El Tribunal de Cuentas cuestiona una compra del Museo del Prado a la Casa de Alba

La adquisición del cuadro de Fra Angelico «La virgen de la Granada», por 18 millones de euros, se produjo en un precio establecido de forma «unilateral por la fundación propietaria de la obra», según el informe del tribunal

«La virgen de la Granada» de Fra Angelico, una de las compras cuestionadas del Prado WP

EP

El Tribunal de Cuentas presenta este miércoles en el Congreso el informe en el que cuestiona la adquisición por parte del Museo del Prado y del Museo Reina Sofía de varias obras sin que se realizaran los «estudios previos» de tasación independiente que, a su juicio, son necesarios para constatar que el montante exigido por el vendedor.

En el documento de fiscalización, correspondiente a los ejercicios de 2015 y 2016 del museo, el organismo critica, en el caso del Prado, la compra del cuadro de Fra Angelico « La virgen de la Granada », por 18 millones de euros , que, según apunta, era un precio establecido de forma «unilateral por la fundación propietaria de la obra», sin «una tasación profesional independiente ajena a intereses comerciales».

Según apunta, en los informes entregados por el Prado, «no consta que haya tenido lugar una negociación que hubiese abierto la posibilidad de obtener una bajada del precio».

En concreto, los documentos a los que tuvo acceso el tribunal recogen un informe del director adjunto de Conservación e Investigación del museo en el que se recoge esta afirmación: «Aunque ninguna obra de semejante calidad e importancia debida a Fra Angelico o a sus contemporáneos ha sido vendida o subastada en las últimas décadas, creemos que 18 millones de euros es una cantidad acorde con sus extraordinarias características».

Para el órgano que preside Ramón Álvarez de Miranda el término «creemos» que usa el dirigente del Prado implica «incertidumbre» acerca de si el precio solicitado es «realmente indiscutible, sin dejar margen alguno para su negociación con la parte vendedora».

El cuadro Fran Angelico

Precisamente, en este término se basan parte de las alegaciones del Museo del Prado acerca de este tema. En el documento, recogido por Europa Press, la institución asegura que se usa esa fórmula porque la ausencia de ventas y subastas de obras de Fra Angelico en décadas «impide la comprobación de este valor por comparación con adquisiciones de obras similares».

Además, apunta que los museos estatales, tal y como se recoge en su reglamento, tienen entre sus funciones «la investigación en el ámbito de sus colecciones o de su especialidad», siendo entonces el director adjunto de Conservación e Investigación –anteriormente conservador jefe del departamento de Pintura Italiana– el máximo especialista y conocedor de la obra de Fra Angelico y, por tanto, quien debía y tenía que realizar el informe de la obra.

Las alegaciones del museo no han hecho cambiar finalmente el informe del tribunal, que en sus conclusiones insiste en que « no consta la realización de una actuación suficiente orientada a la razonabilidad del precio solicitado por el vendedor ».

Deficiencias en la contratación

El informe también incluye la fiscalización del Reina Sofía, al que el tribunal ha cuestionado que en su documentación sobre compra de patrimonio «no consta la existencia de una tasación de las obras» adquiridas «por una cantidad ajena e independiente del vendedor». Además, asegura que no se ha justificado «la naturaleza y extensión de las necesidades a satisfacer con este tipo de operaciones».

Por otra parte, el documento también une al Reina Sofía y al Prado por sus deficiencias en cuanto a la legalidad de los contratos que ambas instituciones realizaron entre 2015 y 2016. En cuanto al Reina Sofía señala que aceptó «ofertas que no justificaban la solvencia técnica y económica», además de una «aceptación de posibles bajas temerarias sin verificar la viabilidad de la oferta».

En cuanto al Prado, el tribunal ve «insuficiencias» en la cuantificación de los precios de licitación de los bienes y servicios adquiridos. Y censura que no la galería no acreditara que las adjudicatarias del museo estuvieran al tanto de sus pagos a la Seguridad Social.

Por su parte, el informe se refiere también a la actividad durante 2015 y 2016 del Thyssen-Bornemisza . En su caso, el tribunal denuncia que se realizan «pagos de facturas expedidas por precios superiores a los contratados en cinco supuestos concretos» en donde, a su juicio, «hay indicios de posibles responsabilidades contables, como la no retención del IRPF pese a que resulta preceptiva». El Tribunal de Cuentas detecta, además, «deficiencias en el contenido de los pliegos».

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