonio de galeristas vascos vieron en una exposición la obra de Juan Roldán hace décadas y decidieron que lo querían para su galería de San Sebastián.

Y se plantaron en Sevilla para conseguirle. «Nos alojamos en el Alfonso XIII y le buscamos», explica la señora de Echevarría, Julia. Fue hace 30 años, los mismos que han llevado la carrera de este artista sevillano, paisajista, cartelista «y gran persona», insiste Julia.

«Estuvo con nosotros en San Sebastián. Y luego, hace 24 años, cuando abrimos la otra galería de Madrid», recuerda. Su éxito fue el de los Echevarría. «Todos los clientes destacaban la serenidad de sus pinturas», explica. Situaba siempre el paisaje abajo en el cuadro ya hasta dos tercios del lienzo eran aire, nubes, espacio. «Eso da una gran paz». Destaca Echevarría de Juan Roldán su sello personal: «Era tremendamente personal. Sus brumas, sus paisajes, sus vegas... siempre pintaba en formato cuadrado, era muy característico».

El cariño que por él sentían -sienten, en presente- los Echevarría, no era exclusivo. «En Sevilla le querían mucho, mucho. En lo personal era excepcional. Todo el mundo le apreciaba en la sociedad sevillana». Producto de ese cariño de los sevillanos por Roldán está su fructífera obra de carteles. «Todo el mundo le pedía carteles a Juan. De las hermandades, del Ayuntamiento, de las asociaciones... y él no sabía decir que no. Siempre decía que sí».

¿Ese cariño será en algún momento un homenaje, un recuerdo? De momento no. «Preferimos esperar, es muy reciente el fallecimiento, Nosotros estamos dispuestos a lo que quieran los hijos», explica la galerista. No habrá recuerdo público pero ella sí tiene uno privado: «Juan sabía lo que me gustaba la Semana Santa de Sevilla y que yo quería ver una Madrugada. Recuerdo con muchísimo cariño que un año nos invitó y la vimos entera en el palco del Ayuntamiento de Sevilla. Fue precioso».