CULTURA

Alex O'Dogherty: «El gran error que cometemos es hacerle caso a los comentarios negativos sobre nosotros»

El artista gaditano habla sobre su reciente libro 'Las recetas de Amalia' y su espectáculo cómico 'Imbéciles'

Álex O'Dogherty, el artista gaditano. L.V.
Esther Macías

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Álex O'Dogherty nació en San Fernando y se define como un «artista polifacético» o «aprendiz de todo». «No paro quieto», asegura. Siempre está ligado a algún proyecto, desde la televisión, cine, monólogos, música, teatro, presentaciones y ahora hasta un libro. Actor «y cosas de esas». Lo mismo aquí que allí.

Dos series han marcado la vida profesional del gaditano; Camera Café y Doctor Mateo. En la primera representó el papel de Arturo Cañas. Por otra parte, en Doctor Mateo hizo el papel del policía Alfredo Escobar, alias Caracolo.

Como se venía diciendo desde el principio, Álex siempre anda proyectando, que es gerundio. Hace escasas semana, presentaba su libro 'Las recetas de Amalia', en el cual recopila los platos de su madre. Y hace pocos meses arrancaba su último espectáculo cómico 'Imbéciles'. En esta entrevista para LA VOZ relata sobre la importancia del humor, sus nuevos proyectos y «cosas de esas».

- Álex, ¿qué se puede encontrar en su show 'Imbéciles'?

- Se trata de un espectáculo que habla sobre las palabras. En realidad, era un show que quise hacer de este tema tan absurdo que es el mundo de las palabras. No sólo habla del poder de las palabras, también del poder que tenemos los que las usamos. También hablo de los famosos límites del humor, que en aquella época cuando yo estaba escribiendo esto, se trataba y a día de hoy continúa tratándose. Lo escribí también para entender de dónde venía porque yo también tenía mis límites del humor y descubrí que en realidad todos tenemos nuestros límites. Todos tenemos algún tema que nos molesta o no nos hace mucha gracia por lo que sea. En definitiva, palabras, palabritas, palabras de pueblos, palabrotas, qué palabras se utilizaban en el Siglo de Oro. En una hora y cuarenta minutos da mucho tiempo a hablar referente a las palabras.

-¿Tiene el humor límites?

- Habrá asuntos que toques que habrá gente que no tolerará que hagas bromas sobre eso. No todo el mundo reacciona de la misma manera. Yo mismo tengo mis límites del humor. Hay chistes que a mí mismo me molestan. Que no me hace gracia que se haga chiste sobre algo, pero yo no voy a pedir la cabeza del cómico. Ni lo voy a criticar. La manera más sana de tratar este tema es que si hay algo que te ofende, el mejor camino que yo considero es el no escucharlo más. No vayas a sus espectáculos, no le sigas en redes sociales. No podemos prohibir todo lo que no nos gusta, es imposible. Porque si cada uno tuviese la potestad de prohibir algo que no nos gusta, todo estaría prohibido. Lo que te molesta a ti, a mí me gusta. No dejan de ser más que chistes.

- ¿Es fácil ser cómico en estos tiempos?

- Hay gente que piensa que un cómico te tiene que hacer reír. No todos los cómicos te tienen que hacer reír. Lo bueno que tenemos es que tenemos un gran abanico de cómicos porque la comedia es muy diferente, depende quién la haga. A mí que me gusta esto, y veo muchos de ellos. No me gustan todos, de hecho no me gustan la mayoría.

Insisto, los que no me gustan no los veo. Los denuncio. Yo elijo lo que me gusta. Tenemos la suerte de poder elegir. Todo el mundo puede encontrar a una persona que le hace reír, no persigas al que no.

- Las redes sociales facilitan el trabajo a los enemigos, y más cuando pueden opinar en anónimo

- Pues sí. En mi caso no voy buscando a ver qué dicen de mí. Pero tengo redes, y sin intención, abro esos mensajes cargados de odio. A veces tienes la mala suerte de toparte con comentarios feos. No me hacen gracia, claro. La mayoría no son criticas constructivas. Son para hacer daño. Me considero una persona sensible y otras de las cosas que me marco en este espectáculo es que intentar conseguir que dejen de afectar las palabras. El poco público enemigo que he tenido, ha sido suficiente para amargarme la vida. Soy imbécil precisamente por eso, porque dejo que me afecte las palabras de una persona anónima en vez de los miles comentarios positivos que tengo todos los días. Ese es el gran error que cometemos muchos, el hacerle más caso a la gente que dice cosas malas que a las que te recuerdan las buenas. Yo me he tatuado en el brazo 'me quedo con lo bueno'. Yo voy utilizando mis propios monólogos como terapia.

- ¿Tiene pensado hacer algún show en Cádiz?

- Buenos, el 2 de febrero estaré en Puerto Real. Y el 1 de marzo en Chiclana. Pero aquí tengo que confesarte una de mis ilusiones. Mi sueño sería hacerlo en el Gran Teatro Falla. Mi gran ilusión sería acabar 'Imbéciles' en el Gran Teatro Falla. Pero no han encontrado fechas. Ojalá se pueda hacer realidad antes de que acabe.

- Hace escasas semanas ha publicado el libro 'Las recetas de Amalia', que recopila recetas de tu madre.

- Acaba de salir prácticamente, sí. Después de varios años grabando vídeos de Youtube con ella y con mi padre -que era el cámara- en los que nos dedicábamos a grabar todos los platos típicos que hacía mi madre: patatas con chocos, menudo, potajes, puchero... en fin todo lo que suena y huele a familia. Los que nos han criado. A pesar de hacer esos vídeos, sentí que todo sería mucho más redondo si se publicase ese libro. Y eso es lo que he hecho. Con ayuda de mi familia, he recopilado recetas y las he puesto en papel. Ha llevado su tiempo y el libro ha quedado precioso. No sólo tiene todas las recetas, también cada receta tiene su código QR que te lleva al vídeo en cuestión para ver cómo hacemos ese plato. Cada receta tiene un listado de reproducción de música que hará disfrutar. También tiene frases típicas de madres, pasatiempos. Es un libro muy completo.

- También tiene una tienda online que se llama «cosas de esas», ¿no?

Sí. Ahí se puede comprar el libro de hecho. Tenemos también camisetas, tazas, cosas de esas vamos. Otros de los proyectos que me han liado. Con lo tranquilo que estoy yo, pero siempre estoy con otros asuntos. Por eso se llama cosas de esas.

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