Woody Allen fue a Lisboa para tocar el clarinete... y le piden una película

Una selecta minigira trae de nuevo a Woody Allen a Europa al frente de la New Orleans Jazz Band. Su concierto en el Coliseo de Lisboa en la noche de este martes 4 de julio antecedió a su retorno a la Costa Azul francesa y a su única fecha en España: el sábado 8 de julio en el Festival de Cap Roig (Gerona).

Pero su apuesta por los sonidos «dixieland», arquetípicos de la emblemática ciudad estadounidense un siglo atrás, se vio sorprendida por el clamor popular para que el autor de «Annie Hall» o «Misterioso asesinato en Manhattan» ruede próximamente en las calles de la capital portuguesa.

Los cientos de fans que se dieron cita en el recinto, ubicado junto a la Avenida da Liberdade, disfrutaban de las altas dosis de improvisación, pero quien más quien menos suspiraba por convencer al cineasta de 81 años para que desembarque con su equipo de producción en la cuna del fado, como ya hizo en Barcelona, París o Roma.

Es uno de los directores norteamericanos más respetados y queridos por el público europeo, de manera que esos tres precedentes parecen haber despertado en estos lares el anhelo de contar con una película de Woody Allen a la portuguesa. La petición se despliega en todo su esplendor a través de las redes sociales, con una imagen del artífice de títulos históricos como «Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el sexo, pero nunca se atrevió a preguntar» y la leyenda «Queremos verte filmando en Lisboa».

Él se afanaba en su cometido musical favorito: tocar el clarinete. Pero se encontró con semejante petición, a buen seguro encantado de comprobar que su carisma sigue intacto a este lado del Océano Atlántico. «Tocamos para nosotros, para divertirnos y nos sorprende que quieran venir a vernos», dijo sonriente ante un palco repleto. «Nos encanta volver a Lisboa, donde ya vivimos algunos grandes momentos en el pasado», recalcó.

El ragtime, el protagonismo del trombón y el espíritu de Louis Armstrong fueron las claves de su desnuda puesta en escena, desprovista de cualquier tipo de montaje efectista.

Cerrar los ojos en el Coliseo lisboeta significaba transportarse hasta la legendaria Bourbon Street de Nueva Orleans, un enclave mitificado por el propio Allen, cuyo nuevo largometraje se estrenará en diciembre bajo el título de «Wonder wheel». Un drama ambientado en el Coney Island de los años 50, con Kate Winslet y Justin Timberlake en los principales papeles.