REPORTAJE

Vespa, el escúter que se convirtió en un icono cultural, cumple 75 años

Repasamos la historia de este símbolo de movilidad, protagonista de películas y objeto de un apasionado fenómeno fan

Miembros del Vespa Club de Alcalá de Henares en el taller local Arzente BELÉN DÍAZ | Vídeo: DAVID DEL RÍO/BELÉN DÍAZ

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Luca Paguro, un monstruito marino con capacidad de adoptar forma humana, está visitando la torre semiderruida donde vive su nuevo amigo y congénere Alberto Scorfano en la Riviera italiana . Allí guarda los cachivaches que rescata del mar, entre ellos un gramófono «donde canta una señora». Pero la atención de Luca se va enseguida a un afiche que cuelga de la pared donde se ve a un tipo moreno y feliz, con gafas de sol, montando una moto. «¿Eso qué es?», pregunta. «Ah, es la cosa más increíble que han hecho los humanos: la Vespa» , contesta Alberto. «Te sientas en ella y te lleva a donde quieras ir, a cualquier lugar del mundo». Ambientada entre los años 50 y 60 del pasado siglo, ‘Luca’ es la última maravilla de Disney-Pixar, una fábula sobre el valor de la tolerancia entre diferentes y un pequeño homenaje a Fellini y otros clásicos del cine italiano… y al famoso escúter que cumple 75 años en 2021.

Miembro de la familia

Desde que Piaggio registró la patente el 23 de abril de 1946 con una presentación en el Club de Golf de Roma, 19 millones de estas motocicletas fáciles de manejar, robustas, cómodas y baratas han recorrido calles y carreteras de cinco continentes convirtiéndose en mucho más que una marca de movilidad global: hilo conductor entre generaciones, icono de la cultura pop y religión laica (y de las poderosas, al estilo de la iglesia maradoniana, o de los ‘trekkies’, ‘warsies’ y ‘tolkiendili’ –para los no iniciados: fans de ‘Star Trek’, ‘Star Wars’ y Tolkien– , o de los ‘groupies’ de grandes bandas de rock), la Vespa es un mimado miembro más de la familia, una forma de vida para una legión de ‘vespistas’ . En la última década se han producido más de 1.800.000 unidades.

Línea de montaje de la Vespa 150 en la fábrica de Pontedera (Toscana) Piaggio

Rinaldo Piaggio fundó a los veinte años la empresa en Génova en 1884. Se dedicó a la producción de barcos de lujo, vagones de ferrocarril, furgonetas, autocares y tranvías antes de centrarse en los aviones durante la Primera Guerra Mundial. En 1917 compró una nueva planta en Pisa y, cuatro años más tarde, la histórica de Pontedera , que se convirtió en el centro de producción aeronáutica (hélices, motores y aviones completos). Instalaciones que fueron bombardeadas en la Segunda Guerra Mundial.

Tras el conflicto, Enrico , hijo del fundador, apostó por una reconversión industrial para escapar de la bancarrota, centrándose en la movilidad de un país que intentaba remontar desde los escombros humeantes. Se apoyó en el talento del ingeniero aeronáutico e inventor Corradino D’Ascanio , que diseñó un vehículo de aspecto revolucionario para su época: puso el motor sobre la rueda posterior y se inspiró en el tren de aterrizaje de un avión para trazar el brazo delantero.

El Museo Piaggio de Pontedera, meca para los fans de Vespa

Recuerda a una avispa

Cuenta la leyenda que, cuando Enrico vio la moto, dijo: «Bella, mi sembra una vespa» (Bonita, me recuerda a una avispa) . Culona de atrás, conectada a la parte frontal por una delgada cintura, y con un manillar como las antenas del insecto.

Marcos Moreno , uno de los directivos de Vespa Club de Alcalá de Henares (fundado hace un lustro por Alejandro Muñoz , actual presidente, para ‘quedadas’ de fin de semana, ha crecido hasta el centenar de socios y es uno de los más activos de España) se sabe de memoria la historia de Vespa, incluyendo la peripecia de unos albaceteños que dieron la vuelta al mundo en 79 días en un escúter tuneado por Dalí que ahora descansa en el Museo Piaggio de Pontedera. «Tengo una Vespa de capricho, claro», confiesa Moreno. Con modificaciones no traumáticas, sin cambiar la estética (entre los ‘vespistas’ hay tribus de todo tipo, desde los puristas a los que preparan sus motos para competición). Sin ser mecánico, es capaz de desmontarla y volverla a montar. «Duerme bajo techo, bien cuidada y en perfecto estado de revista –no necesita mucho mantenimiento–, porque me gusta enseñarla. Cuando vamos por los pueblos vemos cómo a los paisanos más veteranos se les ilumina la cara, reconocen el sonido, se acuerdan de los carteros de antaño que iban con la Vespa, y alguno exclama: '¡Mira, yo tuve una como esa!' ».

Varios modelos Vespa BELÉN DÍAZ

Concentraciones

El club organiza (salvo en este paréntesis pandémico) dos grandes eventos al año, uno en Driebes (Guadalajara), un fiestón primaveral con el pueblo entero volcado, y otro en Alcalá, en septiembre, con concentración de motos, exposición, conciertos... Además de las salidas de domingo a Chinchón, Brihuega –para ver los campos de lavanda–, Buitrago... Cualquier excusa en buena para verse. Como estos días en el taller especializado en Vespa del italiano Antonio Arzente , también miembro del club. En la reunión hay motos clásicas y personalizadas, ‘mods’ y hasta ‘legionarias’. Valentín presume de su Vespa del 64 y de un nieto que acaba de ingresar en el club. El relevo está garantizado. Y ahí van, con sus vespitas, a veces con otros moteros encuerados montando máquinas mayores.

Lorenzo Marín , director de Marketing de Piaggio España , habla con optimismo del «efecto 75 aniversario» , con un crecimiento en ventas que supera el 30% en el último ejercicio. «Junto con el Seiscientos, la Vespa forma parte de la historia de la automoción en nuestro país. Y el Vespino se convirtió en el vehículo español por antonomasia y se exportó desde nuestra fábrica». Marín destaca el carácter femenino de este escúter desde sus orígenes –esas imágenes del NO-DO con las chicas de los años de la ‘dolce vita’ sentadas con las piernas por fuera– hasta ahora, con un 50% de clientes moteras.

Escúter que se ha convertido en una auténtico «ladrón de escenas» en el cine. ¿Quién no ha soñado alguna vez con ir de paquete en una Vespa con Audrey Hepburn o Gregory Peck por las calles de la Ciudad Eterna? ( ‘Vacaciones en Roma’ , William Wyler, 1953). Audrey y Gregory fueron los primeros en tener este compañero de rodaje, que después se ha colado en ‘American Graffiti’, ‘Quadrophenia’, ‘El talento de Mr. Ripley’, ‘Caro Diario’ (que tiene un episodio titulado ‘En mi Vespa’), ‘Alfie’, ‘La intérprete’... Se le ha ‘relacionado’ con Raquel Welch, Ursula Andress, Geraldine Chaplin, Joan Collins, Jayne Mansfield, Virna Lisi, Milla Jovovich, Marcello Mastroianni, Charlton Heston, John Wayne, Henry Fonda, Gary Cooper, Anthony Perkins, Jean-Paul Belmondo y Nicole Kidman, entre otros.

Imágenes de 'Vacaciones en Roma', 'Quadrophenia' y 'Luca'

Rebeldía juvenil

Muchos «boomers» se sintieron identificados en su rebelde juventud con los ‘mods’ de motos tuneadas y llenas de espejos (Vespas y Lambrettas) de ‘Quadrophenia’ (Franc Roddam, 1979), que sigue el hilo de la ópera rock de The Who . Tras la batalla campal entre ‘mods’ y ‘rockers’ en Brighton, Jimmy, el protagonista, sufre una dolorosa epifanía: los falsos ídolos no sirven de guía (ese As de Oros que interpreta un Sting de pelo oxigenado, que no es más que un botones de hotel) y las vías de escape no conducen a otro sitio que la dura realidad. Los fans aún discuten si Jimmy se despeñó en Seven Sisters , los acantilados de Sussex que se asoman al Canal de la Mancha, o si saltó antes de arrojar al vacío la Vespa, símbolo de la cultura juvenil que finalmente lo había decepcionado.

Pero no acabemos en plan aguafiestas. «Vespa è libertà» , reza ese cartel en ‘Luca’. En lontananza, acostado sobre una cala, está el pueblo de Portorosso con sus casas de colores trepando por una ladera. Luca está triste porque sus incursiones en la superficie le pueden costar el exilio a las profundidades marinas. Alberto tiene la solución: «Nadamos hasta Villa Vespa, buscamos al señor Vespa y le decimos: constrúyanos una de estas», dice, enseñando a su amigo un dibujo con ellos dos sobre una moto. «Luca, piénsalo, cada día iremos a un lugar nuevo, cada noche dormiremos bajo los peces [las estrellas], nadie nos dirá qué hacer, seremos solo tú y yo, libres».

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